Test Explorativo de Gramática Española – A Toronto

Ficha Técnica:

Nombre: Test Explorativo de Gramatica Española- A. Toronto
Nombre Original: Screening Test Of Spanish Grammar – S. T. S. G.
Autores: Laura Lee- A. Toronto
Procedencia: Estados Unidos
Adaptación al Español: Maria Mercedez Pavez
Aplicación: Individual
Edad de aplicación: 3 y los 6 años 11 meses
Duración de la prueba:
Finalidad: instrumento válido y confiable, para evaluar en forma rápida el desarrollo gramatical de los niños entre los 3 y los 6 años 11 meses.
Baremación:
Fue estandarizado en E.E.U.U. en 1973, con una muestra de 192 niños, 96 de ascendencia mexicana y 96 de ascendencia puertorriqueña, entre las edades de 3 y 6 años 11 meses.
En el año 1980 se realizó en la carrera de Fonoaudiología un Seminario de Título con el objetivo de “comprobar la eficacia del S.T.S.G. como instrumento para evaluar en forma rápida el desarrollo gramatical en niños chilenos normales agrupados en rangos de edades diferentes” (Bustos y cols., 1980). Para esta investigación fue necesario realizar modificaciones en algunas formas gramaticales y en vocabulario, sustituyendo algunas expresiones del test por otras de uso frecuente en Chile.

Materiales:
•    Subprueba expresiva
•    Subprueba receptiva
•    Protocolos de aplicación
•    Protocolos de calificación
•    Manual A. Toronto
•    Baremos de calificación
•    Lápiz HB2
•    Afila lápices
•    Goma de borrador

Desarrollo:
El Test Explorativo de Gramática Española de A. Toronto consta de dos subpruebas, una receptiva y una expresiva. Cada una de ellas evalúa 23 elementos sintácticos. Estos elementos se presentan en 23 pares de oraciones; las oraciones que conforman los pares varían solo en el elemento sintáctico evaluado, así por ejemplo, si la categoría evaluada es el tiempo verbal, el ítem respectivo comprende dos oraciones opuestas, ejemplo:

Item No. 8 (subprueba expresiva)
•    El niño se vistió*
•    El niño se viste
El asterisco que aparece a la derecha de una de las oraciones que componen cada pareja indica que esa oración es la primera por la que se le pregunta al niño; el orden de presentación ha sido determinado al azar en cada ítem.
Las mismas estructuras sintácticas se presentan en ambas subpruebas del test, aunque en una ordenación diferente. Los elementos sintácticos evaluados se presentan a continuación en la tabla No. 2 y, junto a cada uno de ellos, aparece el numero del ítem donde se evalúa.

El test consta de una hoja para registrar las respuestas y de un set de 48 laminas.
La modalidad utilizada en la subprueba receptiva consiste en el reconocimiento de láminas.
La expresión es evaluada mediante la repetición de las oraciones que el examinador presenta en forma oral al niño y que se refieren a determinados dibujos.
En la subprueba receptiva, cada lamina consta de 4 dibujos, dos de los cuales actúan como distractores; en la subprueba expresiva, la lamina contiene solamente dos dibujos para cada ítem (no hay distractores).
Instrucciones para aplicar la prueba de Toronto
La prueba se administra en forma individual. El examinador debe decir las oraciones con claridad y un poco más lento en la conversación normal. Hay que evitar la tendencia a exagerar y a dar énfasis a la estructura examinada. El examinador puede repetir las oraciones mas de una vez si cree que el niño no entendió la primera vez o si no respondió (máximo tres veces).
El test se aplica utilizando el set de laminas para elicitar las respuestas de los niños. Al comienzo de ambas subpruebas, hay una página de demostración cuya finalidad es explicar al niño la tarea que debe de realizar. Las laminas empleadas para esta demostración se identifican con A en la subprueba compresiva y con B, en la subprueba expresiva.
Instrucciones para la Subprueba Receptiva
Se inicia la aplicación con las oraciones de la pagina de demostración (A) de esta subprueba: “el niño está comiendo” y “la niña está comiendo”. Se utilizan las instrucciones que se detallan más adelante. Si fueran necesarios más ejemplos, el examinador puede inventar sus propias oraciones que correspondan a los dibujos de demostración, utilizando un vocabulario que sea conocido por el niño.
Una vez que ha efectuado la demostración y ratificado que el niño comprende la tarea, el examinador dice las dos oraciones correspondientes al primer ítem (sin identificar los dibujos), luego repite la oración con el asterisco y solicita al niño que señale el dibujo respectivo.
Las instrucciones especificadas dadas al niño son “te voy a hablar de estos dibujos. Míralos todos, espera que termine de hablar (se le muestra la primera pagina sin indicar los dibujos): “el niño está sentado”. “El niño no está sentado”, muéstrame “el niño está sentado” (el niño señala). Se continúa la subprueba receptiva utilizando el mismo procedimiento en todos los itemes.
La respuesta del niño (correcta o incorrecta) se registra en la hoja de respuestas frente al ítem respectivo. Es correcta cuando señala el dibujo correspondiente al estimulo verbal presentado.
Instrucciones para la subprueba expresiva:
Se inicia la aplicación de la subprueba con la página de demostración (B). Utilizando las oraciones “el niño está tomando leche” y “la niña está tomando leche”. El examinador presenta las dos oraciones (sin identificar los dibujos) según las instrucciones detalladas más adelante. Después de la demostración y de corroborar que el niño comprendió la tarea, se procede a aplicar los itemes de la subprueba.
El examinador dice las dos oraciones (sin identificar los dibujos) y luego señalando el dibujo que presenta a la oración con asterisco, le pide al niño reproducir la oración correspondiente. Luego le pregunta por la segunda oración del ítem y así se continua con toda la subprueba expresiva. Esta tarea generalmente es más difícil que la requerida por la subprueba receptiva, porque el niño tiene que comprender la oración antes de repetirla.

