Viktor Frankl, psiquiatra vienés, sufrió los horrores de dos campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Era conocido por sus captores como el prisionero 119 104. Pasó la mayor parte de su vida trabajando de manera ardua durante muchas horas al día con el grupo de construcción de vías de ferrocarril y muchas veces lo maltrataban de diferentes maneras, lo cual incluía palizas y abuso verbal.
Viktor Frankl
Otros miembros de su familia también fueron enviados a los campos de concentración, pero durante su encarcelamiento no supo dónde los tenían y qué había pasado con ellos.
Frankl sobrevivió a pesar del maltrato, terribles condiciones de vida y falta de alimentación adecuada, aunque la mayoría de los prisioneros en los campos Auschwitz y Dachau, donde lo encerraron, murieron durante su encarcelamiento debido al maltrato, desnutrición o enfermedad.
¿Cuáles fueron las resiliencias que hicieron que sobreviviera a esta dura experiencia que causó la muerte de muchos más? Después de su liberación de los campos al terminar la guerra, Frankl se enteró que su esposa, así como la mayoría de los miembros de su familia, había muerto en los campos de exterminio. De esta manera tuvo que lidiar con el duelo y los efectos de su propia experiencia. Por su entrenamiento como psiquiatra, su método de afrontar sus propias experiencias y la pérdida de su esposa se enfocó no en lo que experimentó sino en las posibles razones del hecho que había sobrevivido a las circunstancias que enfrentó en las prisiones de los campos en vez de perder la esperanza.
Concluyó que un factor importante para estimular su deseo de vivir era el pensamiento de que tenía que estar vivo al final de la guerra para ayudar a su esposa a recuperarse de su experiencia. A pesar de que las noticias de la posguerra sobre su muerte debieron haber sido un golpe apabullante, Frankl se concentró en entender su experiencia y escribirla en espera de poder ayudar a otros.
El libro Man´s Search for Meaning, escrito en 1959, describe cómo era la vida en Dachau y en Auschwitz, y presenta con un lenguaje entendible su teoría clínica basada en el significado crítico de la búsqueda por el significado de la vida de cada persona. En el libro proporciona tanto la descripción de su experiencia personal como un ejemplo del papel que juega el significado personal de la vida. Frankl lidió con su situación en la prisión al mantener en su mente en primer plano que él todavía tenía libertad, aunque dentro de límites drásticos, de escoger cómo viviría su vida. Él observó cómo cada día en los campos de concentración, los prisioneros tenían elecciones morales que realizar sobre si someterse internamente a aquellos en el poder que amenazaban con robarles su vida interna y su libertad. Concluyó que los prisioneros que se enfocaban en los significados y actividades positivas sobrevivían.
Esto ocurría con frecuencia dentro del contexto de ayudar a los demás y descubrir que ellos tenían el libre albedrío y fortaleza para soportarlo. Los aspectos de la vida (libertad de por lo menos hacer ciertas elecciones, la importancia de una relación cercana y el deseo de ayudar a los demás) eran parte de su teoría de por qué la vida continuaba siendo significativa aun ante esos inimaginables horrores.
Esto enfatiza el significado de un asunto muy importante en la perspectiva existencial que él ayudó a desarrollar.