El legado de Virgina Axline

El legado de Virgina Axline quien fue uno de los primeros psicoanalistas y psiquiatras que habían empleado el juego como terapia. Se considera que Axline es la madre de la terapia de juego ya que sus libros Play Therapy: The Inner Dynamics of Child- hood y Dibs: In Search of Self (Dibs: en busca del yo) han sido leídos en todo el mundo y en la actualidad se siguen publicando. Su modelo, ori- ginalmente llamado terapia de juego no directivo, también se conoce como terapia de juego centrada en el cliente y terapia de juego centrada en el niño.

Como alumna de la Universidad del Estado de Ohio, Axline estudió con Carl Rogers y fue coautora de un artículo que describe el uso de técnicas no directivas con niños. En 1945, Rogers se fue a la Universidad de Chicago y Virgina Axline trabajó ahí como investigadora asociada. Algunos de los casos que aparecen en Play Therapy: The Inner Dynamics of Childhood provienen de un grupo de terapia de juego con el que trabajó en el Centro de Consejería de la Universidad de Chicago.

El legado de Virgina Axline

Algunas de las cuestiones prácticas con los métodos no directivos de la terapia de juego incluían el establecimiento de límites, los criterios para elegir juguetes y las diferencias de edad. Los límites y la permisividad fueron temas centrales en la práctica de la terapia de juego no directiva. ¿Hasta qué punto los límites son importantes para la relación terapéutica y el proceso de la terapia de juego? Si el terapeuta debe ser permisivo, ¿hasta dónde permitir que los niños hagan lo que quieran? No sólo los terapeutas se hacían estas preguntas, sino también otros estaban preocupados por esta idea radical de la permisividad.

A veces se incluye a Clark Moustakas en la lista de los seguidores de Virginia Axline porque hay algunas semejanzas en sus antecedentes teóricos y en sus técnicas. Él fue alumno de ella y siguió el método no directivo durante sus primeros dos años en el Instituto Merrill-Palmer. Con el tiempo, se dio cuenta de que “sentarse en una silla” haciendo grandes reflexiones no se ajustaba a su modo de ser con los niños. Gradualmente, Moustakas desarrolló su propio enfoque de la terapia de juego retomando las teorías de Otto Rank y las ideas terapéuticas de Jessie Taft. Algunos de los principios de Axline tuvieron cabida en su propio marco teórico, como la permisividad, aceptar a los niños tal como son, establecer límites y creer en todo momento en el niño. Al igual que Axline, pensaba que los niños tienen la capacidad de resolver sus problemas por sí mismos y los impulsaba a asumir la responsabilidad de sus decisiones en el cuarto de juego. Lo que separa a Moustakas de Axline es el nivel de participación y comunicación interactiva con el niño. Para Axline, la curación se debía más al ambiente –“una buena tierra fértil”, mientras que para Moustakas, era más importante la relación.

Además de su investigación, Moustakas publicó cuatro libros sobre terapia de juego, entre los que se encuentra Existential Child Therapy: The Child’s Discovery of Himself. En términos teóricos, Moustakas puede identificarse con los existencialistas, pero su obra también refleja un poco del modelo centrado en el cliente. Dado que Carl Rogers tomó algunas de sus ideas sobre la técnica de Otto Rank y Jessie Taft, el entrelazamiento de teorías, evidente en los enfoques de Moustakas y Axline, permite considerarlos a ambos como humanistas. Junto con Abraham Maslow y Carl Rogers, Moustakas tuvo un papel importante en la fundación de la psicología humanista. En 1997, Moustakas escribió Relationship Play Therapy y grabó una sesión y sus reflexiones sobre la terapia de juego relacional para el Center for Play Therapy en la Uni- versidad del Norte de Texas.