Sinopsis:
El lenguaje es el medio de comunicación por excelencia en el que se puede expresar y comunicar los pensamientos.
A pesar de conocer algún lenguaje de comunicación se debe de conocer también las reglas, normas y leyes de la lengua, es cierto, cada persona utiliza de manera diferente el lenguaje esto sucede por la influencia cultural, situación socioeconómica, factores internos como la motivación, la atención o el cansancio.
Por lo tanto, el lenguaje es un sistema complejo que está organizado por leyes y reglas que gobiernan su funcionamiento.
Es un sistema de símbolos, cada uno de ellos con un sonido propio, llamados FONEMAS. La secuencia de fonemas forma silabas que mediante reglas de combinación pueden formar MORFEMAS que son unidades de significado que forman conceptos e ideas. De manera que el lenguaje esta doblemente articulado, la primera articulación a nivel significativo, la forma los morfemas; la segunda, a nivel de sonido que son los fonemas. Para que el lenguaje sea comprendido estos dos deben de funcionar de manera análoga.
Desarrollo:
El Desarrollo del Lenguaje en niños:
Para explicar, como se desarrolla el lenguaje en niños lo explicare en tres estadios que son:
1. Etapa Pre lingüística
2. Etapa Preescolar
3. Etapa Escolar
1. Etapa Pre lingüística
Durante el primer año de vida, el niño no puede comunicarse por medio del lenguaje, su comunicación es vaga e imprecisa y se limita a balbuceos, risas y llantos. Las primeras reacciones al estímulo sonoro son del tipo reflejo, como consecuencia sus primeras respuestas a ellos son: llanto, movimientos físicos involuntarios asociados al susto, sorpresa, agrado o disgusto.
A los ocho meses, la audición permite al bebe darse cuenta de los sonidos que emite, lo que facilita la regulación de la emisión vocálica y la emisión del balbuceo imitativo. La evolución de sus respuestas al sonido lo conduce a localizar la fuente sonora, a experimentar y producir sonidos voluntarios, a imitar los sonidos que escucha, a responder a la música con vocalizaciones, etc.
2. Etapa Preescolar
La manera en que un niño comprender el lenguaje es a través del contenido emocional del discurso según la entonación del hablante. El aprendizaje de las palabras exige el desarrollo de la memoria auditiva, la evocación de vivencias anteriores y la afinación de la discriminación fonética. La noción de identidad en el niño y de sus conocimientos del mundo que le rodea son las fuentes primarias para el desarrollo del vocabulario y la expresión.
Durante la etapa de estructuración, el niño alcanza el dominio del lenguaje para utilizarlo en su comunicación social y en el aprendizaje escolar; se afirman los conceptos verbales por conducto de la evocación, la imitación y el juego simbólico. El juego simbólico consiste en la representación de hechos ocurridos con anterioridad por medio de ademanes y gestos que asumen un contenido significativo: al aprender el juego el niño trata de imponer sus propias reglas, en tanto que aprende el código impuesto por la generalidad del ambiente social.
La palabra o expresión oral es una señal que reemplaza a los objetos físicos y eleva los objetos tangibles a nociones abstractas de pensamientos que rompen los límites del mundo físico. La expresión competente exige de control audio-fonético suficiente para lograr un nivel de integración fonética acorde a la estructura interna de la palabra. Por lo tanto, el niño ha de distinguir diferencias mínimas de velocidad, ritmo, acentuación e intensidad que requieren de atención y concentración suficientes para regular su actividad motora en el habla. Sin embargo en esta etapa, el niño aun no puede alcanzar una perfección articulatoria y comete errores que restan inteligibilidad a su expresión.
