Sinopsis:
Los primeros dos años de vida del niño son muy esenciales para la creación del vinculo con su madre, Margaret Malher en su teoría de la simbiosis humana hace énfasis en que los objetos transicionales (juguetes preferidos de los niños)puede funcionar como un soporte que consuelan a los niños (0-2 años) cuando la madre no está, ya que a esta edad de vida, el niño piensa que la madre y el son uno mismo y cuando ella se va, asimila que él NO Existe, y esto le genera angustia.
Un niño de esta edad (0-2 años) ya ha formado el vinculo con su madre, pero tiene la idea de que ambos son uno solo, y hasta después de los dos años el niño logra hacer esta diferencia.
Desarrollo:
El significado de la soledad se relaciona con la temprana experiencia del abandono que tiene el niño pequeño (menos de dos años). La madre no puede permanecer siempre al lado del niño porque eta sometida a innumerables solicitudes. Puede que trabaje fuera de casa, o que ocupe su tiempo en atender a los otros hermanos, en limpiar la casa o en preparar comidas. Pero, por lo que se refiere al niño, la madre puede muy bien estar en otra galaxia aunque no se aparte mucho. Los pequeños están atados a un mundo sensorial, por lo tanto la desaparición de la madre implica que ha dejado de existir. Si el niño no logra ver a su madre y/o cuidador, sentirá soledad.
La psicología de la soledad es desarrollada en la teoría de Margaret Malher, Malher denomina “simbiosis” entonces, antes de los dos años de edad el niño aun no ha desarrollado un sentido autónomo del yo. Es decir, él aun no ha comenzado a sentir que es como una entidad separada de su madre y se comporta como si él y su madre fueran uno solo.
Los niños menores de 2 años tratan de una u otra manera de mantener el contacto con la madre, incluso cuando ella se encuentra en el entorno inmediato, ya que el hecho de separarse de su madre implica la pérdida de algo.
Esta fórmula esencial de la infancia según Malher, es “Mama es igual a Mi” de modo que incluso breves desapariciones pueden desencadenar ataques de ansiedad. Si “Mama es igual a Mi” entonces “No Mama es igual a No a Mi”
Durante el desarrollo, los niños elaboran una imagen mental de la madre que actúa como un sustituto de su presencia física. La aparición de eta señal de madurez se facilita con “juegos de desaparición” como el escondite.
En un principio, el niño, tras ver como su madre se cubre la cara con las manos, estalla en gritos de placer cuando, después de haberlo “abandonado”, la madre “reaparece” de pronto mágicamente. Más tarde, el niño recrea la escena cubriéndose su propia cara con las manos: utiliza una representación interna de la madre para asegurarse de que ella no se ha desvanecido completamente. Al transformar la desaparición materna en un juego, los niños pequeños adquieren dominio sobre la naturaleza fugaz de sus mundos interpersonales.
El problema aca es que la competencia para conservar una imagen de la madre no se desarrolla de la noche a la mañana. Es decir, para poder tener una “imagen”que represente a la madre le lleva al bebe alrededor de 5-6 meses, al pasar este tiempo la imagen se vuelve estable. Es decir, el bebe creara un vinculo con la madre y es en esta edad en la que él piensa que su madre y el son uno mismo, pero como dije antes, al pasar los dos años el niño ya podrá separar este pensamiento de que su madre y el son uno mismo.
Durante el transcurso de este tiempo que por lo regular son de 1-2 años el niño, experimenta varios “miniabandonos” que pueden acarrear muchos momentos inquietantes. Para hacer frente a la ansiedad asociada a la separación materna, los niños pequeños cuentan con sus juguetes favoritos, a estos “juguetes favoritos” Margaret Malher denomina “objetos transicionales”, estos objetos transicionales los consuelan mientras la madre se va por un tiempo. Operando como sustitutos de la madre, estos juguetes toman el lugar de ella hasta que la imagen materna surge automática e instintivamente.
Respecto a este “objeto transicional” Donald Winnicott escribe una característica distintiva y hace énfasis en que una vez que el juguete ha sido adoptado como objeto transicional, los niños establecen un vínculo intenso con él, y es muy difícil, si no imposible, separar a uno del otro.
Referencia:
La Bruja debe Morir- Sheldon Cashdan