Ficha Técnica:
Nombre: TONI 2 – Test de Inteligencia No Verbal – Apreciación de la habilidad cognitiva sin influencia del lenguaje.
Nombre Original: TONI-2 – Test of Nonverbal Intelligence
Procedencia: PRO-ED, Austin, Texas
Adaptación al Español: Ma. Victoria de la Cruz, Departamento I+D de TEA Ediciones, Madrid (1,995) Edición: No 2
Autor: Linda Brown / Rita J. Sherbenou / Susan K. Johnsen
Aplicación: individual o colectiva a grupos muy pequeños
Edad de aplicación: de 5-85 años
Tiempo de aplicación: sin límite de tiempo, entre 15-20 aproximadamente
Evalúa: apreciación de la capacidad para resolver problemas, eliminando en la mayor medida posible la influencia del lenguaje y de las habilidades motrices.
Puntuación: numero de aciertos, considerando umbral y techo.
Baremacion: muestras españolas en niños, adolescentes y adultos.
Materiales:
• Manual de Aplicación
• 104 Laminas de aplicación
• Hojas de Anotación del TONI-2
Descripción de la Prueba:
El TONI-2 es un medida de la capacidad para resolver problemas con figuras abstractas, exenta de la influencia del lenguaje. Se diseño para ser utilizado con sujetos de edades comprendidas entre 5-85 años de edad. Existen dos formas equivalentes A y B; cada una de ellas está formada por 55 elementos ordenados por dificulta creciente.
Jensen (1,980) indica algunas normas y dimensione que deben cumplir los test libres de influencias culturas o de lenguaje:
a) Deben ser medidas de tipo manipulativo que puedan sustituir a las de papel y lápiz.
b) Las instrucciones se transmitirán por medio de mímica y no de forma oral o escrita.
c) Deben incluir algunos ejemplos previos de práctica.
d) No deben tener tiempo limitado
e) En lugar de estar formados por dibujos concretos o fragmentos de lectura, el contenido de los elementos debe ser de tipo abstracto.
f) Para contestar al test se requerirá razonamiento o capacidad para resolver problemas, sin que sea necesario tener que recordar ninguna información específica.
g) Los problemas deben ser nuevos, para evitar contaminación por el recuerdo de una información aprendida previamente.
Al construir el TONI, primera versión, se procuro que cumpliera todas estas normas. A pesar de la amplia utilización de los test de inteligencia y de que se puede disponer de muchos instrumentos cuya validez ha sido comprobada teórica y empíricamente, se observa una necesidad creciente de instrumentos de este tipo que no estén excesivamente afectados por factores lingüísticos, motrices o culturales.
El lenguaje y las habilidades motoras son componentes importantes de las medidas de la inteligencia que se utilizan habitualmente. Sin embargo, hay muchos sujetos para quienes estas medidas simplemente no son adecuadas. Personas que no son capaces de leer o escribir, que tienen dañadas o deterioradas sus habilidades verbales, que tienen diferentes raíces lingüísticas o que por otras razones requieren que en la aplicación del test no influya su capacidad para oír, hablar, leer, escribir o dar respuestas motoras significativas.
Una buena proporción de los sujetos a quienes se evalúa en escuelas, clínicas y hospitales están comprendidos en alguna de estas categorías. En ellas se incluyen afásicos, personas que no hablan el mismo idioma, sujetos que tienen dificultades de aprendizaje, sordos o individuos que han sufrido traumas neurológicos severos, lesiones en la cabeza, golpes, parálisis cerebral y otros similares. Se han construido muy pocos test que no tengan tanta carga cultural. Ciertamente ningún test puede estar completamente libre de la influencia de la cultura pues la propia aplicación de pruebas lleva consigo una importante carga cultural.
Sin embargo en la actualidad el número de personas de diversas culturas tanto en los centros de trabajo como en la escuela va en aumento y esto hace que sea necesario disponer de medidas para apreciar la capacidad intelectual que dependan lo menos posible de la influencia de aspectos específicos del lenguaje, minimizado de este modo el sesgo respecto a sujetos de minorías étnicas, o distinto nivel socio-económico o lingüístico (sattler, 1,998)
El TONI-2 es una prueba muy especializada, de rápida corrección y aplicación. Su contenido pertenece a campos muy limitados para que su forma de aplicación suponga las menores restricciones posibles, en los aspectos lingüísticos y motrices, para los sujetos a quienes se aplica. En las primeras etapas del desarrollo de la prueba hubo muchas deliberaciones para llegar a decisiones definitivas que representan algunas ventajas e inconvenientes para los usuarios del TONI-2.
El TONI-2 está libre de influencia del lenguaje y la reducida necesidad de una respuesta motora por lo tanto hace que sea el instrumento ideal para aplicar a sujetos difíciles de examinar. Entre este tipo de sujetos cabe mencionar los que han contraído o desarrollado algún tipo de afasia y otros problemas severos del lenguaje; los sordos o lo que tienen dificultades auditivas; los que no tienen un suficiente dominio del idioma (no son capaces de leerlo y escribirlo) y los que, a causa de parálisis cerebral, lesiones de cabeza o golpes tienen dificultades del lenguaje y la motricidad.