Problemas de lenguaje que tienen los niños autistas

Los problemas de lenguaje que presentan los niños autistas son diversos. Algunos de los niños presentan un retraso en la adquisición del lenguaje, otros niños van perdiendo con el tiempo otras funciones de la comunicación.

Problemas de lenguaje que tienen los niños autistas

Aunque cada niño autista puede presentar diferentes problemas del lenguaje a continuación explicaré aquellos que considero son los más recurrentes en los niños autistas:

  • Retraso o ausencia del habla, sin ningún gesto compensatorio.
  • Falta de respuesta al habla de los demás.
  • Uso estereotipado y repetitivo del lenguaje.
  • Anormalidades en la prosodia (en el tono, acentuación y entonación).
  • Dificultades semánticas y conceptuales.
  • Comunicación no verbal anormal (los gestos y la expresión facial).
  • Empleo de neologismos. (palabra nueva que crea el niño desde su lenguaje)

Parafasias paradigmáticas o fonémicas (caracterizadas por errores en el encadenamiento de fonemas para formar la palabra. Se pueden explicar por mecanismos de omisión, adición, sustitución y desplazamiento).

Parafasias sintagmáticas o parafasias verbales morfológicas (afectan la estructura de la palabra con independencia completa del significado de la misma). Se producen por errores en la selección de segmentos lingüísticos donde se afecta un morfema o toda la palabra.

Ecolalia (capacidad de repetir fragmentos breves o largos del habla) el niño autista atiende al habla de manera selectiva, traduce de forma eficaz el habla que oye en habla que emite. Pero en esta forma de procesar no parece intervenir el procesamiento central.

La ecolalia demuestra cómo pueden desperdiciarse los productos finales de un proceso complejo de procesamiento de la información, cuando esos productos finales no reciben la interpretación de otros procesos de orden aún superior.

Lenguaje metafórico (termino de Kanner) o también denominado “comentario idiosincrásico”. Se trata de comentarios raros porque se basan en experiencias únicas, y no remiten a experiencias más generales que sean accesibles tanto al hablante como al oyente. El comentario idiosincrásico indica un fallo de los procesos que permiten calibrar la comprensión de lo oyentes.

En este sentido, la información que se transmite no pasa de ser un fragmento minúsculo, clausurado en sí mismo, que no forma parte de un patrón global coherente.

Inversión pronominal. Los niños autistas solo tienden a la coherencia local y no a la coherencia global. Integran muy poca información al mismo tiempo. Tienen problemas para apreciar aspectos muy sutiles de los papeles sociales; además, tienen dificultades con los tiempos de los verbos. 

Conductas ritualistas. Como conteo de letras del alfabeto o secuencias más esotéricas tales como memorización tipo almanaque, es decir, el niño autista parece envolverse en una actividad repetitiva y ritualista en una forma unidireccionada que es diferente a los aspectos más sociales, direccionados o compartidos que se pueden observar en individuos comunes.

Los niños autistas tienden a tener estos problemas de lenguaje porque perciben muy poco la necesidad del contacto con los demás. Aunque claro nosotros vemos como problemas de lenguaje el hecho de que un niño autista no se pueda comunicar, pero en realidad el niño autista sí puede comunicarse, pero lo hace a su manera, por lo tanto: es necesario comprender la manera en que el niño autista se comunica para poder enlazar cualquier intento comunicativo que él quiera hacer con los demás. De esta manera estaremos mejorando los procesos de comunicación y lenguaje del niño.

Referencia: Arrebillaga, María Elisa. “Autismo y trastorno del lenguaje”- 1a edición. Editorial Brujas. Córdoba, Argentina. 2009. Pág. 84