Los cuatro temperamentos

Desarrollo:

En este post no me gustaría presentar un museo de antigüedades más bien la realidad sobre la psique humana.

En ocasiones la personalidad humana condujo a caminos sin salida y absurdos. Sin embargo en este solamente daré aspectos de suma importancia sobre los temperamentos de las personas.

Orígenes sobre el temperamento

En la antigua Grecia Empedocles propuso que la naturaleza humana se componía de cuatro elementos básicos:

• el aire, que representaba algo caliente y húmedo
• tierra, que representaba algo frío y seco
• fuego, que representaba algo caliente y seco
• agua, que representaba algo frío y húmedo

Esta doctrina fue más tarde desarrollada por el médico romano galeno, en el siglo II d. C. Donde no veía en los rumores la raíz, no sólo del temperamento, sino de las enfermedades. Un exceso de bilis amarilla puede provocar fiebre; demasiada bilis negra, depresión de ánimo y decaimiento.

La teoría de los cuatro temperamentos la utilizó para explicar la patología del cuerpo, para la individualidad del hombre, incluso para edades de la vida. En aquel entonces, se decidió el joven era sanguíneo, el hombre en la edad viril colérico, es la madurez melancólicos y en la vejez flemático. Entre los autores que han utilizado las cuatro clases de temperamento figuran kant,Wundt, Hoffding, Herbart, Kulpe, Ebbinghaus, Klages y Pavlov.

Quizás el mérito de esta teoría consiste en el reconocimiento del papel de la química del organismo y su flexibilidad, que se acomoda a diversas dimensiones lógicas del análisis.

Pero, como todas las tipologías, no corresponde plenamente la configuración individual. Las personas flemáticas que conocemos nosotros tienen momentos coléricos y en los individuos sanguíneos hay temporadas de apatía o de melancolía. Los hechos de la individualidad bioquímica hacen que sea difícil aceptar ninguna tipología para una persona concreta.

Fisiognómica:

La fisiognómica el arte de descubrir las características de la personalidad especialmente del temperamento basándose en el aspecto físico del individuo y especialmente en la configuración expresión de la cara, es decir, en la fisionomía.
La parte corporal más importante para analizar la personalidad o el temperamento de persona es la expresión del rostro, los movimientos y los gestos.

Es un error confiar en un solo signo. Ya que la estructura muscular y el movimiento denotan rasgos de personalidad adquiridos. Podemos confiar más en estos últimos caracteres, pero también son importantes los primeros.

La cara depende de la estructura ósea y la estructura muscular. Las delicadas líneas del tipo melancólico son dadas por la naturaleza, pero la mirada dirigida hacia bajo y las arrugas verticales en frente son reflejo de hábitos adquiridos y de tristes pensamientos. Análogamente, se observan en rostro del colérico facciones que denotan vigor y fuerza física innatos, pero también se lee el habito de estár siempre presto a responder con energía los estímulos del ambiente. La cara flemática tiene aspecto letárgico; no se fija en lo que le rodea. Las líneas del rostro se deben más a la gordura y a las emociones. El rostro del sanguíneo presenta un aspecto bastante normal en lo que se refiere la estructura ósea, pero no hay en el líneas que indiquen experiencias emocionales profundas o persistentes. Como se dice en el antiguo texto griego, tenemos importantes indicaciones o signos en la forma constitucional y en los resultados de actitudes o movimientos musculares frecuentes.

Johann Kaspar Lavater

El más famoso fisiognomista de todos los tiempos fueron suizo vigoroso propagandista y un moralista, se practicaba su arte en la calle y los templos. Su sistema no presenta ningún aspecto especial que atraiga nuestra atención, excepto en un punto sobre el que él insistió.

Se sostenía que todos los rasgos del cuerpo concordaban entre sí. No hay ojos alegres, sin que también sea alegre la boca, y si somos suficientemente hábiles para saber observarlo, nos daremos cuenta de que un sujeto con tal característica, el modo de andar, la escritura y las actitudes del cuerpo refleja también esta disposición a la alegría.

Sinopsis

La mejor teoría sobre los temperamentos fue elaborada por Hipócrates hace 2400 años. Adelantó la hipótesis de que las personas encajan en cuatro categorías fundamentales: el vendedor sanguíneo súper extrovertido, el líder colérico extrovertido de fuerte voluntad, el perfeccionista melancólico y el pasivo súper-introvertido flemático. No obstante las variantes sugeridas, esta teoría se mantiene hoy incólume en su forma original. Lo único que podría añadirse es que nadie encaja a la perfección en uno solo de los moldes de Hipócrates, pues las personas representan una combinación de dos o más de estos temperamentos. Pareciera ser una conclusión razonable, puesto que todo el mundo revela características tanto de la madre como del padre.

