¿Por qué es necesario controlar el aula eficazmente?

Un control eficaz del aula maximiza las oportunidades de aprendizaje de los niños. Los expertos en control del aula manifiestan que se ha producido un cambio en el pensamiento sobre la mejor manera de controla las aulas.

La perspectiva anterior destacaba la creación y aplicación de normas para controlar el comportamiento de los alumnos. La actual se centra más en las necesidades del alumnado de atender sus relaciones sociales y de oportunidades de autorregulación. Un control del aula que oriente a los alumnos hacia la pasividad y el cumplimiento de normas rígidas pueden socavar su participación en el aprendizaje activo, el pensamiento de orden superior y la construcción social del conocimiento. La tendencia actual del control del aula destaca en énfasis mayor en guiar a los alumnos.

Respecto al control del aula se ha considerado históricamente al profesor como un director. Según la tendencia actual de control del aula, centrada en el alumno, el profesor es más guía, coordinador y facilitador. El nuevo modelo de control del aula no implica permisividad. El profesor, al destacar el interés por el alumno y por su autorregulación, no renuncia a su responsabilidad por lo que ocurra en el aula.

Cuando analice los distintos aspectos del control del aula, tenga en cuenta la importancia de consultar y trabajar con otros compañeros docentes sobre este tema. Tenga también en cuenta que su aula forma parte del contexto más amplio de la cultura de la escuela y que en áreas tales como la disciplina y el control de los conflictos, sus medidas deberán ser coherentes con las normas de la escuela y de otros profesores del centro.

Controlar aulas de enseñanza primaria y secundaria 

Las aulas de enseñanza primaria y secundaria presentan muchos temas de control similares. En todos los niveles educativos, los profesores competentes en el control del aula creen un ambiente óptimo y positivo para el aprendizaje, establecen y mantienen reglas, logran que los alumnos cooperen, abordan eficazmente los problemas y utilizan buenas estrategias de comunicación.

Sin embargo, los mismos principios de control del aula se aplican a veces en las escuelas de enseñanza primaria de manera diferente a las de secundaria, porque estos centros están estructurados de forma distinta. En muchas escuelas los educadores se enfrentan al reto de controlar al mismo grupo de 20-25 o hasta 50 alumnos todo el día. Esto es con lo que los educadores de hoy en día deben de enfrentar cotidianamente.

Aulas Saturadas

Cuando un aula está saturada existen un porcentaje mayor de que los niños se inquieten por lo que se deben de crear diversas áreas de trabajo para dirigir la energía de los niños hacia un área educativa.

Por ejemplo las aulas que potencializan el aprendizaje son aulas Multidimensionales que son escenarios en donde se crean muchas actividades de tipo académico, como la lectura, la escritura, las matemáticas y de tipo social, como los juegos, charlas con los amigos, discusión.

Lograr un inicio correcto

Un aspecto clave para controlar la complejidad del aula es aprovechar los primeros días y semanas del curso escolar, para: 1) informar de sus procedimientos y reglas a la clase y lograr la cooperación del alumnado en su cumplimiento. Y 2) lograr que los alumnos participen activamente en todas las actividades de aprendizaje.

Al dedicar tiempo durante la primera semana escolar a definir estas expectativas, reglas y rutinas, la clase funcionara sin problemas y fijaremos el tono para crear un ambiente positivo en el aula.

Ambiente del aula

Debemos de tener en cuenta que los alumnos son aprendices activos que participan en tareas significativas, que piensan reflexiva y críticamente e interactúan a menudo con otros alumnos sobre experiencias de aprendizaje colaborativo. Históricamente se ha descrito un aula controlada con eficacia como “una maquina bien engrasada” pero, en la actualidad, una metáfora más apropiada seria “una colmena de actividad”. Esto implica que las aulas deben aprender activamente y participar en tareas para las que estén motivados, en lugar de permanecer callados y pasivos en sus asientos.

De manera que la mejor manera de controlar el aula es creando un espacio multidimensional en el que los alumnos sean los generadores activos de su aprendizaje.

Referencias

  • Santrock, John (2010) ”Psicología de la educación” 4ta Edición, McGrawHill, Texas University, Págs. 2-5