Lawrence Shapiro explica que uno de los principales problemas que los padres frecuentan es brindar una atención positiva a sus hijos, pero existe algo más complejo que es la disciplina positiva.
Por disciplina positiva Shapiro se refiere al hecho de que todo padre necesita contar con formas bien pensadas, previsibles y apropiadas según la edad de responder a la mala conducta de sus hijos.
Disciplina positiva en niños
En internet y en librerías existen decenas de libros que tratan acerca de la “mejor disciplina a sus hijos”. Sin embargo, la disciplina efectiva se reduce realmente a unos pocos principios y estrategias que son los siguientes:
- Establezca reglas y límites claros y aténgase a ellos. Si puede, escríbalos y fíjelos sobre la pared.
- Exponga a su hijo advertencias y señales cuando comienza a comportarse mal. Es la mejor manera de enseñarle el autocontrol.
- Defina el comportamiento positivo reforzando la buena conducta con elogios y afecto e ignorando la conducta que sólo apunta a llamar la atención.
- Eduque a su hijo conforme a sus expectativas. En general, los padres no emplean el tiempo suficiente para hablar con sus hijos acerca de los valores y las normas, y por qué estos son importantes.
- Prevenga los problemas antes de que se produzcan. Según la psicología de la conducta, la mayoría de los problemas se producen como resultado de un estímulo o una señal específica. La comprensión y eliminación de dichas señales lo ayudarán a evitar situaciones que dan lugar a una mala conducta.
- Cuando se viola una norma o un límite claramente establecido, en forma intencional o de otro modo, aplique de inmediato un castigo adecuado. Sea coherente y haga exactamente lo que dijo que haría.
- Cuando un castigo es necesario, asegúrese de que guarde relación con la infracción a la regla o la mala conducta (que el castigo se ajuste al delito).
- Siéntase cómodo con un conjunto de técnicas disciplinarias. Las que se recomiendan con mayor frecuencia incluyen:
- Las reprimendas
- Quitar un privilegio
- Evitar la sobre corrección y sobreprotección
En sí estas 8 estrategias de disciplina fueron investigadas y publicadas por Shapiro basándose en decenas de textos acerca de la disciplina infantil.
Por último, Shapiro explica que uno de los desafíos de todo educador y padres es educar a un niño con una inteligencia emocional elevada, es mejor que sea excesivamente estricto y no excesivamente indulgente ya que este tipo de niños tienden a ser muy astutos.
Referencia: Shapiro, Lawrence E. Vergara “La inteligencia emocional de los niños”. Editorial Vergara Editor, S.A. México.1997. Pág. 25