Donald, un sujeto de treinta años, acaba de salir de prisión tras una condena de tres años por fraude, bigamia, falso testimonio y por huir de la justicia. Las circunstancias que le llevaron a cometer estos delitos resultan interesantes y coherentes con su conducta anterior. Cuando le quedaba menos de un mes para finalizar una condena de dieciocho meses por fraude, fingió una enfermedad y escapó del hospital de la prisión. Durante los diez meses siguientes que estuvo huido de la justicia, realizó gran cantidad de acciones ilegales; la actividad que dio lugar a su captura era distintiva de su forma de actuar. Se hacía pasar por “ejecutivo” de una fundación filantrópica internacional, lo que le permitía recabar la ayuda de diversas organizaciones religiosas para la creación de nuevas sedes. Sin embargo, como la campaña de recaudación de fondos avanzaba muy lentamente, concertó una entrevista con la televisión local para impulsar las donaciones. Su actuación resultó tan impresionante, que inmediatamente empezó a llegar el dinero. Pero por desgracia para él, la entrevista se transmitió también en una cadena nacional de noticias, con lo que inmediatamente fue reconocido y detenido. Durante el consiguiente juicio quedó patente que Donald no tenía ningún remordimiento por su fraude… Incluso afirmaba que la mayor parte de las donaciones procedían de personas que debían sentirse culpables por alguna razón y que esperaban ser perdonadas gracias a su generosidad. Uno de los autores de este manual lo utilizó como sujeto de investigación mientras se encontraba en prisión. Durante su excarcelación provisional solicitó ser admitido en la universidad y, como referencia, dijo el secretario de la Facultad ¡que era uno de los colegas del autor de la investigación! Algunos meses después el autor recibió una carta del secretario pidiéndole una carta de recomendación en favor de Donald, para que éste consiguiera un trabajo.
Antecedentes
Donald era el menor de tres niños que habían nacido en una familia de clase media. Sus hermanos llevaban una vida normal. Su padre pasaba mucho tiempo en el trabajo, y cuando estaba en casa solía estar de malhumor y beber mucho si las cosas no iban bien. Su madre era una mujer discreta y tímida, que intentaba agradar a su marido y mantener la ficción de armonía familiar… Sin embargo… algunas veces (el padre) se encolerizaba y golpeaba a sus hijos.
Todos los informes muestran a Donald como un niño difícil y caprichoso. Cuando no podía obtener lo que quería, empezaba por hacer adulaciones y mimos, pero si eso fallaba entonces comenzaba una rabieta; sin embargo, casi nunca era necesario recurrir a ella porque su apariencia angelical y sus astutas maniobras casi siempre le permitían conseguir sus deseos… Aunque era muy inteligente, pasó por la escuela sin pena ni gloria. Era muy inquieto, se aburría con facilidad y solía hacer novillos… Cuando actuaba generalmente creaba problemas, tanto a sí mismo o a los demás. Aunque con frecuencia se sospechaba de él, siempre consiguió mantenerse libre de culpas.
La mala conducta de Donald cuando era un niño adoptaba casi todas las variantes, como mentir, engañar, pequeños robos, o el acoso a niños más pequeños. Conforme fue creciendo se fue interesando por el sexo, el juego y el alcohol. A los catorce años intentó propasarse sexualmente con una niña más pequeña, y cuando ésta lo amenazó con decírselo a sus padres, la encerró en un almacén, donde permaneció dieciséis horas antes de que la encontrasen. Al principio Donald negó cualquier conocimiento del incidente, aunque posteriormente se justificó diciendo que había sido la niña quien lo había seducido, y quizás la puerta se hubiese cerrado accidentalmente… Sus padres lograron que no se hicieran cargos contra él…
Cuando tenía diecisiete años, Donald… falsificó un cheque a nombre de su padre por una importante cantidad, y pasó un año viajando por el mundo. Aparentemente vivió muy bien, recurriendo a una combinación de encanto, atractivo físico y mentiras, que le permitían financiar ese estilo de vida. Durante algunos años fue pasando por diversos trabajos, aunque nunca… duraron más de unos meses. Durante este periodo se le acusó de diversos delitos, como el robo, la borrachera en lugares públicos, atracos y múltiples infracciones de tráfico. Fue absuelto de la mayoría de ellos.
Un mujeriego
Sus experiencias sexuales fueron muy frecuentes, casuales e insensibles. Se casó a los veintidós años con una mujer de cuarenta y uno que había conocido en un bar. A éste le siguieron otros matrimonios y también la bigamia… La pauta siempre era la misma: se casaba con alguien de manera impulsiva, vivía unos cuantos meses a costa de ella, y después la abandonaba. Uno de sus matrimonios fue particularmente interesante. Tras haber sido acusado de fraude, fue enviado a una institución psiquiátrica. Mientras estaba allí atrajo la atención de un miembro femenino del equipo médico. Su encanto, atractivo físico y convincentes promesas de reformarse la llevaron a intervenir en su favor. Se suspendió la sentencia y se casaron una semana después. Al principio las cosas funcionaban razonablemente bien, pero cuando ella no quiso pagar algunas de sus deudas de juego él falsificó un cheque a su nombre y se escapó. En seguida fue capturado y recluido durante un año y medio en prisión… Escapó de allí cuando sólo le faltaba un mes de condena.
Resulta interesante observar que Donald no ve nada especialmente malo en su conducta, ni tampoco expresa remordimientos o culpabilidad por el hecho de utilizar a los demás y hacerles sufrir. Aunque su conducta es autodestructiva a largo plazo, él la considera muy pragmática y llena de sentido. Las condenas que sufre de vez en cuando no consiguen disminuir su egolatría y la confianza en su capacidad… Su conducta es absolutamente egocéntrica, y satisface sus necesidades sin preocuparse en absoluto por los sentimientos o el bienestar de los demás.
Referencia: James N. Butcher; Susan Mineka; Jill M. Hooley. “Psicología clínica” 12.a edición. Editorial Pearson Educación, S.A., Madrid, 2007. Pág. 374