La habilidad de entrevistar es una cualidad extremadamente importante hoy día en cualquier psicólogo o encargado de los recursos humanos de una empresa.
Como cualquier otra habilidad, se puede adquirir y mejorar con la práctica por lo que la primera característica de un buen entrevistador es la experiencia, ya que la práctica hace al maestro. Sin embargo, dada la naturaleza de este artículo, partiremos de la inexperiencia y nos centraremos en las actitudes y las aptitudes que todo entrevistador debe tener.
Partiendo de esta premisa, a continuación explicare las características básicas a desarrollar para un entrevistador. (Basado en Bögels, 1994)
El buen entrevistador ha de presentar las siguientes cualidades
Realizar una entrevista es muy complicado, no todos están preparados para ello, por ello un entrevistador debe tener un perfil muy concreto.
Habilidades de contenido
El contenido de la entrevista se debe conocer completamente así se lleva un orden durante el proceso de entrevista, para esto el entrevistador debe preguntarse: “¿Qué es lo que debo preguntar?”.
Las habilidades de contenido se adquieren mediante el estudio del ámbito y campo de actuación al servicio de los cuales se pone la entrevista. Saber preguntar e intervenir sobre aquello que constituya el propósito de la entrevista. Ya que no es lo mismo una entrevista laboral a una entrevista formal con padres de familia en un colegio.
Habilidades del proceso
Otro aspecto importante es la habilidad del proceso de entrevista que tenga el entrevistador. Para tal situación el entrevistador debe preguntarse: ¿Cómo he de preguntar? ¿Cómo he de relacionarme con el entrevistado?
La habilidad del proceso de entrevista tiene que ver con la comunicación y con la interacción. Dar muestras evidentes de que se está escuchando. Habilidad para motivar y propiciar la cooperación del entrevistado.
Habilidades cognitivas
Quizás una de las características más importantes es la capacidad de conectar datos y seleccionar preguntas sobre la marcha, capacidad de hacer hipótesis… Mantener una cierta distancia emocional que no perturbe la necesaria asimetría de la relación.
También se debe tener cuidado de no mostrarse distante. Sin dejar de ser flexible, conducir en todo momento la entrevista con buena actitud aunque la situación este tensa.
Personalidad cautivadora
Para que el entrevistado se abra al entrevistador, este último debe tener una personalidad cautivadora y atractiva. Esta personalidad favorecerá que el entrevistado esté relajado y cómodo.
Por eso una personalidad cautivadora es una de las principales cualidades con las que cuenta un buen entrevistador.
Empatía
De forma rápida, definimos la empatía como la capacidad para comprender las emociones de los demás y, al mismo tiempo, transmitir a los demás la comprensión de dichas emociones.
La empatía es uno de los atributos de un entrevistador competente ya que podrá conectar más fácilmente con el entrevistado, lo que significa que podrá relacionarse con él con más éxito y aumentar la probabilidad de ganarse su confianza y que le cuente más cosas.
Habilidad para la escucha
Y cuando decimos «escuchar» nos referimos a «escucha activa». Debemos prestar atención de todo lo que dice para comprender lo que quiere decir.
¿Por qué tenemos dos orejas y una boca si no es para escuchar más y hablar menos?
Si interrumpe constantemente al entrevistado mientras habla puede enviar señales negativas y desanimarlo a hablar. Además que cuando se escucha más que se habla, también se aprende más sobre los demás.
Por todo ello, saber escuchar es una de las habilidades imprescindibles para un entrevistador cualificado.
Atento a los detalles
Este rasgo engloba dos aspectos diferentes:
- La capacidad de recordar. ¿Qué tan bien puedes retener y recordar información? Esto incluye información personal del paciente y sucesos o entrevistas anteriores.
- Tomar notas durante la entrevista. Haz una lista de todo lo que consideres significativo. No intentes recordar aspectos concretos diciéndote a ti mismo: «Tengo que recordar eso». No, lo más probable es que no lo hagas. Debes tener mucho cuidado de capturar esas cosas para futuras referencias y reflexiones.
A simple vista pueden parecer dos aspectos contradictorios pero nada más lejos de la realidad, el primer aspecto es referido a recordar un resumen de la información, sin detalles. Ya que dichos detalles se completan con las notas que habrás tomado durante la entrevista.
Capaz de leer el lenguaje corporal
Durante una entrevista, un entrevistado no sólo con sus palabras, sino también con su lenguaje corporal. La forma en que se sienta, el ángulo de su cabeza y su lenguaje corporal pueden revelar información que sus palabras no pueden.
Uno de los rasgos más cruciales de un entrevistador de éxito es la capacidad de discernir estos «mensajes ocultos».
Respetuoso
Ser respetuoso con las opiniones, actitudes y valores de los demás, sin prejuzgar a las personas que entrevista.
Aunque no compartamos los mismos valores con el entrevistado debemos respetarlos y nunca llevar al campo personal ni ponernos a la defensiva, incluso si su forma de pensar choca frontalmente con la nuestra.
De confianza
Debe ser capaz de mantener la confidencialidad de los informes de los entrevistados. El entrevistador debe mantener el secreto profesional, mostrando respeto por la confianza que deposita el paciente.
La confidencialidad medico-paciente no solo debe estar asegurada por ley sino también por la ética profesional del entrevistador.
Entonces, ¿Cuáles son las actitudes básicas del entrevistador?
En definitiva, un buen entrevistador ha de saber escuchar, saber hacer las preguntas adecuadas, saber hacer bien las preguntas y organizarse y preparar la entrevista. Además de respetar al entrevistado al mismo tiempo que comprendemos sus problemas, inquietudes y valores.
Referencias
- Conxa, Perpiñá. “Manual de la entrevista psicológica”. Saber escuchar, saber preguntar. Ediciones Pirámide. Madrid, España. 2012. Pág. 48