Las terapias humanistas dan importancia al deseo por parte de las personas de lograr el respeto de sí mismas. Este enfoque intenta alentar el potencial de crecimiento de las personas, la autodeterminación y la elección. Sostienen que la base del cambio de conducta radica en una nueva conciencia y la creación de nuevos significados.
Terapias humanistas más utilizadas
La terapia centrada en el cliente
La terapia centrada en el cliente es uno de los mejores ejemplos de la terapia humanista. Carl Rogers, el creador de esta terapia, consideró que el individuo busca el crecimiento personal pero necesita el apoyo de un terapeuta que lo aprecie y acepte.
El terapeuta es un facilitador no directivo que alienta la autoexploración del cliente y sus esfuerzos por lograr mayor madurez y confianza en sí mismo. Mientras que en la terapia psicodinámica tradicional la relación terapéutica (que incluye la transferencia y contratransferencia) y las interpretaciones del terapeuta ayudan a los pacientes a resolver los problemas personales, en la terapia centrada en el cliente un terapeuta que no emite juicios facilita el proceso de autocomprensión, pues sirve como espejo para el cliente.
Los terapeutas centrados en el cliente hacen hincapié en la importancia de una aceptación incondicional, una aceptación libre de juicios y empatía por parte de los terapeutas. Mientras que un terapeuta conductual debe concentrarse en lograr que los clientes cambien su conducta, un terapeuta rogeriano debe enfocarse en proporcionar un ambiente en el que ellos se sientan libre para expresar sus pensamientos y sentimientos.
Los terapeutas centrados en el cliente suponen que una atención incondicional positiva aumentará la autoaceptación y el autoconocimiento del cliente, lo que logrará que éste cambie su conducta.
Terapia Gestalt
La terapia Gestalt se centra en las percepciones que los pacientes tienen de sí mismos y del mundo. Se basa en el reconocimiento de que las personas organizan en forma inconsciente sus percepciones como una Gestalt: un todo significativo e integral. Un terapeuta Gestalt emplea varias técnicas, que incluyen la representación de papeles en un esfuerzo por estimular al cliente para que exprese sus emociones fuertes. Fritz Perls, el creador de la terapia Gestalt, hizo hincapié en la relación entre las percepciones distorsionadas, las motivaciones y las emociones. A diferencia de la mayoría de los terapeutas humanistas, que destacan la importancia de las consideraciones positivas incondicionales para con el cliente, Perls en el año 1969 creía que la labor principal del terapeuta era frustrarlo, hacerlo que se sienta lo suficientemente enojado como para luchar contra sus conflictos con autoridad y, por lo tanto, desarrollar los sentimientos de autoestima. Perls sostenía que, en lugar de tratar de reconstruir los antecedentes de las relaciones del paciente con otras personas como se hace en la terapia psicodinámica tradicional y el psicoanálisis, el terapeuta debe dar importancia a las experiencias del paciente en todo momento conforme progresa cada sesión.
Referencia: SARASON, IRWIN G., SARASON, BARBARA R. “Psicopatología. Psicología anormal: el problema de la conducta inadaptada” Undécima ediciónPEARSON EDUCACIÓN, México, 2006.