Una Gloria Amarga

Tom- El Mejor jugador de Soccer 
Tom, un chico de 12 años, apasionado aunque un tanto torpe para el estudio, de apariencia poco apreciable, un chico por el que nadie daría un solo centavo.
A su escasa edad cursaba el sexto grado de primaria en la escuela, amante del futbol y aventurero por naturaleza. Le gustaba llegar temprano a la escuela para practicar su deporte favorito, el futbol. Acostumbraba llegar temprano a la escuela porque él no tenía un balón de futbol, así que llegaba todos los días temprano a la escuela para pedirle prestado un balón a Don Lorenzo (el chico de la limpieza), Don Lorenzo sabia que lo que amaba el chico era patear un balón, por lo mismo nunca se lo negó.

Aquel chico se preparaba para los juegos Interescolares, ya que en la escuela elegían solo a los 15 mejores jugadores de futbol, y Tom no quería perderse la oportunidad de jugar al futbol en los juegos interescolares y representar a nivel departamental a su escuela. Pasó el tiempo y solo faltaban 30 días para que el técnico de la selección de futbol empezara el proceso de selección, Tom seguía preparándose y no perdía la oportunidad de jugar al futbol cada vez que la tenía.
A pesar de su entusiasmo existían muchas circunstancias que estaban en contra de Tom, primero no tenia zapatos de futbol, segundo a sus padres no les parecía la idea de que jugara futbol y tercera, el proceso de selección sería difícil. Sin embargo él estaba dispuesto a luchar por ese sueño. Justo cuando faltaban 25 días, Tom se acerco a su padre y le pidió que le comprara un par de zapatos de futbol, le dijo que pretendía jugar en la selección de la escuela y que le quería demostrar su talento en el futbol, su padre le contesto: me gustaría poder comprarte el par de zapatos, pero eso implicaría no pagar el vale de Luz eléctrica que llega a fin de mes y no tengo más dinero, lo siento en estos momentos no puedo comprártelos, será en otra ocasión.
La nostalgia inundo el corazón de Tom, sin embargo a pesar de esto aquel día acudió a todos sus amigos sin embargo ninguno tenía un par de zapatos de futbol extra, por suerte, tenía un primo llamado Kevin que tenía su misma edad y tenía un par de zapatos de futbol, acudió a él y se los pidió prestado. El tiempo siguió pasando y Tom seguía practicando con los zapatos que le prestaron. Todo estaba preparado, después de un tiempo empezaría el proceso de selección.
Al poco tiemo el técnico Javier había convocado a todos los chicos que gustarían formar parte de la selección de futbol, a la convocatoria llegaron más de 70 niños, y el técnico fue muy específico al decir que de los 70 niños, solamente elegiría a 15 y dos porteros. Es decir que solo había una oportunidad para acceder a la selección.
El Técnico dividió a los 70 chicos en 6 grupos de 11 más y los cuatro restantes serian el complemento. Así empezaron a jugar y el técnico anoto a los chicos que consideraría para la selección de futbol.
Al día siguiente, después del proceso de selección, se publicaron las listas con los nombres de los seleccionados, todos los chicos tenían rodeadas las listas, Tom estaba nervioso, en esas listas había solo 17 nombres. La mayoría de chicos se marchaban decepcionados, todos se quejaban, todos decían que no era posible, que ellos tenían talento para pertenecer a la selección, cuando Tom se acerco a las listas leía detenidamente cada nombre hasta encontrar su nombre escrito en la lista. Al ver su nombre en la lista, salto de felicidad, el primer paso estaba ganado, ahora solo había que demostrarle el talento que tenía a sus padres durante los partidos de futbol. Posterior a esto, el proceso de entrenamiento para los juegos interescolares empezó y el técnico Javier entreno por 2 semanas a los chicos de la selección.
Luego de esto se dio el inicio de los juegos interescolares, era tiempo de viajar a los departamentos y representar a la escuela, para todos los chicos los juegos interescolares eran especiales, ya que sus padres los llegaban a apoyar en los juegos.
El equipo de Tom paso la fase de eliminación y estaba en las finales, durante el juego de la final, todos los padres de los chicos acudieron a excepción de los padres de Tom ya que tenían que trabajar. Era el partido más importante de su vida, todos los padres de los demás chicos estaban allí, apoyándolos, no importara si ellos cometían errores dentro del partido, sus padres siempre los apoyaban, cada vez que los chicos perdían el balón durante el partido sus padres los apoyaban, cuando Tom noto esto, sintió celos de sus amigos.
A pesar de gritar cada vez que anotara un gol, no sentía satisfacción por lo que hacía, la razón de esto es que los padres y madres de los demás chicos los acompañaban en los juegos, aquellos eran momentos inolvidables, en ocasiones los amigos de Tom no soltaban el balón con el fin de que sus padres los vieran jugar.
Algunos chicos al ver que sus padres los apoyaban al tocar el balón, se paraban para saludarlos, Ha cambio de ellos, Tom hacía todo bien, no cometía errores, a veces parecía que todo lo hacía perfecto, y si es cierto, lo hacía bien, por una simple razón, él no tenía a quien decirle que estaba jugando, no tenía a quien demostrarle su talento, no tenía a quien gritarle gol cada vez que anotaba y darle un abrazo, no había alguien que lo abrazara cada vez que ganaban o perdían partidos, solamente veía como los padres de sus amigos los apoyaban y los abrazaban cada vez que terminara el partido, Tom solo se quedaba observando, ellos parecían unos idiotas en la cancha y Tom lo era fuera de la misma. A pesar de llevarse la gloria en el campo de juego, fuera del mismo: su gloria se volvía amarga, al saber que sus padres no estaban junto a él, quizás suene egoísta pero Tom solo quería demostrarle a sus padres el talento que tenía. Solo quería decirles a sus padres con sus actos, que él podía sobresalir en algo que a él le gustaba. Tan solo, quería demostrar que no era bueno para estudiar, pero si era bueno en algo que a él le gustaba, jugar futbol.

Así como la historia de Tom, he conocido muchas historias de niños que tienen un talento excepcional, pero no tienen el apoyo de sus padres. He conocido a muchos niños con talento intelectual sobre la media normal, y por culpa de un educador negligente este talento se echa a perder, He conocido a niños con una creatividad envidiable, y todo el mundo se ríe de sus sueños y sus proyectos.
Si tu eres padre o madre, educador, encargado de niños u otro, y estas al cuidado de niños, ten en cuenta que es muy difícil, quizás trabajar con niños sea lo más difícil, pero sin duda alguna es uno de los trabajos más satisfactorios, claro, cuando amas lo que haces.
En fin, la historia de Tom, la escribí especialmente pensando en padres de familia, para que se den cuenta, que es necesario brindarle tiempo, cariño y afecto a nuestros hijos, que así como nosotros necesitamos ser amados, ellos también lo necesitan y más de sus seres queridos, ya que el apoyo de sus seres queridos los motiva a seguir creyendo en sus sueños y proyectos. Hasta pronto.