Las instrucciones especificas son: “aquí hay otros dibujos de los que te voy a hablar. Cuando yo termine, quiero que tu repitas lo que te dije. Espera que yo termine”. Se le muestra la primera página diciendo las oraciones:
“la puerta está cerrada”
“la puerta  no está cerrada” (sin identificar los dibujos) y se le pregunta ¿Cuál es este? (indicando primero el dibujo que corresponde a la oración con asterisco). Luego, se le pregunta por la segunda oración del ítem. De este modo, se continúa con todos los ítemes de la subprueba expresiva.

La respuesta del niño se escribe lo más fielmente posible en la hoja de respuestas frente al ítem correspondiente. Además de registrarla por escrito, es recomendable grabarla para facilitar su posterior corrección, en especial cuando el niño presenta trastornos fonológicos y/o problemas articulatorios.
Si un niño no entiende que el examinador quiere que repita la oración, se le dan nuevas instrucciones: cada dibujo tiene un nombre. Uno se llama “la puerta está cerrada” y el otro se llama “la puerta no está cerrada”. ¿Cómo se llama este? (se indica el dibujo correspondiente).

Se aplican las 2 subpruebas el mismo día y por el mismo examinador. Es necesario administrar todo el examen debido a su brevedad, pero si el niño falla permanentemente en la primera mitad de una de las subpruebas (demostrando que no puede responder o es incapaz de responder correctamente ningún item), se puede suspender por 5 minutos, trascurridos los mismos se continua con la evaluación.
Evaluación de Test de Toronto
Cada ítem puede recibir 2 puntos, uno por cada respuesta correcta. Se dan 2 puntos, si el niño responde correctamente ambas oraciones; un solo punto si cumple la tarea de una de las dos oraciones y ninguno si falla en ambas oraciones.  El puntaje máximo por cada subprueba es de 46 puntos.

En la parte receptiva del examen, el señalar el dibujo equivocado es un error.  Si un niño  persiste en indicar el dibujo que se halla en el mismo cuadrante de cada página, se debe regresar a la página de demostración y repetirle las instrucciones para estar seguro que ha comprendido la naturaleza de la tarea, que exige explorar toda la lámina antes de responder.  (“Mira bien todos los dibujos”).

En la parte expresiva, se considera error que el niño al repetir la oración se equivoque en cualquier elemento gramatical de la oración modelo o si cambia la estructura examinada en ella.  Variaciones que no cambian el significado de la oración modelo, o que no afectan la gramaticalidad, son evaluadas como correctas.
Basándose en estos criterios, Toronto ejemplifica en forma explícita señalando las respuestas alternativas que se aceptan y las que no se aceptan en cada ítem; aspecto que también fue modificado por el grupo chileno.