Walter Riso – De regreso a casa

Sinopsis:

La psicología de la salud ha demostrado que el equilibrio mente-cuerpo es
uno de los factores más importantes para crear inmunidad psicológica y física. Para
lograr esta armonía, no solamente necesitamos pensar bien y serenar la mente, sino
también integrar adecuadamente nuestras experiencias afectivas. Desgraciadamente, la
cultura de lo virtual ha creado un mundo artificial supremamente desequilibrado que nos
aleja cada día más de lo esencialmente humano. Estamos tan enfrascados en la rutina
mecanizada de lo habitual, que hemos desperdiciado una de las mayores fuentes de
conocimiento innato: la emoción biológica.

Si bien es cierto que muchas emociones inventadas por la mente son
malsanas y hay que eliminarías, las emociones primarias, no aprendidas, nos permiten
entrar al mundo de lo natural por la puerta grande. Como una llave mágica, ellas
descubren el léxico oculto de cómo piensa y opera el cosmos. El poder de las
emociones está en su pureza. Emocionarse es rescatar los vestigios más antiguos y
descontaminados de lo que verdaderamente somos y de este modo seguir
evolucionando. Si la mente desvirtúa su función original, ya sea bloqueándolas o
colocándolas al servicio de fines irracionales, pierden su capacidad curativa y pueden
crear enfermedad; pero si aprendemos a decodificar correctamente su mensaje implícito
y a fluir con ellas, estaremos creando salud y bienestar.

La motivación básica del presente texto es acercamos a estas emociones
benéficas, rescatarlas e integrarlas a la vida cotidiana, para que logremos recoger sus
enseñanzas y recuperar parte de aquella sabiduría natural que alguna vez tuvimos. Tal
vez debamos comprender de dónde venimos, para saber a dónde vamos. Y acaso, dejar
de buscar en la inmensidad del firmamento exterior, para indagar en nuestro propio ser.
En lo más primitivo de nuestra humanidad están las directrices que hay que seguir, sólo
debemos tomarlas y vivirlas a plenitud.