El Liderazgo Jaime Maristany

¿QUE ES UN LÍDER?
Si analizamos las conductas de personas tan diferentes como Napoleón, Jesucristo, Gengis Kan, Mahoma, Julio Cesar o Aníbal podremos observar que todos ellos tenían una fuerte convicción se preocupaban por comunicarse hacia abajo se preocupaban por saber que ocurría y que pensaban desde abajo (“que
dicen de mí?”, los espias de Aníbal, los “flechas” de Gengis Kan,etc) conocían muy bien a su enemigo
tomaban riesgos eran astutos (se hace más notable en tácticas militares) se preocupaban por organizar (inclusive dando códigos que duraron siglos) distribuían premios y castigos: eran generosos y duros
Estos eran líderes en el más tradicional sentido de la palabra. Ahora nos encontramos con estas otras descripciones: líder es una persona que tiene carisma, presencia, expertise, empatía, que se conoce a si mismo y sabe comunicar, dice Pagonis debe definir el propósito, lograr la atención e interés de los empleados, hacer que la organización se involucre, crear y sostener la tensión hacia el logro de los objetivos, dicen Bartlett y Ghoshal; debe tener un sistema de valores, confianza en los subordinados,inclinaciones a líderar, sentimiento de seguridad en situaciones inciertas, dicen Tannenbaum y Schmidt es el que establece una dirección, alinea las personas, las motiva y crea una cultura, dice Kotter selecciona los objetivos, las estrategias para cumplirlos, la administración de los recursos, la motivación y el reconocimiento a las
personas y el diseño, organización, dirección y control, dice Levitt Ross Kanter por su parte habla de misión, control de la agenda, compartir valores, aprender, tener reputación. Welch, de velocidad, simplicidad y auto-confianza, Minzberg de decisión, integración e información.

Como puede verse, una gran variedad de opiniones. Líder que proviene del inglés ‘leader’, fue una palabra que designaba tradicionalmente a alguien que tenía esa cualidad desconocida que hace que las personas la sigan. Esa cualidad que es el carisma, que no se ha podido desentrañar pero a la que se ve actuar. Tradicionalmente se aplicó la entidad de carismatico a quienes lograban la adhesión de las gentes en politica, en religión, en grandes conquistas. Luego, con el advenimiento de las organizaciones en la cantidad actual, se aplicó también a ellas.

Pero sin claridad vamos derecho al conflicto. Por esto es importante distinguir en primer lugar entre esta diversidad de líderes. Porque lo que nos esta pasando es que vivimos un fuerte malentendido con la palabra líder, palabra que designaba originalmente aquello que sentimos no bien la escuchamos, pero en el ambito
organizacional, la palabra líder se usa para enfatizar las virtudes que debe tener un manager, lo cual colabora a la oscuridad general. El uso indiscriminado de la palabra líder ha logrado deformar esta palabra hasta sacarle su significado. En todas partes hay líderes, casi todo el mundo es líder, la palabra líder se aplica con desaprensión y se quita de esta manera significado a la verdadera descripción de quienes son líderes y de quienes se dice que deberían ser líderes.

A veces inclusive se habla del líder especifico, es decir aquel que debido a su especialidad se dice que se convierte en líder. Pero esto es una acepción de liderazgo situacional, importante para una acción bien
articulada en la empresa, importante para que quien tiene los mayores conocimientos en una situación determinada sea quien tome la dirección de la situación de que se trate, pero esto no tiene que vercon liderazgo cuanto con organización flexible. A esta persona no le vamos a pedir que sea un líder, sino que sepa conducir una reunión o una tarea.

Para partir de una descripción amplía, podemos decir que líder es una persona que tiene la capacidad de lograr que otros lo sigan, es alguien cuya voluntad, sentimientos e intuiciones dirigen y controlan a otros en la
persecución de una causa común. El líder logra este fenomeno: en relación con un grupo de personas, en
una situación determinada y en una causa determinada O sea que ante todo el líder es alguien que tiene la capacidad de que alguien lo siga, más de uno, varios, muchos; la segunda cuestión es que esta dirección y control que tiene el líder sobre los demás ocurra en una cierta situación y ocurra por una causa que es considerada común.

En cuanto al primer asunto es importante la distinción que plantearon Pigors, Sheriff y otros respecto de cuál es la base del poder en que se apoya el líder, distinguiendo el liderazgo tradicional, del liderazgo
organizacional: uno es aquel en que el poder proviene del grupo que sigue al líder en su causa; otro es la de quien recibe el poder de una organización y el y quienes a el reportan están incluidos en el sistema de poder de esa organización. Estas dos bases del poder del líder determinan dos líderes totalmente diferentes. Uno está basado en sí mismo y el grupo es el que refrenda esta fuerza que surge de su líder. Si el líder dejara de ser seguido, podría convertirse en un ideologo, en un artista, en un literato, pero dejaría de ser líder, para ser lo que podría describirse como un intelectual. El intelectual puede ser la base de pensamiento de un líder, puede alcanzar una enorme influencia en el mundo, pero no será líder hasta tanto no tenga un grupo de seguidores en la causa que se habrá hecho común a todos.

