Uno de los constructos más importantes en la teoría de Carl Rogers es el concepto de “self”.
Para poder describir acerca del self es necesario observar los aspectos estructurales de la teoría rogeriana, en la que el constructo estructural clave de su teoría es el self.
De acuerdo con Rogers, el self es un aspecto de la experiencia fenomenológica. Es decir que es uno de los aspectos de la experiencia de las personas acerca del mundo; una de las cosas que llena su experiencia consciente, es su experiencia acerca de ellas mismas.
Según Rogers, una persona percibe los objetos y las experiencias externas, y les proporciona un significado. El sistema total de percepciones y significados conforma el campo fenomenal del individuo. Esa fracción del campo fenomenal, que es identificada por el individuo como “mí”, o “yo” es lo que Carl Rogers llama self. El self, o el autoconcepto, representan un patrón organizado y consistente, de percepciones.
A pesar de que el self puede cambiar, siempre conserva esta cualidad de ajustarse a un patrón, de ser integrada, y organizada. Debido a que la calidad organizada perdura a lo largo del tiempo y caracteriza al individuo, el self es una estructura de la personalidad.
Para Rogers, el self no es como tener una personita dentro de uno. El self no controla la conducta de manera independiente. El self es una serie de percepciones que posee el individuo; es la persona en su totalidad quien es responsable de sus actos, no el “self” independiente.
El Self real y el self ideal de Rogers
Rogers identificaba dos aspectos diferentes en el self: un self real y el self ideal. Él identificaba que la gente piensa naturalmente no sólo acerca de sí misma, en el presente, sino en su self potencial en el futuro.
Con ello, las personas generan un patrón de percepciones organizado no sólo de su self actual, sino de uno ideal que a ellas les agradaría ser.
El self real, básicamente es como la persona se ve en el mundo actual, en términos de la Gestalt seria en el aquí y en el ahora.
El self ideal, es el autoconcepto que a un individuo le agradaría en realidad poseer. Éste incluye las percepciones y significados que resultan potencialmente relevantes para el self, y que tienen un alto valor en el individuo.
Rogers reconoce que las opiniones de los individuos acerca de sí mismos contienen dos componentes distintos: el self que creen ser ahora, y el self en el que idealmente se ven convertidos en un futuro.
Rogers insistía en que no quería comenzar su trabajo teórico decidiendo sobre la relevancia del estudio del self. De hecho, él mismo pensaba primero que el self era un término vago y carente de significado científico. Sin embargo, escuchaba con atención a sus pacientes, quienes comúnmente expresaban su experiencia psicológica en términos de un self; los pacientes informaban que “no sentían ser ellos mismos”, que “estaban decepcionados consigo mismos” y cosas por el estilo.
Fue evidente para Rogers, entonces, que el self era una estructura psicológica a través de la cual la gente interpretaba su propio mundo.
Referencias
- Cervone, Daniel “Personalidad: teoría e investigación” 2a edición. Editorial El Manual Moderno. México. 2009. Pág. 135