Las malas palabras son enunciados que utilizamos cotidianamente. En ocasiones, las utilizamos sin darnos cuenta, mucho menos notamos el efecto colateral que deviene de sí.
Una “mala palabra” NO necesariamente debe ser una grosería. Más bien, son palabras que utilizamos a diario y que sin darnos cuenta las decimos como algo normal.
Lo cierto es que nadie piensa en decirse palabras negativas con frecuencia. Sin embargo, la mente no deja pasar por alto cualquier palabra que nuestra boca diga; ya sea una palabra positivo o negativa el cerebro siempre le pondrá interés.
A continuación explicaré 9 malas palabras recurrentes que sin darnos cuenta utilizamos en ocasiones:
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Uso del “no”
La mente no registra el “no” y, por lo tanto, ANULAMOS en nuestra mente la palabra “NO”. Por ejemplo: al plantearnos objetivos como “no quiero comer pan”; la imagen del pan aparece en la mente, entonces se antoja y nos da hambre.
El uso del “NO” se inculca a los niños desde pequeños. Un claro ejemplo de ello es cuando una madre le dice a su niño: “No metas el tenedor en el enchufe”. Como bien mencione anteriormente el cerebro “anula” la palabra “NO” por lo que el niño entenderá lo siguiente: “mete el tenedor en el enchufe” y efectivamente asi lo hace.
Dejar de utilizar la palabra “NO” en nuestra jerga es algo dificil porque en la mayoría de los casos ya es una situación cultural la que impregna esta mala palabra.
Posible solución:
Cada quien podrá utilizar las palabras que mejor le parezcan, en mi caso dejare algunas posibles soluciones para dejar de utilizar esta mala palabra. De manera que podriamos utilizar una de las siguientes afirmaciones:
- En vez de decir: “No hagas eso” podrías decir: “intenta hacerlo de otro manera”
- En vez de decir: “no quiero comer pan” podrías decir: “quiero comer frutas o vegetales”
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“Mañana”
Al hablar o pensar respecto al objetivo, es un error decir “mañana”, fecha que no está en el calendario y confunde a la mente; mañana es diario, mañana nunca llega. Es decir que no existe, porque nunca llegara. Mañana puede ser un tiempo indefinido.
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“Un día de estos”
Estas palabras son tiempos que no están definidos ni en el calendario ni en el tiempo; “un día de estos” es demasiado dificil de entender para la mente ya que se puede interpretar de diversas maneras.
Cuando alguien dice: “un día de estos” en realidad trata de evadir responsabilidades.
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“la próxima semana”
La otra palabra “la próxima semana” sucede cada semana. Lo correcto es definir una fecha fija, como el martes.
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“Tengo que”
Generalmente asociamos estas palabras con acciones o tareas que me disgustan y me cuesta trabajo realizar; ej.: “tengo que ir al banco”, “tengo que arreglar la casa”, pero no decimos “tengo que ir a la fiesta” (a menos que en verdad no quieras ir).
“Tengo que” implica una carga y un peso que nos detiene, por lo tanto hay que evitarlo en el planteamiento de objetivos.
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“Sí, pero”
Esta expresión condiciona la posibilidad de conquistar la meta. El “pero” es una palabra que cancela la primera parte del enunciado, por ejemplo: “tengo que sacar mi licencia nueva, pero es muy tardado”, “tengo que ir a la escuela, pero no me siento bien”. ¿Qué quiere decir esta persona?
“Tengo que pasar la prueba, pero me da mucho miedo”, “te ayudo, pero mañana” (condiciono mi ayuda, procuro y deseo que tú no puedas mañana), “estoy a dieta, pero tengo muchos compromisos” (si tengo una cena la rompo).
7. “Qué flojera”
Al decir estas palabras, inmediatamente el cuerpo responde. Es una orden y por supuesto, el cuerpo entero se relaja y deja de tener energía, por lo tanto no puedo continuar, sólo pienso en actividades de flojera, todo lo que debo hacer pasa a segundo plano.
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“Qué aburrido”
Con estas palabras el cuerpo responde y no habrá manera de tener RECURSOS para la acción mientras pensemos y digamos “qué aburrido”, pues esto disminuye el interés y se pierde energía.
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“No creo” “No puedo” Creencia limitante
Por lo general vienen acompañadas de un “no puedo” u otras palabras que denotan incapacidad o que sucederá algo negativo si lo hago; por ejemplo: “no puedo ser disciplinada”, “soy incapaz de bajar de peso, toda mi familia es gorda” o “no salgo de noche porque es peligroso”.
La regla básica para enunciar un objetivo es hacerlo en tiempo presente simple, positivo y afirmativo. Al plantearlo es importante hablar en presente; la mente reconoce e interpreta mejor ese tiempo verbal; incluso hay que tener cuidado con el “voy a…”, pues implica futuro.
Plantear el objetivo en forma positiva aumenta la posibilidad de éxito; hablar más de “quiero bajar de peso” que de “tengo o debo bajar de peso” por obligación.
Una mala palabra es tambien “no quiero enfermarme” suena bien. Sin embargo, me visualizo enfermo; es mejor decir “quiero estar sano” (me visualizo sano), eliminar el “no”.
Entrena tu mente para dejar de usar estas expresiones que sólo confunden y bloquean tus intentos de lograr alguna meta. Simplemente hay que recordarlas y evitarlas.
Referencia: Armas, Laura Elena. Coral Von Ruster. “Manual de Técnicas de PNL de estrategias PNL” Estrategias de programación neurolinguistica. 2009. Pág 26