3. Etapa Escolar
Al comienzo de la vida escolar el niño logra perfeccionar su articulación porque va precisando las asociaciones audio fonéticas indispensables para el habla clara e inteligible y pasa por el monologo colectivo al lenguaje socializado, utilizando el lenguaje como un medio de comunicación eficaz. La amplitud de su vocabulario revela las adquisiciones que ha logrado desarrollar en relación con su noción corporal, espacial, temporal, ritmo y coordinación ojo-mano, utilizando términos que definen la posición en el espacio y los nombres de pates de su cuerpo.
Al iniciar su aprendizaje escolar, el niño ya debe de ser capaz de analizar y sintetizar palabras, aunque no conozca las letras. Esto corresponde a lo que Piaget llamo Etapa Preoperatoria, en la cual el niño es capaz de representar una cosa por medio de otra, fenómeno que se identifica como Función Simbólica.
Esta refuerza la interiorización de las acciones, para evolucionar hacia la etapa concreta en la cual el niño es capaz de operar, relacionar y resolver problemas que las nociones de número, espacio y tiempo. A los siete años la mayoría de los niños tendrán las bases para la construcción de una estructura del lenguaje muy parecida a la del adulto.
Discapacidad del lenguaje en niños:
Los niños que presentan trastornos del lenguaje suelen tener problemas para comunicarse con sus compañeros, padres y maestros. Las anomalías del lenguaje hablado o dislalias son los defectos en la articulación de los fonemas ya sea por omisión, sustitución, inserción o alteración, y obedecen a causas funcionales orgánicas o sociales que pueden repercutir en la escuela y en su desarrollo socio-emocional.
Cada niño refleja de diferente manera los efectos nocivos de desarrollo deficiente del lenguaje: algunos se aíslan; otros son agresivos o introvertidos, lo cual afecta negativamente el desarrollo en su personalidad. Si no son atendidos en el momento que lo requieren, o los padres no hacen lo suficiente para motivarlos y estimularlos, esta situación puede complicarse con el paso del tiempo.
Características de una discapacidad del lenguaje:
En muchas ocasiones a los niños que tienen un trastorno del lenguaje se le clasifica como un trastorno del aprendizaje ya que algunos niños no entienden lo que oyen o leen; otros entienden, mas no pueden expresar su conocimiento de manera verbal o escrita, y otros presentan dificultad tanto para entender como para expresarse.
Esta es la razón por la que los problemas de lenguaje pueden ser de tres tipos: receptivo, expresivo o mixto. Un problema de lenguaje está relacionado al significado de las palabras, ya que las dificultades en la recepción e interpretación del discurso interfieren con la comprensión de instrucciones orales, conversaciones y los contenidos de una lectura.
Las dificultades de comprensión pueden interferir con la expresión verbal del o que ellos conocen y entienden. Por consiguiente, las discapacidades del lenguaje son todas las desviaciones significativas de la norma, en cuanto a grado, cantidad, calidad, tiempo y ritmo lingüístico, que dificultan la expresión interpersonal y que demuestran una deficiencia más o menos duradera en la habilidad lingüística.
Causa de un trastorno del lenguaje:
Existen varios factores que pueden originar un trastorno del lenguaje y un buen tratamiento debe ser precedido del conocimientos de los elementos que actúan en la producción de la anomalía. Entre las principales causas de anomalías del lenguaje encontramos: orgánicas, funcionales, organofuncionales, discriminación deficiente y trastornos emocionales.
Causas orgánicas:
En la producción del lenguaje intervienen una gran variedad de órganos de diferentes sistemas. Cualquier anormalidad o lesión anatómica en ellos puede originar un trastorno; por ejemplo, lesiones del aparato fono articulador como labio leporino y anomalías dentales, así como del sistema nervioso en el caso del daño cerebral. En estos casos el tratamiento es principalmente médico.
Causas funcionales:
Son defectos fisiológicos en los sistemas que toman parte en la emisión de la palabra. Los órganos que intervienen se encuentran incólumes anatómicamente, por lo que las fallas funcionales pueden deberse a procesos auditivos, a la implantación de hábitos defectuosos, así como a la imitación consciente o inconsciente de errores. Por ejemplo, labios que se niegan a entrar en contacto, lenguas inhábiles, ligamentos bucalicos que no se aproximan. La intervención se enfoca en ejercicios bien regulados que favorezcan el funcionamiento de estos órganos.
