Cerrar una entrevista inicial es una forma menor de arte que requiere cierto cuidado. Un buen cierre no se limita a resumir la entrevista, sino que también prepara al paciente (y a ti mismo o a otro clínico) para las sesiones que quedan por delante. El paciente, que ha invertido su esperanza y confianza en el tiempo que ha pasado contigo, espera, con mucha razón, alguna información que pueda llevarse de ese encuentro. El contenido de ese mensaje depende, en parte, de la naturaleza de tu relación con él.
Cierre de la entrevista
Si eres un clínico que ejerce la profesión, responsable de la atención al paciente, probable- mente seguirás estos pasos:
- resumir tus hallazgos
- con la colaboración del paciente, desarrollas un plan para el manejo futuro del caso
- estableces la hora y fecha para la siguiente cita
- incluir un mensaje de esperanza para el futuro
Aquí un ejemplo:
“Con base en lo que me ha contado, parece que su esposo y usted han tenido muchos problemas para asimilar la muerte de su hija. Es algo de lo que no han hablado mucho, y están sufriendo por falta de comunicación. Creo que puedo ayudar, pero antes de decidir un plan de acción, me gustaría hablar con su esposo. Usted mencionó que piensa que él está dispuesto a venir. ¿Podría pedirle que haga una cita para la próxima semana?
Si estás en formación, la fase de cierre de tu entrevista inicial podría ser algo como esto:
“Gracias por el tiempo que me ha brindado. En verdad me ayudó a comprender el tipo de depresión que padece. Da la impresión de que su terapeuta está haciendo todo lo posible por ayudarla. Mañana me gustaría preguntarle más sobre sus antecedentes familiares, si a usted le parece bien.”
No debes esperar que puedas anticipar todo lo que el paciente necesita oír. En cualquier sesión tan intensa como la entrevista inicial típica, es fácil no decir algo que es importante para el paciente. Por lo tanto, suele ser buena idea averiguar en seguida si omitiste algo que debías abordar. Antes de terminar, di algo que invite al paciente a hacer comentarios o preguntas sobre la entrevista:
“¿Qué preguntas tiene sobre lo que hemos dicho hasta aquí?” (Nota: Suponiendo que el paciente tiene preguntas, lo alientas a expresarlas. Para algunos pacientes, la alternativa “¿Tiene alguna pregunta?” puede cerrar esta vía de comunicación.)
“¿Hay algún tema importante que no hayamos tratado?”
Puedes encontrar que algo que dejaste a un lado necesita alguna acción ahora, como información adicional sobre el tratamiento propuesto, incertidumbre en relación con la hora de la próxima cita o tranquilidad acerca del pronóstico. Trata de responder objetivamente cualquier asunto sustancial.
Desde luego, no puedes abordar todo en una sola sesión de entrevista. La mayoría de los pacientes acepta esto y está conforme con dejar otras preocupaciones, preguntas y datos de la historia para la siguiente cita.
A veces, surge algo que requiere tiempo considerable justo al final de la entrevista.
Algunos ejemplos pueden ser:
“¿Qué tiene reservado el futuro para alguien como yo?” “¿Qué cree que debo hacer respecto del alcoholismo de mi hijo?”
Si tú y el paciente disponen de tiempo, puedes tratar estas preguntas cuando surjan. Pero los problemas de horario a menudo requieren que abordes preguntas y asuntos como éstos en la siguiente entrevista.
En cualquier caso, considera las posibles razones por las que el paciente hace esta nueva pregunta cuando está por terminar la entrevista. Algunos pacientes acostumbran reservarse información importante para el momento del cierre. Quizá se necesite una sesión entera para cobrar el coraje para discutir problemas importantes; ¿tienen miedo de lo que puedes sugerir? Otros pueden darle tanto valor a sus sesiones que inconscientemente tratan de prolongarlas.
Puedes lidiar con la mayoría de estas cuestiones de último minuto expresando interés y proponiendo que las discutan en la siguiente sesión:
“Me alegra que haya mencionado eso. Es algo de lo que quisiera saber más. Ése será nuestro primer tema la próxima vez.”
Si la información de último minuto es de proporciones de vida o muerte (ideas suicidas u homicidas), no tienes otra opción más que dar tiempo extra al paciente. Si esto te sucede con regularidad, debes decidirte a plantear estos temas delicados al principio de las entrevistas.
Referencia: Morrison, Jamesm, “La entrevista psicológica” 1a. edición. México, D.F. : Editorial El Manual Moderno, 2015. Pág. 153