El modelo psicoanalítico se basa en indiscutibles suposiciones formales. Este modelo deduce que existe una energía que brota principalmente de los instintos sexuales y recibe el nombre de “libido”. Esta misma puede variar en intensidad dependiendo de cada individuo; la libido está presente incluso en la primera infancia, aunque claro, no está limitada a los órganos sexuales sino que se ve vinculada sucesivamente a una variedad de zonas del cuerpo relacionadas con la nutrición, la excreción y también la procreación. La vinculación a una de esas zonas determinará el carácter del individuo por un proceso que se llama “fijación”.
M.C. Angermeyer & Matschinger, 1994En Alemania se atribuye la causa de las psicosis a los conflictos intrapsíquicos, a ausencia de voluntad o a demasiada ambición, en proporción mayor que a los factores biológicos.
Hillert, 1999
Los norteamericanos tienden a ver los problemas psíquicos como causados por dificultades vitales y susceptibles de ser mejorados mediante esfuerzos terapéuticos
Danielle Goerg, 1999
En Suiza, un porcentaje importante de la población destaca la importancia de factores psicológicos personales, como falta de fuerza de voluntad, demasiada exigencia hacia sí mismo, etc.
Limitaciones y abusos
De acuerdo con Fonagy, en algunas circunstancias, la utilidad del tratamiento psicoanalítico de los trastornos mentales se pone seriamente en tela de juicio, pese a que numerosas investigaciones prueban su eficacia.
La responsabilidad de la caída del prestigio del Psicoanálisis como técnica terapéutica incumbe, en parte, a los psicoanalistas que han pretendido durante décadas emplearlo sistemáticamente en ciertas indicaciones inadecuadas (a causa del “furor curandis”), a la vez que se mostraban enérgicamente en contra de someter la teoría y práctica a un examen científico minucioso.
Guimón, 1998b
En realidad, para los enfermos psiquiátricos, el Psicoanálisis se revela largo y doloroso y sus resultados son difíciles de evaluar. Aun cuando para ciertos diagnósticos el análisis representa todavía una de las mejores indicaciones, los pacientes piden un alivio rápido de su sufrimiento y, para la mayoría de los trastornos, los fármacos y ciertas Terapias no-analíticas ofrecen resultados sintomáticos más evidentes. Pero no es menos cierto que una actitud informada desde un punto de vista dinámico representa un beneficio para la mayoría de los pacientes psiquiátricos.
Aclaro que no pretendo ofender a ningún psicoanalista, pero a mi criterio creo firmemente que el psicoanálisis está perdiendo cada vez más su esencia.
Por otro lado, al igual que la tecnología, las ciencias están sujetas a influencias de modas y factores económicos. En este sentido, sea a causa de las nuevas clasificaciones psiquiátricas que subrayan más bien los síntomas que la personalidad de fondo de los pacientes o por factores económicos, la Psicoterapia analítica individual a largo término se encuentra hoy en día desvalorizada.
El Psicoanálisis ya no es, tampoco, como hace algunos años, el modelo alrededor del cual se desarrolla la mayor parte de la formación de los profesionales en Salud Mental. Ya que hoy en día se busca ofrecer Terapias “rentables” (comportamentales, cognitivas) con la ayuda de un personal poco formado, apoyado por supervisiones ocasionales y es así como también la psicología pierde credibilidad ante la sociedad.
Por otra parte, desde el punto de vista teórico, el modelo psicoanalítico atraviesa por una crisis en los últimos decenios. Revisando el Social Science Citation Index, vieron que las dos revistas psicoanalíticas más importantes (International Journal of Psychoanalysis y The Journal of the American Psychoanalytic Association) eran citadas por otras revistas muchos menos que la revistas importantes de Psiquiatría o Psicología, lo que era un indicio de que el impacto científico del Psicoanálisis sobre otras disciplinas puede estar en declive.
Ello no era debido a que los no-analistas (que publican en revistas de estudios psiquiátricos) estén menos interesados que hace unos años, sino que fueron precisamente los psicoanalistas quienes citaban poco a sus colegas en las revistas psicoanalíticas.
Se puede argumentar que las importantes Escuelas psicoanalíticas que surgieron a lo largo de la última mitad del siglo XX se están fragmentando: “Los psicólogos del Yo ya no son psicólogos del Yo; los Winnicottianos ya no son sólo Winnicottianos; los psicólogos del self se han fragmentado; los Kleinianos- Bionianos cada vez tienen menos en común más allá de estos dos gigantes en el campo.
Harry Stack-Sullivan
En ausencia de un lenguaje común, nos vemos forzados a ocupar un territorio intelectual cada vez menor (…). Finalmente, nos quedaremos solos, protegiendo ferozmente nuestra parcela psicoanalítica personal”
A pesar de las críticas, la teoría y la práctica psicodinámicas siguen prósperas. Las contribuciones de las Escuelas modernas de teoría dinámica son importantes y abundantes. Existen numerosas elaboraciones, modificaciones y mejoras de las teorías originales de Freud sobre la personalidad y algunas de ellas, han obtenido excelentes resultados en sus aplicaciones clínicas, aunque otras como explique también se han desviado y han perdido la esencia del psicoanálisis.
No sé lo que en realidad depara al psicoanálisis en los próximos diez años y si la vida me permite saber lo que acontecerá, aquí seguiré escribiendo los avances o la decadencia del psicoanálisis. Saludos.
Referencia: Guimon, José. “Eficacia de las terapias de la salud mental” ¿existe un modelo universal de terapia en salud mental? Ediciones Desclée de Brouwer. Madrid, España. 2004. Págs. 301