Para Beck y Emery la restructuración cognitiva en niños está orientada al desarrollo de la autoconciencia a través de la identificación de pensamientos, con el objetivo de producir cambios de significado.
Desde el punto de vista terapéutico, el uso de esta técnica se orienta al logro de una alianza terapéutica, a construir una relación colaborativa, favorecer adherencia al tratamiento y evaluar y reformular los pensamientos que pueden alterar el estado de ánimo y personalidad del niño, disminuyendo así la sintomatología y mejorando la adaptación al medio.
Reestructuración cognitiva
Por medio del desarrollo de la autoconciencia se pretende ayudar al niño para darse cuenta de los procesos de pensamiento, esto a través de una identificación con ellos. Con esto, el terapeuta puede tener un entendimiento de las vulnerabilidades que afectan al niño.
Objetivos de la técnica
El objetivo terapéutico es ayudarlo a reestructurar su pensamiento. El conteo de pensamientos puede realizarse escribiéndolos en un cuaderno o pizarra, esto permite al niño observarse a sí mismo.
La intervención a través de la técnica de reestructuración cognitiva, consiste en lograr que el niño experimente la realidad de una forma menos amenazante, menos interferido y más controlado.
Es recomendable utilizar diferentes métodos y técnicas según los intereses del niño, su etapa evolutiva y el proceso terapéutico. Mediante las técnicas verbales, en particular, la reestructuración cognitiva es posible favorecer los siguientes objetivos terapéuticos: desarrollo de alianza terapéutica, evaluación de factores asociados al trastorno, disminución de sintomatología (angustia, ansiedad, síntomas depresivos, ideas delirantes, alucinaciones, ideas obsesivas), mejorar funcionamiento en cada uno de sus roles (escolar, familiar, social), lograr adaptación al medio, lograr comprensión de la patología y adherencia al tratamiento.
Desarrollo de elementos evolutivos que favorece
A través de la técnica se favorecen: elementos cognitivos: percepción de la realidad, visión del mundo, visión de sí, visión del futuro, comprensión conceptualización; elementos afectivos: identificación y diferenciación de emociones, autocontrol, intereses, motivaciones; elementos sociales: toma de perspectiva, relaciones interpersonales, comunicación; elementos morales: creencias y valores, conceptos de respeto, responsabilidad y justicia.
Edades de aplicación
Para utilizar esta técnica se utilizara la clasificación de desarrollo cognitivo de los niños según Piaget. Para cada edad y etapa, el terapeuta debe diseñar estrategias de intervención apropiadas según las características de cada paciente.
En la etapa de las operaciones concretas (6 a 11 años) no es posible aplicar con facilidad las técnicas verbales. Es en la etapa de las operaciones formales (desde los 12 años) en que los preadolescentes y adolescentes desarrollan una forma de pensamiento similar al adulto que incluye conceptos abstractos y holísticos.
Forma de aplicación desde el enfoque
Para Beck y Emery la forma de aplicación considera la relación colaborativa entre terapeuta y paciente, terapia breve y de tiempo limitada, estructurada y directiva, orientada al problema, y con un modelo educacional.
Referencia: María Gabriela Sepúlveda, Cristian Alcaíno y Gabriel García “Psicoterapia Evolutiva Constructivista en Niños y Adolescentes, Métodos y Técnicas Terapéuticas Juegos, imágenes, diálogos” Santiago, Universidad de Chile, 2012. Pág. 192