Existen muchas razones por las que una persona se vuelve adicta al alcohol, dentro de ellas destaca los cambios físicos e internos que provoca el alcohol en el cuerpo. Por ejemplo: los cambios físicos que produce el alcohol en el cuerpo puede estremecer las capacidades del cuerpo y cambiar el funcionamiento del cerebro, disminuyendo su potencial. El sistema nervioso central y muscular se vuelve excesivamente tenso. Similar a todas las demás formas de dependencia, el alcoholismo se manifiesta principalmente en el momento en que necesito colmar un vacío afectivo o interior profundo, un aspecto de mí mismo que “envenena” realmente mi existencia.
¿Por qué la gente consume alcohol?
Existen diversos motivos: uno de ellos es huir de la realidad, no importa cuál sea la situación (conflicto u otra) porque esto no me conviene; resistir a los miedos, a la autoridad (sobre todo paterna) y a la gente que se ama, porque justamente se tiene miedo de revelarse tal como es la persona.
Beber alcohol puede dar un sentimiento de potencia y fuerza; dar poder en una relación afectiva porque el estado alcohólico seguramente molestará al otro. Ya no veo las situaciones que pueden ser peligrosas para mí. Vivo cierta soledad, aislamiento, culpabilidad, angustia interior, incomprensión y alguna forma de abandono (familiar u otro) y tengo el sentimiento de ser una persona inútil, sin valor, inepta, inferior e incapaz de ser y actuar para mí y para los demás.
Cuando tengo problemas automáticamente llego a tener la necesidad “de un pequeño tónico”. Ya que frecuentemente, quiero huir una situación conflictual o que me hace daño “ahogando mi pena” o cualquier otra emoción con la cual tengo dificultad.
El alcoholismo puede estar vinculado a una o varias situaciones que me crean una tensión. Cuando tomo un vaso de alcohol, esta tensión disminuye en un primer tiempo y grabo entonces la relación que parece ser: tensión – alcohol – bienestar.
Lo cual quiere decir que cuando vivo una tensión, la información inscrita en mi cerebro es la de tomar una copa de alcohol para sentirme mejor. Luego, es posible que desarrolle mi “autoestima” y que, cada vez que viva una tensión, la información inscrita en mi cerebro sea la de tomar una copa de alcohol para sentirme mejor.
Uno de los orígenes del alcoholismo puede preceder de vivir en una familia en donde uno de sus miembros (frecuentemente el padre o la madre) es alcohólico. Generalmente hay más discordia, a veces violencia física y psicológica o abuso de todo tipo y esto mueve a las personas a refugiarse en el alcohol.
El hecho de beber me ayuda a para mis preocupaciones, mi pasado y el porvenir pero sobre todo el presente. Huyo sin cesar y me creo un universo ilusorio y de fantasía, una forma de exaltación artificial para huir del mundo físico y así disociar una realidad frecuentemente difícil de un sueño continuamente insatisfecho.
Pierdo entonces el contacto, por algún tiempo, con mis sentimientos de soledad, incomprensión, impotencia, de no ser como los demás, de rechazo de mí. Puedo abandonar mis responsabilidades. Y estoy “liberado” durante un tiempo. Sin embargo esto solo va empeorando esta situación a medida que manifiesto una dependencia del alcohol (o de las drogas) porque estoy cada vez más insatisfecho de mi existencia. Quiero separarme de la realidad escapándome a un mundo de ilusión, pero cuando “estoy sereno”, la realidad me aparece aún más difícil de vivir y entonces se produce la depresión.
Estas solamente son algunas razones por las que las personas consumen alcohol, por supuesto existen más como un abuso sexual, maltrato infantil, depresión, tristeza, problemas afectivos y/o sentimentales, entre otros. Aunque estos que se describen arriba me parecen más frecuentes por lo que para mí el hecho de que una persona abuse del alcohol tiene un origen netamente de conflicto psicológico infantil.
Referencia: Jacques Martel “el gran diccionario de las dolencias y enfermedades” editions quintessence.