Avances recientes de la terapia racional emotiva

A partir de 1980 hasta la actualidad, la Terapia Racional Emotiva (TRE) ha sido una de las formas de consejería y psicoterapia más practicas a nivel mundial.

La popularidad de la TRE con el público en general es debido al talento literario de Ellis, quien ha escrito y editado más de 50 libros, algunos de los cuales son conocidos por ser

libros de autoayuda. Por otro lado, su reputación se basa en su profesionalismo como terapeuta y en sus logros científicos en el campo de la psicoterapia.

En sus inicios (1955) la TRE era cognitiva, empírica y activo-directiva. Mantenía un

matiz humanístico existencialista y holístico, estando lejos de ser racionalista. A medida que pasaban los años, la revolución cognitiva dentro de la psicoterapia progresó y ésta se volvió más marcadamente cognitivo-conductual.

Más adelante se comenzó a distinguir entre la “TRE General” que es sinónimo de terapia cognitivo-conductual y la “TRE Preferencial”, considerada esta última como un tipo único de terapia cognitiva que se superpone, parcialmente, a la terapia cognitivo conductual general, diferenciándose de ella en varios aspectos significativos. La TRE preferencial practicada durante los últimos 15 años, es claramente constructiva y humanista.

Mucho se ha escrito con respecto al estatus científico de la TRE. Sin embargo, todavía quedan algunas ambigüedades en áreas como la evaluación, la teoría de la psicopatología y la práctica de la terapia, las cuales describiré a continuación:

  1. El desarrrollo de instrumentos de medición estandarizados. Tradicionalmente las creencias irracionales se identificaban a través de las entrevistas estructuradas. Sin embargo, el desarrollo de investigación psicométrica que permita el surgimiento de instrumentos válidos y confiables para evaluar las creencias irracionales cada vez es más imperante, ya que sería mas eficiente el estudiar las funciones que juegan las ideas irracionales en diferentes desórdenes emotivos.
  2. Evaluación de cómo las creencias irracionales son mantenidas por las personas. La mayoría de los estudios evalúa el grado de acuerdo de un individuo con una idea irracional. Ellis plantea que la frecuencia de aparición de las mismas también refleja la fuerza de convicción con esa idea y que así es como se mantiene.
  3. Investigar la relación entre creencias irracionales y los tipos de desórdenes emocionales. Identificar si existe un tipo específico de creencias irracionales asociadas con un tipo específico de desorden. Esta línea de investigación surge ya que la teoría de la TRE desarrolló una explicación general de las perturbaciones emocionales humanas y no sobre los desórdenes específicos.
  4. Las ideas irracionales son características o rasgos de personalidad. La TRE sugiere que las ideas irracionales que presenta una persona operan de forma individual, pero no se sabe si las aplican en todas las áreas de su vida, o sólo en contextos o áreas específicas.
  5. La efectividad de la TRE como método de intervención clínica necesita ser investigada usando procedimientos empíricos más controlados. No hay duda acerca de la efectividad de la TRE en situaciones clínicas, los estudios de investigación dan evidencia de su efecto. Sin embargo, en los últimos años el criterio científico se ha vuelto más riguroso en la validez de los resultados de investigación, por lo que se requiere mayor rigor metodológico en áreas como: a) el uso de métodos estandarizados para medir el efecto de la TRE durante el proceso terapéutico, b) evaluación de la competencia, habilidad y experiencia con la que son usadas las técnicas por los terapeutas que las aplican, c) evaluación estadística de los efectos del tratamiento en situaciones clínicas, d) evaluación de la relación de los cambios en ideas irracionales como consecuencia de la TRE y los cambios en conducta y estados emotivos, e) investigar qué componentes de la TRE (cognitivo, emotivo, conductual) son los responsables de los cambios en un individuo.
  6. Investigación empírica de la educación racional emotiva. La TRE ha sido aplicada en una variedad de problemas con niños, pero no hay estudios que confirmen la efectividad de la TRE como un método preventivo de los desórdenes emocionales.
  7. Creencias irracionales e investigación transcultural. En la actualidad existe dentro de los investigadores de TRE un fuerte interés en saber si las creencias irracionales son propias de una cultura y/o religión, más que una tendencia biológica de los individuos.

En la actualidad uno de los cuestionamientos que están en el tintero de discusión es el de determinar si la TRE podrá subsistir como técnica independiente o será integrada como un paradigma más de las aproximaciones cognitivo-conductuales y llegar así a formar parte de la escuela de Terapias Cognitivo-Conductuales, ya que cada vez es más frecuente que los teóricos cognitivo conductuales estén incorporando elementos de la TRE en su trabajo clínico

Albert Ellis al respecto ha comentado de forma tácita que
“50 años después de mi muerte, puedo predecirles que la TRE seguirá en pie”

La perspectiva que tiene la TRE en un futuro está encaminada hacia varios campos como son los negocios, la industria, la política, la economía, la vida familiar, el matrimonio, lo educativo, etc. En este último abarca desde las edades primarias hasta la universidad, en donde se considera ayudar a mucha gente a ver de qué forma se altera innecesariamente y que busque las alternativas para superar los problemas autogenerados emotivos, cognitivos, conductuales y obtener una forma de vida más plena.

Referencia: Luis A. Oblitas. “¿Cómo hacer psicoterapia exitosa?” Los 22 enfoques más importantes en la práctica psicoterapéutica contemporánea y de vanguardia. PSICOM Editores. Bogotá D.C. Colombia 2004. Pág. 220