Sinopsis:
En la actualidad la palabra coach tiene una relación que abarca el ámbito de la psicología industrial. Sin embargo actualmente se puede utilizar el término para el ámbito educativo.
Ser un coach educativo implica el reconocimiento y desarrollo de habilidades personales, la adquisición y adecuada aplicación de aprendizajes nuevos, el reconocimiento y la apropiación de valores, la formación del autoconcepto, el establecimiento y la concreción de sueños, ideales y metas, así como la construcción de nuevo conocimiento a partir del conocimiento propio.
Que es coaching?
El coaching se ha convertido en una herramienta que aporta y contribuye al desarrollo de estrategias que favorecen el crecimiento personal y profesional de quienes se esfuerzan por conseguir proactivamente el éxito. Su finalidad, consiste en mejorar el rendimiento de las personas mediante los factores que pueden potenciarlo y el estímulo de su capacidad de aprender a aprender.
Coaching y educación:
La sociedad del siglo XXI se caracteriza por numerosos cambios estructurales, que han precipitado modificaciones dentro de los diferentes ámbitos de la sociedad, incluido el sistema educativo.
Estos cambios han introducido en las aulas nuevos conceptos diversidad, revolución digital, interculturalidad, procesos todos que dan respuesta a las necesidades que algunos de estos cambios han provocado en la sociedad.
El coaching ofrece beneficios significativos para los docentes y para su alumnado, pues favorece la mejora tanto en la enseñanza como en el proceso de aprendizaje. También, si se utiliza esta herramienta, se logra un nivel más alto de motivación, una mejora en las habilidades organizativas y en las estrategias de aprendizaje, como la colaboración.
El beneficio general de una formación especializada en coaching sería proporcionar nuevas estrategias y enfoques prácticos para ayudar a educadores y orientadores a afrontar los “viejos” problemas con “nuevas” alternativas de solución. El coaching pretende adquirir nuevas competencias profesionales funcionales que permitan el desarrollo de altas habilidades y capacidades socioemocionales.
Otro beneficio de implantar el coach dentro de los centros educativos es que podrá prestar su apoyo para mejorar y optimizar las capacidades innatas, los recursos internos y la creatividad que los alumnos ya tienen, con el fin de obtener los máximos resultados posibles, con base en criterios no sólo de eficacia y calidad, sino de excelencia, convirtiendo así el proceso de aprendizaje en un verdadero aprendizaje transformacional.
Los aspectos educativos que podrían ser abordados desde la metodología del coaching son los siguientes:
• Desarrollo personal y social del alumnado.
• Mejorar las relaciones interpersonales y la comunicación interna en los centros educativos.
• Facilitar la coordinación de los centros educativos con los servicios sociales y sanitarios de la comunidad.
• Definir la cultura, misión, visión y valores del centro educativo.
• Fomentar el liderazgo y la gestión emocional para los equipos docentes.
• Resolver conflictos en el aula, problemas de convivencia en el centro, abandono/fracaso escolar, etcétera. • Sacar el máximo aprovechamiento de la diversidad del alumnado, tanto para los alumnos con necesidades educativas especiales como para quienes no las tienen, y convertir, así, a la escuela en un verdadero contexto generador de oportunidades y desarrollador de talentos.
• Mejorar la relación e implicación de las familias con la escuela desde un punto de vista sistémico de las situaciones con el método ganar-ganar.
El coaching educativo:
El coaching académico es un proceso que ayuda a una persona o a un equipo de trabajo a buscar el desarrollo de sus máximas capacidades. Mediante el coaching, logran hacerse manifiestas las fortalezas y los recursos de los miembros de una organización, y se les ayuda a sobreponerse a resistencias e interferencias internas y a integrarse y actuar de manera eficiente como parte de un equipo de trabajo.
Este proceso de coaching puede ir dirigido a los tres elementos principales del contexto escolar: el equipo docente, los padres y los alumnos.
Fases del Coaching Educativo: Fase 0.
Análisis del grupo y del nivel de desempeño de la clase. Esta fase es preliminar y sirve para conocer cómo funcionan cada uno de los alumnos y las características del grupo: cohesión, tipo de liderazgo, estilos de aprendizaje, patrones de comportamiento, normas y valores, etcétera.
Posteriormente, y tras analizar esta información, se pasará al desarrollo de cada una de las fases del proceso de coaching para el grupo de alumnos.
Fase 1. Planificar conjuntamente metas y logros
Los objetivos que se pretenden conseguir en esta fase son:
• Orientar el esfuerzo del alumno (o de la clase) hacia la definición de metas y logros acordes con su nivel de habilidades y competencias.
• Reflexionar sobre las actitudes necesarias para llevar a cabo dichas metas.
• Identificar los obstáculos que impidan conseguir un alto rendimiento.
Los errores a evitar en estas situaciones son: Establecer metas y logros excesivamente genéricos o ambiciosos; es decir, no cumplir con las reglas de la definición de objetivos. Definir qué hay que planificar, pero no analizar cómo.
Fase 2. Motivar
En esta fase, el docente-coach debe intentar generar un clima adecuado y una excelente comunicación bidireccional. Todo ello, con objeto de lograr que el alumno se sienta seguro de sí mismo, que exponga con confianza expectativas de desarrollo y que la clase ayude al avance colectivo e individual. De la misma forma, también debe promoverse la creatividad y desarrollar en el alumnado la capacidad de criterio, para que, en función de sus habilidades, deduzca las consecuencias positivas y negativas.
Finalmente, el objetivo más importante es la capacidad de saber motivar al alumno en todo este proceso y a la clase en la consecución de sus objetivos.
Fase 3. Entrenar/observar la situación
Esta fase consiste en practicar con el alumno las acciones previstas conjuntamente, de modo que pueda incorporar las habilidades, conocimientos y actitudes necesarias para realizarlas de una forma más óptima. Este entrenamiento conlleva la búsqueda de oportunidades para observar y analizar actuaciones del alumnado en clase, donde se pongan de manifiesto habilidades, competencias y actitudes. Debe manifestarse al alumnado la necesidad de proporcionar un punto de vista constructivo sobre la actuación del otro o sobre la propia actuación, de modo que se pueda gestionar el cambio y la mejora de las habilidades.
Fase 4. Ofrecer feedback.
Consiste en comunicar al alumno cómo está realizando el proceso de aprendizaje, de manera que obtenga pautas claras y constructivas para una mejora continua. Este feedback debe ser siempre constructivo y focalizar la atención en éxitos y logros e induciéndole para que caiga en la cuenta de los aspectos a mejorar.
Fase 5. Replantear nuevas metas y acciones.
Los objetivos que deben seguirse en esta fase son:
• Seleccionar las soluciones más exitosas con respecto a diferentes
• actuaciones.
• Crear nuevas alternativas con respecto a actuaciones futuras.
• Tomar decisiones e implantar dichas alternativas, encontrando las
• habilidades más adecuadas para ponerlas en marcha.
Referencia:
David Sánchez Teruel. Departamento de Psicología, Universidad de Jaén, España. Revista Intercontinental de Psicología y Educación, vol. 15, núm. 2, julio-diciembre 2013, pp. 171-191.