Mascara: Los términos personality en inglés, personalité en francés y personlichkeit en alemán, se parecen mucho al personalitas del latín medieval. En el latín clásico sólo se usaba persona.
Todos los eruditos están de acuerdo en que el significado original de esa palabra es ‘máscara’”. Estas palabras fueron escritas por el psicólogo estadounidense Gordon Allport en el año 1,961.
Mascara según Allport
Allport rastreó luego el significado del término persona en una frase aún más antigua en latín: per sonare, que significa “sonar a través de”. La frase “per sonare” o, de manera literal, “hacer sonidos a través de” se refería a la boquilla de la máscara teatral a través de la cual se proyectaba la voz del actor. Los significados posteriores citados por Allport demuestran que el significado del término persona evolucionó lentamente a una designación más abstracta que se refería tanto a la apariencia (la máscara) como a la persona debajo.
La metáfora de la máscara aparece con frecuencia en las teorías de la personalidad y entre uno de los principales autores esta Allport quien observó la diferencia entre su enfoque de la personalidad y el freudiano: él fue uno de los fundadores de la teoría académica de la personalidad. Realizó su tesis de doctorado en el campo de la teoría de la personalidad y desarrolló el primer curso universitario sobre ese tema, que enseñó con dedicación entre las décadas de 1930 y 1960 en la Universidad de Harvard.
En 1962, Allport hablaba del valor y el sentido incipiente de autodirección que necesitó cuando era un joven estudiante de posgrado para continuar en el campo de la personalidad como tema de su tesis.
Gordon Allport
a cada estudiante de posgrado se le permitía decir en dos o tres minutos en qué estaba trabajando para su tesis de doctorado. Cuando llegó mi turno y dije que trataba de hacer un estudio experimental de los rasgos de la personalidad humana, Titchener (un destacado psicólogo experimental) me miró fijamente. . . el silencio pareció prolongarse por una hora, pero es probable que sólo fuera un minuto. . . ¡Fue una respuesta cruel para un joven estudiante de posgrado!
Allport añadió que el mentor que más lo apoyaba, quien había visto el suceso, lo llevó luego a un lado y le dijo: “No te preocupes por lo que piense Titchener”. Y de repente dejó de importarme, era irrelevante. Creo probable que el suceso fuera un trauma benigno porque, en los años siguientes, no me preocupaba lo que pensaran mis colegas y eso fue afortunado.
En definitiva Allport fue parte de una minoría que se apartó de la norma en la psicología moderna para formular su teoría de los rasgos.