Causas organofuncionales:
Es natural que un daño orgánico origine fallas en la función; o bien, puede ser al contrario, que una alteración funcional origine anomalías orgánicas. El tratamiento es médico y de ejercicios.
Causas ambientales:
Cuando un niño está sujeto a los factores ambientales que lo rodean, así como a las costumbres sociales, culturales y naturales que determinan en gran parte su desarrollo y crecimientos. Aprende a hablar el idioma que le enseñan por lo que su vocabulario es producto del ambiente en el que se desenvuelve; en consecuencia es, muy importante evaluar el grado de influencia del medio en la génesis de anomalías del lenguaje, ya que muchas disimilitudes en este se relacionan con diferencias culturales que en algunos casos se consideran como desventajas. Por ejemplo, si la madre no estimula ni motiva el desarrollo del lenguaje, éste será deficiente y escaso. En estos casos, la intervención se basa en programas de estimulación lingüística.
Discriminación Inadecuada:
Algunos niños presentan problemas en la discriminación acústica de los fonemas. En estos casos, el niño es incapaz de emitir algunos sonidos porque no puede discriminarlos como tales. Cuando esto se presenta puede originar una dislalia por una falta de comprensión auditiva en ausencia de hipoacusia. El niño oye bien, pero no analiza o integra mal los fonemas correctos que oye. La educación auditiva y rítmica será, por tanto, un medio para lograr hablar con perfección.
La patología del lenguaje puede originarse por diversas causas; por ello, el especialista del lenguaje debe explorar los aspectos fisiológicos, sociales, orgánicos y emocionales involucrados en el desarrollo del lenguaje, y en muchas ocasiones debe referir al estudiante a otros especialistas del área médica y psicológica para un diagnostico especifico.
Factores Psicológicos:
Cualquier trastorno de tipo afectivo puede incidir sobre el lenguaje. La falta de cariño, el desajuste familiar, la actitud ansiosa de los padres, entre otros factores, puede provocar trastornos emocionales y de ansiedad que se manifiestan a través de alguna anomalía del lenguaje.
Clasificación de los trastornos del Lenguaje:
En esta sección se presenta los principales tipos de anomalías del lenguaje, los cuales deben considerarse como conglomerados signos o síndromes.
AFASIA:
Históricamente, la afasia es una de las primeras anomalías informadas. Nussmaul en 1,871 definió la afasia como una entidad neurológica caracterizada por una pérdida del poder de expresión verbal y escrita; mientras que Wernicke, en 1,874, descubrió el centro auditivo en la primera circunvolución del lóbulo temporal del hemisferio dominante y demostró que en esta área se efectúa la interpretación del lenguaje. Una lesión en este centro ocasiona imposibilidad para efectuar movimientos necesarios para hablar.
En la afasia, las funciones lingüística más vulnerables son las que se refieren a la formulación de la frase, la evocación de palabras, la compresión de conceptos abstractos, la lectura y la escritura. La afasia puede ser motora eferente, cuando la persona entiende lo que escucha pero no puede articular las palabras; o aferente sensorial, cuando la persona puede repetir lo que oye aun sin entender.
El niño afásico empieza a hablar tardíamente y presenta dificultades en su expresión oral o en su compresión verbal, así como torpeza e incapacidad para utilizar el lenguaje interno, es decir, todo lo que queda comprendido en la simbolización del lenguaje. Su diagnóstico es difícil y puede confundirse con discapacidad auditiva o retraso mental. La afasia en los niños generalmente es congénita y se asocia con eventos traumáticos perinatales.
