Terapia Gestalt

Fritz Perls es considerado el “creador” de la terapia Gestalt o Terapia Gestáltica. Sin embargo, él rechaza esta denominación ya que el considera que ya existía pero no se había descubierto.

Cuando Perls dice que la Gestalt es tan antigua como el mundo, alude a un fenómeno, a una tendencia de la materia viva a configurarse a ser lo que es, que siempre tuvo, aunque el hombre en su necesidad de controlar al mundo y a otros hombres haya inventado miles de teorías, antes de establecer con claridad o siquiera de ver los más obvios principios que mantienen la armonía de la tierra.

Para ejemplificarlo aún más, Perls decía que cuando Newton descubrió la ley de Gravedad, la hizo accesible, útil, operativa. ¿Antes de Newton existía o no la gravedad? Es obvio que existía. Las cosas se caían en la tierra y éste era un conocimiento empírico que ningún ser vivo sobre la tierra ignoraba.

Perls y la Terapia Gestáltica

Los primeros gestaltistas no aplicaron sus principios a la psicología clínica y a la psicoterapia. No fue hasta la década de los 50 cuando el psicólogo americano de origen alemán, Frederick Perls, indujo la Gestalt a la psicoterapia. Le siguieron Paul Goodman y Ralph F. Hefferline, ambos nacidos en Norteamérica.

Perls toma su terapia de los principios de la Gestalt y lo combina con elementos del psicoanálisis, del Zen y religiones orientales, del existencialismo y de la fenomenología de Rogers, del Psicodrama y los trabajos de Kurt Lewin.

No obstante y a pesar de ser, en un inicio, una combinación de varios elementos, su terapia forma un cuerpo aparte y organizado.

La premisa básica de Perls es que la naturaleza humana se organiza en patrones o totalidades, según la concepción gestáltica. El hombre no es un conjunto de funciones sino que estructura y organiza el mundo al entrar en contacto con él.

Además, Perls afirma que la conducta humana está basada en una autorregulación del organismo que busca el equilibrio; esta autorregulación es un proceso. Además, Perls admite que la conducta humana está regida por un instinto Freudiano y le da importancia al instinto del hambre.

Según Perls, el instinto sexual va dirigido a la conservación de la especie y el instinto del hambre a la autoconservacion.

Proceso Terapéutico de la Gestalt

El principal objetivo de la terapia Gestalt es hacer visible a la persona todos los elementos de su problema a través de la focalización de la conciencia sobre sus emociones, sueños, reacciones corporales, en el aquí y el ahora.

El “darse cuenta e integrar” toda esta problemática es condición indispensable para una buena terapia. De manera que lo que pretende la terapia Gestalt es reunir una por una las funciones dispersas de la personalidad, hasta que la persona adquiera la fortaleza necesaria para continuar su camino de manera autónoma.

El terapeuta no dirige la misma, más bien es el estimulador que ayuda a la persona a percibir la manera de integrarse y transformarse. El terapeuta se concentra más en las formas en las que se expresa el paciente que en los contenidos que ofrece. A veces el terapeuta frustrará al paciente, pero esta frustración es ocasión para que el paciente se dé cuenta de sus riquezas y posibilidades, para que se valga por sí mismo y descubra su potencial. Perls da gran importancia al sueño.

Cada elemento del sueño es una proyección del Yo, de sus diversas facetas y de sus conflictos. En el sueño esta todo el problema, pero para que sea útil hay que asimilarlo. No se trata de interpretar los sueños de manera psicoanalítica.

Dentro de la Gestalt el método de representación de sueños se llama “técnica del sillón vacío” en la misma se le pide al paciente que cambie su asiento para que represente a una persona, a un objeto soñado, o una parte de sí mismo.

Reglas de la Terapia Gestalt

Levitsky y Perls reunieron las reglas de la terapia gestáltica de la siguiente manera:

  • El principio del ahora: el sujeto debe usar siempre el presente, aunque hable de pasado o futuro.
  • Utilización del “yo-tu”: los mensajes deben ser enviados directamente, sin referencias impersonales, sin ambigüedades
  • Utilización del Yo: empleando lenguaje corporal la persona se autorresponsabiliza. Así en vez de decir “mi cara se sonroja” dice “yo me sonrojo”
  • Sustitución de nombres por verbos y uso de imperativos: así la persona se vuelve más asertiva
  • Utilización del “darse cuenta continuo”: en vez del “por qué” se utiliza el “como”, el “que»
  • No criticar: no hablar de personas que no están presentes.
  • Reformular: pedir al paciente que convierta sus preguntas en afirmaciones. Estas reglas se dan al comienzo de la terapia y de vez en cuando se recuerdan en el transcurso de la misma.

Dinámica de la Terapia Gestalt

  • Juego del dialogo: el paciente representa dos partes distintas de su personalidad y realiza un dialogo entre ellas. Por ejemplo: La parte agresiva contra la pasiva, la masculina contra la femenina.
  • Juego de rondas: el paciente toma una afirmación general y la extiende a cada uno de los participantes del grupo de modo individual y añadiendo lo que crea necesario.
  • Exageración de síntomas: de esa manera el paciente puede tomar conciencia de los mecanismos y tácticas que torpemente utiliza para defender su desadaptación.  – Me hago responsable: se le sugiere al paciente que al terminar cada frase o cada manifestación de ideas o sentimientos, diga “y me hago responsable de esto”
  • Nivel de contacto y huida: se respeta el ritmo de cada persona, por eso alguien puede retirarse del grupo dejándose llevar por escenas y fantasías, pero luego debe volver al “aquí y al ahora”.
  • Roles opuestos: se le pide al paciente que represente el papel opuesto a su conducta manifiesta; por ejemplo: ser activo en un lugar de ser pasivo. Así puede tener contacto con aspectos del subconsciente.
  • Tengo un secreto: cada persona piensa en un secreto personal que lo hace sentir culpable, y sin descubrirlo, imagina cómo reaccionarían los demás ante su manifestación.
  • Representar la proyección: se le pide a la persona que represente el papel de la persona a la cual iba dirigida la proyección. 

La teoría de la Gestalt apareció como una alternativa de las dos grandes escuelas psicológicas: psicoanálisis y conductismo. La mayoría de sus principios sobre la percepción fueron aceptados por la psicología general pero la crítica más grande que tiene es que la teoría Gestalt roza el “mentalismo”, esto implica aceptar constructos y supuestos que no se pueden comprobar de manera científica.

En cuanto a la Terapia Gestalt, la misma vida de su fundador, Perls, fue una contradicción que no refuerza los fundamentos teóricos que él inicio. Algunos afirman que dicha terapia no cuenta con un marco teórico coherente, sino que se limita a un conjunto de ejercicios terapéuticos, y, al máximo, a una teoría ecléctica con aplicación práctica. Sin embargo, nadie ha podido comprobar experimentalmente, si es o no verdad que la terapia gestáltica sea eficiente de manera individual. 

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