Sinopsis:
Disciplinar a un niño desafiante puede llegar a ser un trabajo frustrante y agotador para padres y educadores. La disciplina tiene como objeto mejorar la conducta y el temperamento sin embargo para que esto resulte se debe de crear algún método que sea efectivo para poder disciplinar al niño.
Carlitos – el niño desafiante
Una madre llega un día a consulta refiriendo que no sabe qué hacer con Carlitos ya que es alguien muy desafiante.
Carlitos es un niño de nueve años de edad, la madre menciona que ella ha intentado dejarle algunas tareas en casa como recoger los platos en la mesa, ordenar su habitación, saludar a las visitas y dejar de ver televisión o estar en la computadora, esto para poder disciplinarlo. Sin embargo para todo lo anterior Carlitos tiene una sola respuesta y es “¡No!”.
Madre: en ocasiones hasta se me dificulta que se vista para ir a la escuela, comer el desayuno o ducharse. Siempre está haciendo rabietas cuando no consigue hacer lo que él quiere. Carlitos tiene una hermana de dos años y siempre está molestándola, y esto me desgasta y me pone de mal humor.
Mi esposo y yo hemos tratado de diferentes maneras en como corregirlo pero todos nuestros esfuerzos han sido en vano. Mi esposo no tiene mucho tiempo para estar con los niños y cuando viene lo consiente mucho porque es su primogénito, eso hace que no le den ganas de pegarle cuando se comporta mal. Carlitos tiene su propia habitación pero a veces insiste en quedarse a dormir en la cama junto a mi esposo y yo, al principio no le di mucha importancia pero ahora esto no me gusta.
¡En la escuela me dicen que es estupendo! Pero esto es lo que no entiendo, porque en la escuela si se comporta bien y en casa no? He llegado al punto de altercar contra mi esposo por causa de Carlitos. Que podría hacer?
Desarrollo:
He visto decenas de niños con la misma actitud y comportamiento y por lo regular el origen de la conducta siempre reside en el ámbito familiar.
Como profesional de la salud mental no puedo dirigir mi juicio en solamente una consulta ya que tendría que observar y realizar una entrevista con el niño para poder explicar el origen del problema.
Independientemente de cual sea la causa y el origen de la conducta de tu hijo es necesario saber que como padres no podemos controlar la conducta de nuestro hijo pero sí podemos formarla.
Aquello que en realidad puedes controlar son tus comportamientos y actitudes delante de tus hijos y por consecuencia tus hijos aprenderán esto, se educa con el ejemplo más que con las palabras.
En el caso de Carlitos, el niño tenía un conflicto muy fuerte con su madre porque su hermana menor de dos años le había quitado la atención de papa y mama. Como los padres atendían más la bebe de dos años más que a Carlitos, este debía de ingeniárselas para llamar la atención de los padres.
Aparentemente Carlitos era un niño desafiante, sin embargo lo único que él quería es tener más atención de parte de sus padres. Y esto hacia que él tomara conductas inadecuadas.
De manera que la crianza de los hijos no solamente se da en una vía. Los niños también influyen en los padres como los padres en los hijos. Así que si tienes un niño que es difícil desde una edad temprana, empieza a tener dudas sobre ti mismo a manera de evaluar qué es lo que está provocando esta conducta en el niño.
También es necesario decir que los padres no son la única causa de las dificultades del niño, en ocasiones son los propios hermanos, amigos, familiares o maestros que provocan estas conductas inadecuadas en los niños.
Reglas para disciplinar a un hijo:
• Brindarle atención a tu hijo
• Prestarle atención a tu hijo
• Crear rutinas con tu hijo (leer, cepillarse los dientes, revisar tareas, jugar, dibujar, etc.)
¿Qué hago el niño tiene una rabieta?
Lo que el niño trata de decir al hacer una rabieta es que le prestes atención. La diferencia entre prestar y brindar atención es que en la primera tu vez lo que tu hijo hace y en la segunda solo escuchas lo que hace sin observarlo. De manera que cuando el niño este en rabieta solo bríndale atención, incluso si el responde con más intensidad y espera hasta que termine para prestarle atención. No hagas ningún comentario, ni digas una sola palabra, solo escucha.
Después del tiempo que dure la rabieta que puede ser diez minutos o una hora. Pregúntale a tu hijo que es lo que desea o que le esta pasando y luego el dirá ya más tranquilo lo que está sucediendo.
Si logras capturar esto en tu hijo, aprenderá que cada vez que quiera pedir algo o decir algo debe de decirlo hablando en vez de decirlo gritando.
Recuerda el niño desafiante ha aprendido a obtener más atención mediante comportamientos negativos. Esto hace que te pongas en el papel de invertir esto retirando tu atención en esos momentos.
La clave en la crianza de un niño desafiante es mantener la disciplina y confianza como padres, ser persistentes y manejar la atención del niño cuando sea el momento adecuado, esto hará que los aspectos negativos del niño desaparezcan poco a poco.