DISFASIA:
El termino disfasia significa la incapacidad parcial de utilizar el lenguaje simbólico. El niño presenta deficiencia en su evolución verbal y en los procesos de simbolización lingüística, que se traducen en pobreza de vocabulario, errores en la aplicación de las palabras o generalizaciones, dificultad en la compresión del mensaje recibido, confusión de conceptos verbales, torpeza al expresar las ideas y errores en la construcción gramatical de la frase.
En muchas ocasiones se le denomina disfasia de evolución porque se presenta en el transcurso de la evolución lingüista infantil y porque se observan ciertos signos de superación espontanea, acorde con la evolución neurológica que acompaña al desenvolvimiento natural del niño al crecer o al madurar. ALEXIA: Se ha definido este término como un síntoma de la afasia que consiste en la dificultad para comprender el lenguaje escrito, es decir incapacidad para entender las palabras impresas, como consecuencia de una lesión cerebral.
El niño con alexia no puede leer, no por el hecho de que estén alteradas las praxias del lenguaje, sino porque no comprende lo que ve escrito. La alexia es un síntoma preponderantemente sensorial.
DISLALIA:
La dislalia se debe a todos los defectos en la articulación de los fonemas, ya sea por sustitución, omisión o inserción. La sustitución es el error articulatorio en el que un sonido es reemplazado por otro a consecuencia de omisión alterna de fonemas o por falta de discriminación auditiva. La sustitución puede darse al principio, en medio o al final de la palabra. Este es el error que se comete con mayor frecuencia y es también el que con mayor dificultad se corrige.
El fonema r es sustituido por d o por g. La omisión se da cuando el niño opta por suprimir el fonema que no articula correctamente, sin sustituirlo por otro. Los órganos no entran en actividad, se da en cualquier parte de la palabra. La inserción se da cuando el niño a quien se le dificulta un fonema, intercala otro sonido que no corresponde a la palabra para disimular. Por ejemplo: en lugar de “ratón” dirá “ra-da-tón”
Desordenes del discurso:
Los desórdenes del discurso son de tres tipos: articulación, fluidez y voz. Cada uno de ellos afecta el lenguaje en forma diferente y su común denominador es la dificultad para la articulación o pronunciación de ciertos sonidos o palabras. Algunos estudiantes que presentan desordenes del discurso muestran desgano para leer, discutir o dar respuestas, así como tartamudez. Los tipos de desórdenes del discurso determinan el grado de interferencia con la lectura oral y de respuesta verbal.
Los problemas de articulación consisten en la mala pronunciación de sonidos específicos y de palabras. Los problemas de fluidez causan la repetición o prolongación de ciertos sonidos, mientras que los desórdenes de la voz, causan ajustes inapropiados, intensidad o calidad de la voz y dan como resultado una voz cansada o irrisoria.
DISLEXIA:
Aunque este concepto está actualmente en desuso, por muchos años dominó la literatura de la educación especial. Critchley y Critchley (1,978) la definen como un trastorno de aprendizaje que inicialmente se manifiesta en la dificultad para aprender a leer y después por un deletreo errático, así como por problemas en el lenguaje escrito en comparación con el hablado.
Mucho se especuló al respecto de la dislexia. Por ejemplo, se creía que en la mayoría de los casos estaba determinada genéticamente y que no era provocada por una insuficiencia intelectual ni por la falta de oportunidades socioculturales o por técnicas de enseñanza inadecuadas; así, se percibía como una deficiencia especifica de maduración que tiende a disminuir con la edad y que puede mejorarse de manera considerable (en particular si se ofrece la ayuda correctiva va apropiada en las etapas tempranas).
Sin embargo, debe evitarse este concepto por ser amplio y ambiguo, y referirse a los criterios contemporáneos de trastornos específicos del desarrollo como los del DSM-IV.
Referencia: Compendio de Educación Especial / Pedro Sánchez Escobedo, Mary B. Cantón Mayin, Dora E. Sevilla Santo / Manual Moderno / 1,997