El alcohol y la depresión

El alcohol y la depresión parecen llevarse tan bien, en notado que existe un vínculo muy fuerte entre el alcoholismo y la depresión que puede volverse complicado a la hora de dar un tratamiento.

Tener un paciente deprimido y alcohólico es como tratar a dos pacientes en uno. Lo explico así, porque es necesario atender la depresión pero también es necesario atender la dependencia que tiene el paciente al alcohol.

¿Qué atender primero? ¿La depresión o el alcohol?

Para responder a esta pregunta primero explicare que es más recurrente que la dependencia al alcohol venga de la depresión, así que el orden en teoría seria atender primero la depresión y luego la dependencia al alcohol. Sin embargo, en la práctica todo cambia y se ha descubierto que el abuso de alcohol mientras se está deprimido puede aumentar el riesgo de suicidio. Así que la teoría nos puede costar la vida de una persona, por lo mismo creo más importante atender la dependencia al alcohol como primer instancia y luego atender los ciclos de depresión.

Dependencia al alcohol y depresión

El alcoholismo es un trastorno que produce muchos signos y síntomas similares requeridos para el diagnóstico de la depresión mayor. Aunque el alcohol a menudo causa inicialmente un “buen estado de ánimo,” el alcohol es una droga que causa la depresión, pero también una persona deprimida puede ser dependiente del alcohol, así que de ambas partes puede existir una tendencia.

Una persona deprimida busca refugiarse en el alcohol por el hecho de que el alcohol funciona como una droga que hace “olvidar por un momento” aquello que provoca la depresión en el paciente.

Recientes estudios acerca de la depresión han revelado que entre treinta y un cincuenta por ciento de los alcohólicos, en un momento dado, también sufren de depresión mayor.

Lo que debe saber acerca del alcoholismo y la depresión

  • Una persona con una historia familiar de alcoholismo tiende a presentar mayor riesgo en desarrollar depresión
  • El alcoholismo puede desarrollar trastornos de personalidad
  • El alcoholismo puede causar una recaída en pacientes con depresión
  • Los síntomas depresivos del alcohol son mayores cuando una persona deja de beber primero, por lo que los alcohólicos en recuperación, con un historial de depresión deben ser monitorizados cuidadosamente durante las primeras etapas de la abstinencia
  • El alcohol puede provocar conductas suicidas
  • Los síntomas de la depresión en los alcohólicos se reducen en gran medida los tres o cuatro semanas después de interrumpir el consumo de alcohol
  • El abuso del alcohol puede provocar depresión y aumentar la impulsividad
  • El alcohol está relacionado a los métodos de suicidio relacionados a la conducción de vehículos.
  • El alcohol afecta el juicio, lo que explica su asociación con los métodos de suicidio dolorosas.

De manera que el mayor riesgo que presenta una persona deprimida luego de consumir alcohol es la conducta suicida, por lo mismo es fundamental que las personas que sufren depresión mayor y/o que abusan de alcohol reciban atención lo antes posible por un profesional de la salud mental para tratar la problemática y prevenir las conductas suicidas.