Determinado pues el contenido de lo que es el líder, queda claro que no hay líder en la organización. Puede decirse que hay conductores que deben tener además muchas virtudes que podremos ver, pero no son
líderes y también podremos analizar la diferencia. En la organización hay personas que tienen empatía, que logran adhesión basadas y a partir del poder que les da la organización, hay otras que no tienen esa empatía y no logran adhesión y tienen problemas. Pero si el poder le es quitado a ese manager con empatía, el grupo
no lo sigue. El manager se despide -o quizá ni pueda hacerlo- y se va, en una escena que se repite una y otra vez en las organizaciones. El grupo queda y más o menos de buena gana, sigue trabajando con el siguiente
manager. Un líder en cambio, seria seguido por el grupo. Esta diferencia fundamental que surge de la fuente del poder del líder, es lo que determina en primer lugar, básicamente, el hecho de que en una organización no puede haber líderes.

Sin embargo los especialistas en management se han negado a evitar la palabra líder y han producido en gran parte el desconcierto en que estamos hoy sumidos. La razón para el uso recalcitrante de la palabra líder se debe a dos cuestiones: por una parte el ingles no tiene otra palabra similar, pero sobre todo la palabra líder tiene un glamour muy especial para la venta. Ser líder no tiene el mismo apelativo que ser director o dirigente. Suena mejor y por eso los especialistas han usado esa palabra que tiene una fuerza tan particular, despreciando la exactitud idiomatica. Este desconcierto no es gratuito, porque en nombre del liderazgo
se aconseja -o se exige- a los jefes a hacer cosas que la misma organización les impedirá. Un supervisor de fabrica no puede tener el carácter de Napoleón o de Jesucristo porque la tarea que le será permitido desarrollar a un supervisor es infinitamente menor que la de un líder. Si el, o su jefe o el jefe de su jefe, se creen que deben ser líderes en el sentido de las exigencias y condiciones que se da a esta palabra en la
literatura especializada, las personas sufrirán graves crisis y las organizaciones también.

Por de pronto es evidente que entre las personas se producen empatías que hacen que se lleven bien y que vivan o trabajen juntas en armonia. A veces se puede decir que un jefe es carismatico en unaempresa porque sus empleados lo siguen y lo quieren. Como no sabemos que es carisma no podemos discutir que lo sea o no. Podemos decir que no es líder porque el poder no es de su grupo sino de la organización. Pero no podemos saber dónde está el límite de la empatía y el del carisma. O si el carisma no es por fin una forma de empatía.
Tomemos otro punto de vista. Ese primer líder, el líder que todos entendemos como tal, es ese líder carismatico, Jesucristo, Mahoma, San Francisco, Napoleón, De Gaulle, porque han seguido una causa a lo largo de su vida y la gente los ha seguido más allá de la misma causa, por ellos mismos, por la atracción que sentían hacia ellos.
Pero aqui encontramos otra diversidad: no es acaso carisma el de Churchill que toma el comando de Inglaterra en la guerra? Y sin embargo no bien termina lo sacan, lo votan a Attlee, como en los casos de los
dictadores romanos que eran llamados por periodos de un año cuando había una crisis y luego volvían a su arado. ¿Y qué ocurre cuando hay un incendio? ¿Porque se sigue a algunas personas y no a otras? ¿O un naufragio?

Es evidente que hay personas que en esos momentos ejercen una fuerte influencia que hace que los demás los sigan. Parecen ser los salvadores. Pero son salvadores de situación o si se prefiere de circunstancia.
Cambiada la circunstancia termina la causa, deja de haber causa, porque la causa no es trascendente. En cambio aun retirado, De Gaulle seguia siendo el hombre de Colombey, el viejo estandarte francés.
Esta gradación de carisma es difícil, relativa y preocupante. Uno puede equivocarse con facilidad si no tiene perspectiva de tiempo para evaluarla. Pero parece claro que hay causas trascendentes que están más allá de las circunstancias de un momento y en ellas está el líder por antonomasia.

Otras en que la causa depende de la circunstancia del momento y en ella está el líder de tiempo corto, el líder circunstancial. Sin embargo llevado a sus últimas circunstancias, puede afirmarse que todo líder depende de una circunstancia, por más que esta circunstancia pueda describirse como de tiempo corto o de tiempo largo. En última instancia, al tiempo en que existe un líder quereconocemos, hay otros que no conoceremos porque están los que se suele describir como “fuera de tiempo”, es decir son líderes para una circunstancia que no se da en ese momento.

