Uno de los problemas màs recurrentes que sufren los estudiantes con síndrome de Asperger es que el sistema educativo no es lo suficientemente flexible para estos estudiantes.
En muchos casos los estudiantes con síndrome de Asperger tienden a estudiar por su cuenta en vez de asistir a un centro educativo. Para estos chicos se hace màs fácil estudiar por si mismos gracias a la ayuda de manuales o artículos que buscan en Internet.
Estudiantes con síndrome de Asperger
Por otro lado, aunque ellos estudien por su cuenta es obligatorio asistir a clases y seminarios para poder obtener su título. En estos casos las clases y seminarios no benefician a los afectados por el síndrome de Asperger porque:
- Hay un exceso de ruido.
- Se espera que el estudiante cambie de tema de estudio cada 55 minutos.
- Se espera que el estudiante haga dos cosas a la vez (escuchar y escribir).
- Se espera que el estudiante ocupe los sitios libres.
- Se le pide al estudiante que se concentre en medio de los susurros del resto de los compañeros.
En cambio, muchos estudiantes afectados por el síndrome de Asperger:
- Prefieren trabajar en silencio.
- Son lentos y metódicos.
- Prefieren no tener que resumir (por si se pierde algún detalle importante).
- Necesitan tener la certeza de que un dato es un dato y comprobar que no hay errores.
- Prefieren trabajar siempre en las mismas condiciones: ocupar el mismo asiento, que haya la misma luminosidad, etcétera.
- Rehuyen las distracciones.
- Prefieren ver claramente cada paso lógico de una afirmación más que aceptar acríticamente teorías no explicadas.
- Cuando estudian un tema, prefieren hacerlo durante muchas horas seguidas, sin tomar nota de que es hora de comer e incluso sin ir al baño.
- Muestran signos de irritación cuando otras personas penetran en su espacio.
- Se ponen ansiosos si alguien les habla inesperadamente.
- Les irritan los errores humanos en las lecturas recomendadas.
- No les gustan las clases en las que el profesor adopta un tono coloquial.
- Les molesta que los estudiantes que hay a su alrededor murmuren y especulen sobre quién es novio de quién durante las clases.
Las universidades son centros educativos en los que no se debería asumir dogmáticamente que todos los alumnos aprenden igual. Algunos aprenden más leyendo, otros sólo aprenden lejos del bullicio de las clases o seminarios.
Las autoridades no deben olvidar que muchas personas que padecen el síndrome de Asperger sueñan con un planeta en el que son el único ser humano, donde nadie les interrumpe, las cosas suceden con regularidad y son predecibles. Muchos suspiran por el estilo de vida que llevan los monjes en los monasterios y que una calma tranquila les permita combinar las rutinas diarias con el trabajo en solitario. Si las universidades quieren que los afectados por el síndrome de Asperger estudien, tienen que ser conscientes de que lo único que importa es que la persona aprenda.
El estudiante que presenta síndrome de Asperger puede necesitar una habitación tranquila lejos de los cientos de estudiantes que se examinan ese día con él. Afortunadamente muchas universidades cuentan hoy con centros de ayuda a los discapacitados en los que trabajan especialistas en síndrome de Asperger capaces de asesorar a estos estudiantes para que disfruten de sus años de universidad y desarrollen todo su potencial.
Referencia: Baron-Cohen, Simon. “Autismo y Sìndrome de Asperger” Editorial Alianza. Traducido y Publicado del material original Oxford University Press. “Autism and Asperger Syndrome”.Madrid, España. 2008. pág. 77