Psicopatología de la afectividad

Sinopsis:

La psicopatología de la afectividad constituye el conjunto de estados y tendencias que el sujeto vive de forma propia e inmediata (subjetividad), esta influye en toda su personalidad y conducta (trascendencia), especialmente en su comunicación y que suelen distribuirse en términos duales (alegría-tristeza, placer-dolor).

Las dos dimensiones de la afectividad son: a) la respuesta afectiva que se refiere a la reactividad emocional no psicótica. Cuando se conserva el contacto con la realidad se utiliza el término de sintonía afectiva. b) La irradiación afectiva se refiere a la capacidad del sujeto para que los demás sintonicen con su estado afectivo.

Existen muchas clasificaciones de las manifestaciones de la afectividad dentro de ellas destacan:
Las emociones: en el marco de la afectividad las emociones son bruscas, intensas y agudas que están relacionadas con el concepto psicofisiológico de reacción. Tienen abundante correlación somática y suelen ser de duración breve.

Los sentimientos: son menos súbitos e intensos. Más duraderos, se van estableciendo lentamente.
Los estados de ánimo: son una disposición o estado afectivo más estable y persistente que los sentimientos. Suele oscilar entre alegría y tristeza. Eutimia: estado de ánimo considerado normal.

Desarrollo:

Síntomas de Afectividad

Eutimia: se trata del rango normal del humor, que implica la ausencia de un humor depresivo o elevado.
Alegría patológica o hipertimia: el sujeto se siente optimista, alegre, con una autoestima elevada y lleno de energía. Objetivamente aparece expansivo, con tendencia a la hilaridad, que puede convertirse en ironía o agresividad si se le contradice, la atención es viva y fugaz, presenta verborrea, hiperactividad motora, menor necesidad de sueño. Aparece en:

• Episodios maniacos
• Personalidades neuróticas
• Esquizofrenia o
• Trastornos orgánico-cerebrales

Distimia: etimológicamente sería toda disfunción del humor. Actualmente sustituye el concepto de depresión neurótica, con lo que ha pasado de ser un síntoma a un síndrome clínico.

Disforia: etimológicamente significa malestar. Se refiere a un malestar general y más específicamente a un estado de ánimo depresivo acompañado de irritabilidad, ansiedad e inquietud.

Tristeza patológica: subjetivamente el sujeto se siente afligido, desanimado y abatido, sin interés por el entorno. Objetivamente está apagado, con poca reactividad emocional, tendencia al llanto, atención centrada en su aflicción, discurso breve, menor autoestima, menor psicomotricidad. Suele aparecer en: Estados depresivos o patologías orgánicas cerebrales

Angustia patológica: el sujeto se siente tenso, inquieto, atemorizado, alarmado de forma desagradable y con un intenso componente somático. Su atención y concentración están delimitadas y experimenta muchos síntomas del pánico. Objetivamente hay inquietud motora, insomnio inicial, pensamiento atropellado y abundantes síntomas somáticos (defecación súbita, sequedad de boca, vómitos, sudoración, temblor, taquicardia, sofocos, etc.). Suelen aparecer en:
Estados de ansiedad (tanto en crisis de ansiedad como en el TAG)

Psicosis esquizofrénicas (la ansiedad está muy ligada a los síntomas positivos como las alucinaciones)

Cuadros depresivos (no obstante es importante diferenciar que en los casos de ansiedad predomina la ansiedad con concomitantes físicos, fobias, irritabilidad, insomnio inicial, signos vegetativos, etc.) y en la depresión predomina la inhibición, el pesimismo, el insomnio grave, la autoacusación).

Enfermedad somática (trastornos hormonales y metabólicos a manera de ingesta de fármacos como anfetaminas, corticoides).

Indiferencia o frialdad de la afectividad: el sujeto no experimenta apenas sensaciones afectivas en su relación con el mundo exterior. Suele acompañarse de apatía. El sujeto no está preocupado por ese estado. Similar es el llamado embotamiento afectivo que implica la reducción considerable de la intensidad de la exteriorización de los sentimientos (ej. sujeto que no manifiesta ansiedad ni temor ante el castigo o ante una situación de peligro, y no responde al dolor que manifiestan otras personas.

Aparece en: esquizofrenia y autismo, cuadros depresivos, trastornos de la personalidad y en la histeria (la belle indiffèrence” consiste en la falta de preocupación por la naturaleza y gravedad de los síntomas).

Ambivalencia afectiva: coexistencia de sentimientos y estados de ánimo contradictorios.

Abreacción: liberación o descarga emocional tras recordar una experiencia dolorosa.

Moria: cuadro compuesto por excitación, euforia, puerilidad y tendencia a realizar juegos de palabras.

Neotimias: nuevos sentimientos vividos por el sujeto de forma especial debido a sus características.

Sentimiento de falta de sentimientos: algunos melancólicos se quejan de un vacío en su vida afectiva: sus sentimientos han muerto y no pueden sentir ni alegría, ni pena, ni amor, ni tristeza. Se diferencia de la frialdad afectiva en que el sujeto sufre ante esa falta de sentimientos.

Rigidez afectiva: pérdida de la capacidad de la modulación afectiva. Al contrario que los sujetos que poseen indiferencia afectiva, aquí el enfermo dispone aún de determinados sentimientos, pero éstos persisten y quedan fijados en el estado de ánimo con independencia de la situación anterior.

Anhedonia: incapacidad para experimentar placer. Fue descrita por KRAEPELIN y BREULER. Es uno de los síntomas del deterioro esquizofrénico y criterio diagnóstico para la depresión mayor.

Paratimia o inadecuación afectiva: la afectividad del sujeto no es adecuada al contexto donde se produce. Se conoce también como afectividad inapropiada y aparece en: esquizofrenia defectual y síndromes orgánico-cerebrales.

Labilidad afectiva: cambios súbitos afectivos que se dan sobre todo en la expresión y que pueden ser o no consecuencia de un estímulo externo. Aparece sobre todo en:

• Cuadros pseudobulbares
• Demencias
• Oligofrenia

Aprosodias: trastornos del lenguaje afectivo que surgen en los pacientes con lesiones en el hemisferio derecho (recordar que este hemisferio no dominante está relacionado con el lenguaje afectivo).

Alexitimia: incapacidad para expresar lazos de la afectividad con palabras. Algo diferente a las aprosodias, que hacen referencia únicamente al sector no proposicional o afectivo del lenguaje

Referencia:
Casado Persona, Mónica “Manual de Preparación para el Examen PIR vol. 1” Editorial MAD