Estrés infantil y desempeño escolar

Sinopsis:

La edad temprana es una de las etapas más vulnerables de los niños, esto porque durante los primeros años de vida los niños se vuelven receptores de todo su contexto. El estrés es uno de los problemas que afectan a los niños de manera permanente durante el ciclo escolar, el estrés puede hacerse evidente mediante problemas psicosomáticos, dentro de estos se encuentran las diarreas, problemas para dormir, alteraciones del apetito, hiperactividad, entre otros.

Como educadores y padres de familia debemos de tener en cuenta que cuando los niños presentan estos síntomas evidencian señales de que algo está afectado la vida del niño. Algunos niños presentan problemas en las relaciones sociales, actividades físicas, pasividad, apatía, depresivos, irritables. Estos son algunos de los síntomas que el niño con estrés presenta, claro, para poder decir que tiene estrés se debe de brindar una evaluación psicológica profesional. Entendiendo por estrés a una respuesta que el niño realiza en situaciones amenazantes, aunque claro los estresores (detonadores del estrés) pueden ser novedosos para cada quien, para algunos puede ser el nacimiento de un hermano o la mudanza.

Desarrollo:
Detonantes del estrés: 
En el niño existen diversos factores que provocan el estrés, por ejemplo el aspecto biológico, como padecer alguna enfermedad genética y someterse a revisiones médicas y fármacos con frecuencia y preocuparse por la imagen corporal.

En el ámbito familiar el estrés puede influir por la percepción que tienen los niños ante dificultades de toda índole que ocurren en el hogar, como las de tipo económico, por falta o exceso de supervisión de los padres, o bien por continuas peleas entre éstos y otros miembros de la familia.  

Estrés Infantil:
En realidad no existe algún tiempo o etapa en el que se manifieste el estrés, esto porque cada niño es diferente, en algunos niños se manifiesta durante los primeros años en otros durante los 8-12 años de edad.

En algunos casos se habla incluso del estrés pre natal que sucede antes del nacimiento, en los que se han apreciado niveles de estrés de acuerdo a las manifestaciones corporales del feto. La reacción en el bebé ante alguna situación que sucede a la mamá como un susto, también afecta al bebe.

El niño puede presentar estrés sin saberlo y sin tener conciencia de que sea en si lo que signifique estar estresado. Sin embargo, el estrés puede manejarse en la medida en que él sea consciente de aquello que está padeciendo, de su estado biológico, psicológico y conductual. En terapia, es recomendable que uno de los progenitores se someta al tratamiento junto al niño para que juntos afronten la situación que está generando estrés en el niño. El objetivo de esto es favorecer el tratamiento al niño y crear un ambiente en el que pueda desenvolverse.

La intervención oportuna es indispensable para evitar que el estrés se vuelva crónico incluso hacia la etapa adulta y pueda generar cuadros más severos, como ansiedad y depresión entre otras alteraciones. La intervención se brinda Desde la familia en donde se debe desarrollar un ambiente sano para su seguridad psicológica del niño.