A pesar de que esto es así, creemos que vale la pena distinguir entre quienes son líderes de circunstancias de emergencia, y quienes establecen ciertas condiciones o doctrinas que se manifiestan de tiempo largo, por lo menos tan duradero como su vida. El tiempo pues es un elemento a considerar. ¿Cuánto dura un liderazgo? ¿Cuánto dura la situación que convierte a alguien en líder? El liderazgo situacional era un ejemplo, pero los hay más exactos, donde una persona se convierte en líder en una situación de emergencia y el grupo lo
sigue a través de riesgos graves. Una vez terminada la situación, el líder deja de tener esa aura especial y el grupo lo abandona. Este caso es el del incendio, el del naufragio y también lo es el de situaciones límites en las naciones. En estos casos se recurre a personas en quienes los demás depositan su confianza para sacarlos de la situación crítica. Sin embargo salidos de la misma quizá conserven para ellos, en el mejor de los casos,
el agradecimiento de haberlos salvado, nada más, y cuando nos referimos a ellos no hablamos de líderes, sino de héroes, de quienes tomaron el riesgo de seguir adelante, de ayudar a los demás. Señalamos pues dos elementos que nos importan: el tiempo de duración del liderazgo por un lado y la fuente de poder por el otro. Si ponemos estas dos variables en grafico, tendremos el siguiente cuadro que reúne los cuatro momentos de análisis más específico en este asunto: poder del líder: del grupo – de la organización

tiempo           corto 1  3
del
líder               largo 2  4

En el caso 1 el poder proviene del grupo, es decir se trata de alguien reconocido por sí mismo y es un líder por un corto tiempo. ¿Pero cómo se puede distinguir entre el líder de tiempo corto y el líder de tiempo largo y qué importancia tiene? ¿Acaso un líder de tiempo corto es el que equivale a un tiempo de incendio? ¿O es el de unnaufragio o aquel que guía al pueblo invadido contra el invasor o el que asume el poder en una situación difícil, social, politica o economica? ¿Y cuál es la importancia de uno u otro? Aunque el tiempo corto o largo es una definición a acordar, es importante por la trascendencia que significa. Un líder basado en el grupo
y que lo es por tiempo largo, seguramente lo es por un tema que importa no solamente a ese grupo sino al conjunto de la sociedad en la que ocurre el fenomeno. Personas como De Gaulle o Julio Cesar no hubieran podido ser líderes por un tiempo corto y aquellos que lo fueron definieron por eso mismo la inconsistencia de su causa.

El tiempo durante el cual trascurre la situación esta definiéndonos la situación misma no solo en su estabilidad presente sino en su trascendencia presunta. Un líder que lo es por dos dias, seguramente no pasara más allá de un golpe de Estado y su historia no trascenderá más allá de alguna anecdota. El mismo golpe de Estado líderado por quien se mantiene diez años en el poder, queda en las páginas de la Historia. El tiempo no nos define la calidad del liderazgo, sino la consistencia, la permanencia del liderazgo. Pero no hay permanencia sin
fuertes valores. Podemos no participar de esos valores, pero quienes han permanecido han tenido valores que han sido compartidos por los demás.
Aun los más duros dictadores, han tenido sin duda una fuerte parte de su pueblo a favor de lo que hacían. Cuando no ha sido así, han caído. Y si a veces parece que no haya sido así, es porque nos cuentan la Historia desde el punto de vista de las minorías. En el otro caso, el del líder que tiene su poder proveniente de la organización, el tiempo está dado por las características de la empresa: un negocio de momento o spot-business dará períodos de liderazgo cortos, pero lo habitual será que las organizaciones den periodos de liderazgo largos. Aunque la organización sea bastante flexible para aceptar el concepto del liderazgo situacional y permita a algunos actuar con poderes por encima de los suyos habituales en función de la situación, el líder será por tiempo largo, porque la empresa da poder por todo el tiempo que la
persona esta en la organización, sea esto en un lugar o en otro. De alguna manera el alcanzar un determinado nivel en la organización significa estar imbuido de un cierto poder que podrá ejercerse en un puesto o en otro,
pero en todo caso en puestos de poder similares. Es algo parecido a un rango militar o a un estado religioso.Así pues tenemos dos niveles: el líder basado en su grupo, que es lo que entendemos habitualmente como líder y el líder de tiempo largo, que es lo que reconocemos habitualmente como líder. No reconocemos a una persona que basada en el grupo lídera por poco tiempo. “Nos salvo del incendio”, pero no diremos que fue un líder sino después que elaboramos la situación, porque naturalmente eso no es un líder. De la misma manera no reconoceremos un líder que no esté basado en su propio poder en el reconocimiento de su grupo.