Sinopsis:
Cada uno de nosotros tiene un “Yo” interior que suele marcar nuestros comportamientos y actitudes, algunos comportamientos nos son gratos pero también hay actitudes que nos desfavorecen. No existe ninguna persona que no tenga actitudes que desagradan a los demás, algunos no logran controlar estos comportamientos y suele jugarnos un mal partido en reuniones familiares, sociales o laborales.
Pero cuál es el origen de estas actitudes? Cuál es el origen de estos comportamientos? Porque no puedo dejarlo? Porque lo hago sin pensarlo?
Me parece que son preguntas que podemos contestarnos haciendo un regreso al pasado. Por lo general desde la niñez construimos una identidad aunque también el contexto juega un papel importante. Sin embargo, en el momento en que construimos nuestra identidad también construimos una “segunda” identidad esta última pone una venda a nuestros ojos que impide ver quien en realidad somos.
Nuestra identidad se construye mediante nuestra familia, amigos, pareja y ámbito laboral y en estos círculos sociales es donde se notan los conflictos grandes y pequeños que tenemos. En ocasiones nuestras relaciones sociales suele ir bien pero otras empeoran.
De manera que tenemos altibajos, avances y retrocesos, así es como se “FORMA” nuestra identidad. Si, nuestra identidad se construye desde la niñez pero es en la vida adulta cuando le damos FORMA de esa construcción.
Desarrollo:
En realidad este es el verdadero punto del “origen de nuestros problemas”. Lo que sucede es que vemos como un problema nuestras actitudes en vez de ver de qué FORMA podemos mejorarlas.
Tú decides quien ser, no importa aquello que hayan construido de ti en la infancia, la FORMA en que dejas esta construcción de tu identidad es algo propio.
En ocasiones me sorprende ver a tantas personas en psicoterapia, que suelen tener una identidad que ha sido construida mediante el miedo, el dolor, la traición, la violencia y el odio. Y al momento de llegar a psicoterapia quieren cambiar, pero se les dificulta ver que para poder morir a este pasado es necesario entender que aquella construcción del pasado ahora nos ayuda a darle FORMA a nuestro futuro.
Como sé que tengo un problema?
En realidad existen muchos síntomas que mostramos al relacionarnos con los demás, por ejemplo:
• Tener una relación con alguien solo porque sentimos un VACIO.
• Engañarnos diciendo que todo está “bien”
• Sentir inseguridad al estar con alguien o en alguna relación
• Miedo a volver a intentarlo (Negocio, matrimonio, estudios,)
• Cuando existe una crisis matrimonial
• Cuando existe una crisis familiar
• Si cada mañana en vez de dar lo buenos días, te levantas riñendo.
En ocasiones construimos una realidad falsa de nuestra identidad, a veces por circunstancias sociales, laborales o familiares, estatus social, entre otros. Pretendemos “construir” una identidad que no es propia de nosotros.
En realidad hacemos una creación mental una identidad falta, que no es real, una identidad que aparentamos hacia los demás. Hacer eso es un claro síntoma de que existe un problema en el corazón. Es importante que detectemos estos síntomas porque en la medida en que seamos capaces de perdonar, de liberarnos y de olvidarnos de heridas que marcaron nuestra infancia, empezaremos a FORMAR nuestra identidad de manera positiva aquella mala construcción en la infancia.
La idea consiste en FORMAR tu identidad de la manera correcta aunque hayan construido una identidad desagradable tiempo atrás. Sé que no es fácil, NO es fácil perdonar a aquel que te quito lo más preciado de la vida, No es fácil olvidar la actitud de aquel que cuando más lo necesitaste NO estuvo, no es fácil FORMAR tu identidad cuando el recurso económico va contra la corriente, No es fácil ser agradecido cuando te llaman del Banco solicitando que pagues la hipoteca, No es fácil desearle lo mejor a alguien con quien pensaste compartir tu vida, pero sin duda alguna sé que al hacer esto FORMARAS una identidad digna de imitar.
No importa como haya sido construida tu identidad durante la infancia, importa como FORMAS tu identidad en la vida adulta.