Una caminando por los pasillos de la escuela en donde trabajo como psicólogo externo note que un niño (11 años) estaba solo, sentado en el juego de balancín. No había nadie cerca así que me acerque y le pregunte si podía jugar con él. Asintió con la cabeza sin decir una palabra.
Le pregunte si quería jugar: no me dijo nada, pero como el clima estaba frio empecé a mover el balancín de arriba hacia abajo. Por mi parte no decía una sola palabra y él tampoco. Luego de un momento de jugar le pregunte
Ulises: mi nombre es Ulises ¿cómo te llamas?
Alexander: Alexander
Ulises: Alexander ¿porque estas jugando solo?
Alexander: mi papa quedo en venirme a traer, lo espero aquí porque me gusta jugar el balancín con él, quiero jugar porque después ya no lo veré.
Ulises: ¿tu padre ira a trabajar fuera?
Alexander: no, mis padres se están divorciando.
Ulises: tus padres se están divorciando ¿crees que por eso ya no podrás jugar con papa?
Alexander: claro, papa dice que ira a vivir a otra casa y que vendrá cada fin de semana. Antes jugábamos siempre, pero ahora ya no. (el niño se mostraba desconsolado).
Ulises: también puedes visitar a papa entre semana y jugar con él.
Alexander: no, eso no es posible. Mamá dice que tiene otra familia y por eso es que se esta divorciando. Papá no me había dicho que tenia otra familia, no entiendo. Mamá dice que tengo otros hermanos en la otra familia, yo no los conozco. Tampoco tengo deseo de conocerlos. Pero lo que no entiendo es porque papá tiene que irse.
Ulises: ¿Tus padres no te han hablado del divorcio?
Alexander: no
Ulises: :/
En verdad quise darle una respuesta que satisficiera la incertidumbre que este niño tenia. Pero no tenia nada en mente.
Luego de esta situación, pensé que muchos padres que están en proceso de divorcio no hablan con su hijo acerca de lo que es el divorcio y lo que implica. Muchos padres sienten vergüenza de hablar con sus hijos acerca del divorcio, como si fuese de un acto delictivo o un crimen.
¿Que hacen los niños cuando los padres se separan?
Un niño no vuelve a ser el mismo luego de un divorcio. Quizás para los padres no sea un acto de vergüenza pero para el niño si. El hecho de ir a la escuela y ver a los demás niños con sus padres le hace tener un sentimiento de inferioridad. Un niño quizás no sienta vergüenza de un padre o madre muerta, pero si tiene vergüenza de un padre o madre que no acepta a sus hijos y se divorcia.
Las fechas mas significativas para los niños son el día del padre y el día de la madre. Así como es mas significativo, también es mas doloroso. Un niño puede volverse agresivo y expresar rabietas al sentir envidia de los demás niños que están junto a sus padres en los actos más importantes de la etapa escolar.
En la escuela, muchos niños de padres divorciados buscan con frecuencia un padre idealizado o una madre idealizada. En la mayoría de casos es uno de los educadores del centro escolar. Que el niño encuentre en su maestra o maestro un “papá ò mamá” no es una solución, pero sí una ocasión para que sea reconocida la dificultad de sus deseos y el conflicto interior que por su causa experimenta.
Por ultimo, aunque la separación no implica la perdida del padre o madre. El niño siente una perdida no solo afectiva sino presencial. Es así, como se sienten los hijos de padres divorciados. Sienten que perdieron algo que no pueden volver a recuperar, es como un vacío que no puede llenarse.
Referencia: Dolto, Francoise. “Cuando los padres se separan” Editorial Paidós. México, Guanajuato. 1991. Pág. 111