No es suficiente describir la personalidad. La relación entre la personalidad y el comportamiento observable es a menudo sutil y no clara. El término dinámica de la personalidad se refiere a los mecanismos mediante los cuales se expresa la personalidad, con frecuencia enfocándose en las motivaciones que dirigen el comportamiento. Una teoría debe explicar la dinámica de la personalidad y el desarrollo; también debe proporcionar conceptos descriptivos como los rasgos. Sin tal amplitud de teoría, los rasgos pierden su significado completo.
La motivación proporciona energía y dirección al comportamiento. Si usted ve a una persona correr con energía hacia una puerta, se preguntará: “¿Por qué corre?” ¿Cuál es la motivación? Los teóricos discuten muchos motivos. Algunos asumen que las motivaciones fundamentales o metas de toda la gente son similares. Sigmund Freud sugirió que la motivación sexual sustenta la personalidad; Carl Rogers propuso una tendencia para moverse hacia los niveles más altos del desarrollo. Otros teóricos, quienes sugirieron que los motivos o metas varían de una persona a otra, midieron estas diferencias como rasgos. Por ejemplo, Henry Murray en el año 1938 listó docenas de motivos de importancia variada para diferentes personas. Una persona puede estar motivada por el logro y otra por el poder. El término motivación implica que la persona busca una u otra de estas diversas metas. El término dinámica es más general; se refiere a los procesos que pueden o no involucrar la orientación hacia una meta.
La dinámica de la personalidad incluye la adaptación o el ajuste del individuo a las demandas de la vida, de manera que tiene implicaciones para la salud mental. La teoría moderna de la personalidad considera los procesos cognoscitivos como el aspecto principal de la dinámica de la personalidad. El cómo pensamos es un determinante importante de nuestras elecciones y de nuestra adaptación. Además, la cultura nos influye a través de sus oportunidades y expectativas.
Adaptación y ajuste
Las situaciones requieren lidiar con ellas. La personalidad comprende la forma en que una persona se enfrenta al mundo, se adapta a las demandas y oportunidades en el ambiente (adaptación). Este énfasis refleja la fuerte asociación histórica entre la teoría de la personalidad y la psicología clínica. Muchas teorías de la personalidad tienen sus raíces en el tratamiento clínico de los pacientes. La observación de su desajuste (y de su creciente ajuste con el tratamiento) sugirió más ideas generales acerca de la personalidad que fueron aplicadas ampliamente a poblaciones no clínicas. La gente se adapta de diferente manera, de forma que las mediciones de los rasgos de la personalidad pueden utilizarse para predecir la manera en que enfrentan las situaciones.
Procesos cognoscitivos
¿Qué papel desempeña el pensamiento? Las teorías sobre este asunto varían en forma considerable. Con base en la experiencia clínica, Sigmund Freud propuso que los pensamientos conscientes son sólo una parte limitada de la dinámica de la personalidad. Las dinámicas inconscientes son más importantes en su teoría psicoanalítica. En las décadas recientes, los psicólogos han aprendido mucho más sobre la cognición. La personalidad es influida por nuestras formas de pensar acerca de nuestras capacidades, así como de nosotros mismos y de la demás gente.
Cuando la experiencia o la terapia cambian nuestros pensamientos, también cambia nuestra personalidad.
Cultura
Históricamente, las teorías de la personalidad se han enfocado en el individuo, situando a la cultura en segundo plano. Esto dejó un cuadro incompleto de la personalidad e impidió a las teorías una adecuada explicación de las diferencias de sexo, etnia y cultura. Influidos por una mayor atención al cambio cultural y por el trabajo de los psicólogos sociales, los teóricos de la personalidad han empezado a considerar el papel de la cultura en la personalidad. Todavía hay mucho por hacer para entender de manera adecuada el papel de las influencias sociales en la personalidad, pero podemos estar seguros de que algunas de las motivaciones que dirigen a la gente están moldeadas por su cultura.
Influencias múltiples
La dinámica de la personalidad involucra múltiples influencias, tanto del ambiente como de adentro de la persona. En el ambiente, las situaciones pueden proporcionar oportunidades para satisfacer las metas o las amenazas que requieren de la adaptación. Dentro de la persona, varios aspectos de la personalidad pueden combinarse para influir en el comportamiento. Por ejemplo, tanto la ambición (necesidades de logro) como la amistad (necesidades de afiliación) influyen en el comportamiento “estudiar con un amigo”.
El concepto de causalidad múltiple (a veces llamado determinismo múltiple) no es controversial. Poner esto dentro de una aseveración teórica precisa, no obstante, es muy difícil. Sabemos que los rasgos de la personalidad y las situaciones influyen en el comportamiento, pero, ¿qué tan importante es cada uno y cómo están combinadas estas influencias?
Los análisis estadísticos de causas múltiples son complicados y los investigadores no están de acuerdo en cómo deberían combinarse las causas múltiples. Es tentador, por lo tanto, que, para describir la dinámica de la personalidad en términos simples, se enfoque sólo en algunas de las influencias sobre la motivación y esto pudiera ser razonable en la medida en que recordemos que la gente del mundo real está sujeta a muchas más influencias que las de nuestros modelos representativos simplificados.
Con el tiempo, las múltiples influencias que describimos en la personalidad necesitarán incluir muchos niveles de explicación. ¿Cómo las influencias en el ámbito biológico tales como el temperamento tímido heredado se combinan con las experiencias particulares tales como una familia que apoya para influir en la personalidad?
Referencia: CLONINGER, SUSAN C. “Teorías de la personalidad” PEARSON EDUCACIÓN, México, 2003. Pág 10