Las interacciones de los niños con su entorno suelen estar moderadas por un adulto u otro compañero más experimentado, quienes utilizan el lenguaje para describir, explicar o comentar las experiencias de los niños. Aunque el objetivo no suele ser la enseñanza explícita, a lo largo de esa interacción proporcionan a los niños muy buenas oportunidades para el aprendizaje.
En el año 1977 Shaffer describió seis técnicas que los cuidadores pueden utilizar para proporcionar a los niños oportunidades para participar en la interacción. Estas técnicas (escalonamiento, adaptación, facilitación, elaboración, iniciación y control) se describen a continuación:
Técnicas para fomentar la participación de los niños
Escalonamiento
En el escalonamiento se necesita observar la conducta del niño para determinar el mejor momento para intervenir con el objetivo de lograr un resultado previsible.
Un ejemplo de esta técnica es atraer la atención del niño hacia un objeto antes de utilizarlo . Y seguir la mirada del niño en busca de indicios de lo que atrae su interés
Adaptación
Con esta técnica se pretende poner en práctica acciones que permitan a los niños asimilar información más rápidamente; mantener la atención de los niños y proporcionar un input muy organizado y previsible
Por ejemplo: mover los brazos más lentamente que con los adultos Utilizar gestos y expresiones faciales más exagerados. El habla es más simple y repetitiva
Facilitación
Esta técnica pretende estructurar el entorno para asegurar que el niño pueda lograr su objetivo. Un ejemplo puede ser sostener el juguete para que el niño pueda explorarlo . También ayudar al niño proporcionando los materiales necesarios para completar la tarea
Elaboración
En la técnica de la elaboración se permite al niño expresar su interés, y trabajar sobre ello; es importante hablar sobre lo que está haciendo el niño. Por ejemplo: demostrar cómo se juega con el objeto que ha interesado al niño y hablar sobre lo que está haciendo el niño durante el juego.
Iniciación
Dirigir la atención del niño hacia los objetos, sucesos y personas; atraer la atención del niño, dirigirla y asegurarse de que la mantiene. Por ejemplo: señalar un objeto o poner un objeto ante la mirada del niño
Control
En esta técnica se trata de decir al niño lo que tiene que hacer; las palabras importantes se enfatizan y acompañan de gestos, y van seguidas de pausas. Por ejemplo: insistir al niño en que coma ò enfatizar lo que se desea que haga el niño.
Referencia: ROBERT E. OWENS, JR. “Desarrollo del Lenguaje” Quinta edición. Editorial PEARSON EDUCACIÓN, Madrid, España. 2003. Pág. 108