10 consejos para mejorar tu memoria

Presta atención

No es lo mismo escuchar, a prestar atención. En la mayoría de los casos solamente escuchamos sin prestar atención, esto provoca que se “olviden” recuerdos, aunque creo que es mejor decir que en realidad si se aprendió aquello que se escuchó pero no se aprendió de manera apropiada porque no se prestó atención.

Por lo tanto, si prestas completa atención a lo que tratas de aprender será más probable que lo recuerdes más tarde.

Haz asociaciones

Asociar aquello que tratas de aprender con otra información que ya conoces. Por ejemplo, si quieres memorizar la tabla periódica para una clase de química, te será más sencillo recordar que Ag = plata si sabes que argentum es un término latino que significa “plata”. Así puedes realizar diversas asociaciones y mejorar el rendimiento de tu memoria.

Una imagen dice más que mil palabras

Una técnica para poder mejorar la memoria es cuando se relacionan imágenes con información importante como  nombres y fechas. Por ejemplo, en un curso de psicología quizá tengas que recordar que Freud es el creador del psicoanálisis que una técnica terapéutica que se utiliza en psicología. Al ver una imagen de Freud, rápidamente puedes recordar este tipo de información.

La práctica hace al maestro

Existe una razón para hacer que los niños practiquen el abecedario y que practiquen las tablas de multiplicar. La repetición fortalece la memoria para los hechos. El mismo principio opera para memorias de habilidades como montar en bicicleta y hacer juegos malabares: mejoran con la práctica.

Usa tus oídos

En lugar de que te limites a leer la información en silencio, léela en voz alta. Así la codificarás en forma auditiva y visual. También puedes escribirla, ya que la acción de escribir activa sistemas sensoriales y te obliga a pensar en las palabras que transcribes.

Disminuye la sobrecarga

Si te resulta difícil recordarlo todo, usa apoyos para la memoria como notas autoadhesivas, calendarios o agendas electrónicas para acordarte de fechas y compromisos, esto te permitirá concentrarte y recordar las cosas en situaciones en las que no puedas usar apoyos escritos, por ejemplo en los exámenes.

Viaja en el tiempo

Recordar la información para hechos no depende de que recuerdes el momento y el lugar precisos en que los adquiriste. Sin embargo, si no puedes recordar un dato trata de rememorar dónde lo escuchaste primero.

Duerme un poco

Dos terceras partes de las personas no duermen lo suficiente y, en consecuencia, no pueden concentrarse durante el día y se les dificulta codificar los recuerdos nuevos y recuperar los antiguos (ve el primer consejo). El sueño también es importante porque ayuda al cerebro a organizar y almacenar los recuerdos.

Utiliza los conceptos importantes de lo que lees

Aprender los conceptos principales de cada teoría e investigación que se hace es una de las maneras más sencillas de mejorar la memoria. Esto porque los conceptos son parte fundamental de cada teoría y al aprenderlos será más fácil familiarizarnos luego con cada teoría.

Rejálate

En ocasiones, hacer un esfuerzo por recordar es menos eficaz que desviar la atención hacia otra cosa; a menudo, la información que te falta saltará a tu conciencia más tarde. Si estás atorado en cierta pregunta de un examen, sáltala y sigue trabajando; regresa luego a esa pregunta y quizá no te sea tan difícil recuperar la información que necesitas.

Referencia: Mark A. Gluck; Eduardo Mercado; Catherine E. Myers. “Aprendizaje y memoria Del cerebro al comportamiento”  McGRAW-HILL/INTERAMERICANA EDITORES, S.A. DE C.V. MEXICO. 2009. Pág. 3