El sanguíneo y la depresión

El temperamento sanguíneo adorna a las personas cálidas, amigables y espontáneas que atraen a los demás como un imán. Es un excelente charlista y un despreocupado optimista, el individuo de quien se dice que es “el alma de la fiesta”. Si bien es generoso y compasivo, sensible a lo que le rodea y al humor y sentimiento de los demás, al igual que los otros temperamentos, cuenta con algunas debilidades naturales. Con frecuencia es de poco carácter, emocionalmente inestable y explosivo, inquieto y egoísta. A pesar de que en su juventud se lo considera “un seguro triunfador”, rara vez alcanza el nivel que se esperaba de él. No le da importancia a los detalles y casi nunca está quieto. Bajo un exterior de intrepidez esconde a menudo su inseguridad y temor. Los sanguíneos hacen buenos vendedores, oradores, actores y a veces líderes.

Rara vez el sanguíneo se deprime cuando está en compañía de otros. Siente tanta afinidad por los demás, que el solo ver a otra persona le eleva el espíritu y su rostro se estira en una sonrisa. Sea cual fuere el grado de depresión que acusa, casi invariablemente le ocurre cuando está solo.

El temperamento colérico y la depresión

El temperamento colérico produce un activista práctico. Es un líder nato, optimista y de gran fuerza de voluntad. En su mente bullen ideas, proyectos y objetivos, y generalmente los lleva a cabo. Es un extrovertido, lo mismo que el señor Sanguíneo, pero en un grado muy inferior. Si bien altamente productivo, refleja una serie de debilidades naturales. Es autosuficiente, impetuoso y de carácter levantisco, con tendencias a la dureza y a la crueldad. Nadie tan agudo y sarcástico como el colérico. Hace buenos supervisores, generales, constructores, cruzados, políticos y organizadores, pero no es dado a realizar trabajos con precisión detallista.

Rara vez se deprime el colérico, debido más que nada a su permanente actividad y a su eterna búsqueda de metas que lo motiven para ocuparse simultáneamente de 14 proyectos diferentes. Si uno de ellos le resulta desconcertante o frustrante, muy poco dura su desilusión y rápidamente va en pos de un nuevo desafío. Los coléricos se sienten felices cuando están ocupados y por ello les queda poco tiempo para sentirse deprimidos. Su principal frustración en la vida es que no le alcanzan las 24 horas del día para ejecutar sus metas y objetivos.

Los rechazos o insultos que con tanta frecuencia deprimen a los otros temperamentos no hacen mella en el colérico. Es de piel tan curtida, tan autosuficiente e independiente por naturaleza, que rara vez siente la necesidad de los demás. En lugar de perder el tiempo sintiendo lástima de sí mismo cuando está solo, proyecta nuevos planes y actividades.

Emocionalmente es el más subdesarrollado de todos los temperamentos. Por ello experimenta poquísimos cambios de talante. Si bien es rápido para enojarse, raramente cae en la autoconmiseración. En cambio hace sentir su mal humor a quienes lo rodean. Como le interesan tan poco las opiniones de los demás, es casi invulnerable a la depresión provocada por personas. Si alguna vez el colérico se deprime será por frustración o retraimiento.

El temperamento melancólico y la depresión

El melancólico es, por lo general, el más talentoso de todos los temperamentos. Perfeccionista por naturaleza, sensible a las bellas artes, es analítico y auto-sacrificado. No gusta de sobresalir y raramente se impone a los demás. En cuanto a la amistad, son excelentes y fieles amigos. Con todo, es propenso al mal humor, a la crítica, al pesimismo, y al egocentrismo. Melancólicos han sido los más grandes artistas, compositores, filósofos, inventores y teóricos.

Si bien todo el mundo es vulnerable a su propio y particular esquema de elaboración mental, nadie tan sensible como el melancólico. Entre sus numerosos dones creativos, tiene la rara habilidad de sugerirle imágenes a la pantalla de su imaginación, probablemente en technicolor y sonido estereofónico. En razón de que los melancólicos son malhumorados y taciturnos por naturaleza, consideran que tales características son espontáneas, pero hoy se sabe que son la resultante directa de sus esquemas pensantes. Si el melancólico vigila sus procesos mentales y rehúsa incurrir en los pecados mentales de la ira, del resentimiento, de la auto persecución y de la autoconmiseración, no cederá a su predisposición hacia la depresión.

El flemático y la depresión

El flemático es el tranquilo “rico tipo” que jamás se aturulla. Y aparte de ser una persona serena y de buena disposición, el señor Flemático es un individuo alegre, que trabaja en armonía con los demás, conservador, confiable, ingenioso, con una mentalidad eminentemente práctica. Como por lo general es introvertido, no demuestra ni sus fuerzas ni sus debilidades, como lo hacen los otros tipos temperamentales. Su mayor debilidad es su falta de motivación. Con la mayor afabilidad rechaza una tarea y es propenso a ser terco, mezquino e indeciso. Su rara habilidad para contemplar la vida con los ojos de un espectador lo hace evitar comprometerse con nada. Los flemáticos hacen espléndidos diplomáticos, ya que son pacificadores por naturaleza. Muchos son maestros, médicos, científicos, comediantes y editores de libros y revistas. Cuando son motivados desde el exterior, pueden ser excelentes líderes.