Sinopsis:
En psicoanálisis la proyección es un mecanismo de defensa utilizado para describir una serie de situaciones de conflicto emocional ya sea de origen interno o externo, atribuyendo así al otro o hacia algún objeto los sentimientos, impulsos o pensamientos.
Para ser más concreto, la proyección es trasladar nuestros sentimientos o emociones que no aceptamos de nosotros mismos y generan angustia y/o ansiedad a tal punto de dirigir nuestras acciones hacia los demás.
El caso Schreber
Cuando Freud estudio el caso del Dr. Schereber descubrió el sustento del análisis de los mecanismos proyectivos. No solamente para la paranoia, sino para toda la sintomatología pertinente en general.
En este caso, cuya autobiografía publicada fue analizada por Freud, se describe a un sujeto masculino que ama a otro sujeto masculino. Esto le pone en contacto con pulsiones libidinosas que, aceptadas, lo someterían al castigo social de su entorno, por una parte, y al castigador “internalizado” en el superyó, por otra. Apelando a otro mecanismo de defensa, la denegación, la persona intenta ocultarse ese amor tras la emoción contraria, el odio. Pero, debido a que lo que se instala es una emoción también inaceptable o injustificada, se la localiza (proyecta) afuera. Y entonces llega a la conclusión de que el que realmente, aunque de modo ilusorio lo odia, es el otro. En tanto ejecutante de todo este proceso inconsciente, el yo se ha de sentir perseguido por el personaje primitivamente amado con pulsiones «peligrosas» de origen homosexual.
Este caso posibilitó que Freud desarrollara un esquema de comprensión de la psicodinámica de la paranoia o de los estados paranoides, e intentara validarla luego para todos los vínculos interpersonales en las psicosis, fueran homosexuales o heterosexuales.
Desarrollo:
Las dos dimensiones de la proyección:
Aunque Freud describió solamente el constructo “Proyección” me parece que el mismo tiene dos dimensiones en las que se muestra. Una de ellas es la dimensión sana de la proyección y la segunda la dimensión patológica. Es posible que algunos han de llamarme hereje por hacer semejante aclaración, en realidad lo que acá describiré es la idea de lo que para mí es proyección, no trato de decir que sea así.
En la proyección sana borramos la realidad y destruimos lo verdadero. Después, llenamos el hueco que hemos hecho con nuestra fantasía.
En el funcionamiento anormal, dejamos de estar conscientes de lo que hemos hecho. La proyección enferma exige que evitemos cualquier responsabilidad por distorsionar la realidad. Por esta razón alineamos nuestros sentimientos de frialdad y se los atribuimos a la esposa o algún amigo. Nos deshacemos de nuestros sentimientos. Inconscientes de ello, no percibimos que hay aspectos importantes de nosotros mismos que ya no lo son y que el mundo que vemos es una invención de nuestro miedo. Nos sentimos en una casa forrada de espejos y creemos que estamos mirando hacia fuera.
La proyección se vuelve como una necesidad cuando en nuestros sentimientos existe una amenaza para involucrarnos en situaciones que nos ponen en peligro. Esta es la razón por la que negamos sea consciente o inconscientemente. Lo interesante de la proyección es que nos pone en contacto con nuestra ira y nuestros sentimientos. Olvidamos que nos hemos puesto una máscara y pronto llegamos a olvidar que estamos tras ella. Creemos ser aquello que estamos representando.
Siempre nos proyectamos, sea verbal o físicamente, si el modo del ego está suficientemente desarrollado de tal manera que podemos dominarnos en gran parte, nuestros actos espontáneos e inapropiados se reducen al mínimo. Lo importante es mantener un equilibrio en la proyección de nuestros sentimientos y emociones, de esta manera utilizaremos solo la proyección sana en vez de utilizar la proyección patológica.
Referencia:
Schreber, Daniel Paul (2008) “Memorias de un enfermo de nervios” Roberto Calasso: Nota sobre los lectores de Schreber. Sigmund Freud: Observaciones psicoanalíticas de un caso de paranoia. Elias Canetti:El caso Schreber. Colección: Noesis. Categoría: Ensayo. México/Madrid
Jean Laplanche & Jean-Bertrand Pontalis. “Diccionario de Psicoanálisis” Bajo la dirección de Daniel Lagache. Barcelona: Paidós, 1996.