El cuerpo expresa muchas formas de lenguaje que inclusive nuestra “limitada” percepción es excluida. Existen lenguajes verbales, no verbales e incluso fisiológicos como el puso, ondas cerebrales y otros, capaces de ser percibidos por asistencia de la tecnología. Esta información del cuerpo es capaz de instaurar aprendizajes que permitan restablecer la homeostasis.
La conceptualización adoptada el 18 de mayo del 2008 por: Association for Applied Psychophysiology and Biofeedback (AAPB), Biofeedback Certification International Alliance (BCIA), International Society for Neurofeedback and Research (ISNR); sociedades norteamericanas dedicas a la investigación, aplicación y certificación de la biorretroalimentación, tomada desde la web de Burmain Institute, definen de esta manera: “El biofeedback es un proceso que permite a un individuo aprender a cambiar la actividad fisiológica a los efectos de mejorar su salud y su rendimiento. Instrumentos precisos miden la actividad fisiológica, como las ondas cerebrales, la función cardíaca, la respiración, la actividad muscular y la temperatura de la piel. Estos instrumentos de forma rápida y precisa retroalimentan la información al usuario”. (Burmin Institute, 2013)
El biofeedback se destaca como una terapia psicológica desde el enfoque cognitivo-comportamental, precisa en enfocar el condicionamiento operante a razón de instaurar aprendizajes en el individuo. La definición deriva desde su traducción de la palabra en inglés, biofeedback. Al separar el prefijo bio, que significa vida y por otro lado, feedback, traducido a retroalimentación, hace referencia al método que controla un sistema reintroduciendo la información o resultado de su actividad.
Juan Cadena
“Simplificando, podría afirmarse que el biofeedback consiste en ofrecer información sobre el estado de un proceso biológico, de tal forma que cualquier técnica que proporcione información a una persona sobre su actividad fisiológica, y a través de ella le permita controlar voluntariamente esa actividad…” (Conde Pasto & Menéndez Balaña, 2002, pág. 166)
La estrategia fundamental del biofeedback es percibir las mediciones fisiológicas (pulso) y reflejar en información legible sea esta auditiva y/o visual. Si existen valores altos en la medición, el biofeedback como terapia psicológica encamina a restaurar o equilibrar de mejor manera dicha actividad. Muchas psicopatologías, o incluso mucha sintomatología apegada a compromiso emocional en el individuo subyacen actividades psicofisiológicas susceptibles de ser cuantificadas.
“Es precisamente el conocimiento de los resultados lo que permitirá que aprendamos a controlar una conducta dada. En el caso del biofeedback dicha conducta es fisiológica, conducta de la que, en condiciones normales, no somos conscientes, pero que mediante apoyo tecnológico diverso podemos percibirla.” (Chóliz Montañés & Capafóns Bonet, 1990, pág. 396) Una estrategia que permite unificar el cuerpo y la mente en plenitud de un amplio conocimiento, hay muchas formas que el cuerpo habla cuando está enfermo o sano, la forma de comunicarse y percibir dichos mensajes modifica el comportamiento.
Damasio, Antonio.
El hecho de que nadie ve la mente, consciente o no, de los demás, es algo especialmente enigmático”.
Autor del Artículo
Juan Cadena es Psicólogo por la Universidad Tecnica del Norte, Ibarra, Ecuador. Actualmente estudia acerca del Biofeedback & Salud Mental en su pais. Puedes seguir recibiendo más informacion acerca del tema en su fanpage llamada Biofeedback & Salud Mental.
Referencia:
- BURMIN INSTITUTE. (2013). Recuperado el 08 de Diciembre de 2013, de sitio web de Burmin Institute:
- CONDE Pasto, Monserrat, & MENÉNDEZ Balaña, Francisco J. (2002). Revisón de las técnicas de Biofeedback y sus aplicaciones. Acción Psicológica 2, 165-181.
- CHÓLIZ Montañés, Mariano, & CAPAFÓNS Bonet, Antonio. (1990). Revisión conceptual del biofeedback. Análisis y Modificación de Conducta, 16, 49.