La teoría del aprendizaje por insight fue creada por Gordon Bower quien estudio las principales teorías psicológicas del aprendizaje de su época en la que suponían que el aprendizaje humano, igual que el aprendizaje animal, avanzaba poco a poco a través de cambios graduales ya sea en la fuerza de la asociación o en la probabilidad estadística de una respuesta correcta, ambos predecían transiciones graduales en el desempeño del aprendizaje.
Teoría del aprendizaje por insight
Ante estas propuestas de teorías del aprendizaje Bower propuso un nuevo modelo del aprendizaje humano llamado prueba de hipótesis o aprendizaje de todo o nada. Por ejemplo, imagina que te piden que adivines el nombre de alguien que no conoces. Al principio no tienes idea, pero pruebas con algunos nombres al azar hasta que, aciertas. A partir de este punto conoces la respuesta correcta.
A diferencia de las curvas de aprendizaje de crecimiento gradual uniforme que se observan en el condicionamiento clásico, pasas de la ignorancia al conocimiento en un solo ensayo. De modo parecido, si alguna vez resolviste un rompecabezas o un crucigrama difícil, tal vez hayas experimentado un momento ¡ajá! de insight: al principio no conoces la respuesta, pero de pronto, la sabes.
Aunque los conductistas habían evitado hablar acerca del aprendizaje por insight, Bower creyó que podía explicarse por medio de un modelo matemático sencillo. Imagina que a una persona se le asigna una tarea, como calcular la secuencia en que debe presionar cuatro botones para abrir una cerradura de combinación. Al principio no conoce la respuesta correcta, pero es posible que en cada ensayo pruebe una secuencia diferente. Lo más probable es que transcurrirán algunos ensayos antes de que consiga el orden correcto, pero una vez que lo realiza y abre la cerradura (¡listo!) sabe la respuesta. A partir de ese momento presionará la secuencia correcta en todos los ensayos posteriores.
La idea más importante de Bower fue que, si cada participante resuelve la tarea en un momento de insight, el ensayo en que esto sucede variará de una persona a otra. Un participante podría aprender en el quinto ensayo, otro quizá tenga suerte y adivine la respuesta correcta en el primer o segundo ensayo, mientras que alguien más podría no adivinar la respuesta correcta sino hasta el decimoquinto ensayo. Si se prueba a un número grande de participantes, los datos mostrarán que casi ninguno proporciona la respuesta correcta en el primer o segundo ensayo; mientras que unos cuantos lo hacen en el tercero o cuarto ensayo; unos pocos aciertan en los ensayos posteriores y así sucesivamente, hasta que al final del experimento casi todos dan la respuesta correcta.
La influencia de Bower en el campo de la investigación de la memoria no sólo es producto de su investigación, sino también de su papel como educador y mentor productivo de jóvenes psicólogos, muchos de los cuales llegaron a desempeñar papeles importantes en el campo en expansión de la psicología cognitiva.
Referencia: Mark A. Gluck; Eduardo Mercado; Catherine E. Myers. “Aprendizaje y memoria Del cerebro al comportamiento” McGRAW-HILL/INTERAMERICANA EDITORES, S.A. DE C.V. MEXICO. 2009. Pág. 32