La obesidad es el exceso y aumento de peso que puede conducir a una tristeza angustiante que puede formar un círculo vicioso que afecta drásticamente la estima.
Una investigación reciente explica que 1 de cada 10 estadounidenses sufre de depresión. Por lo tanto, Estados Unidos cuenta con una estadística aproximada de 70 millones de personas obesas.
No hay duda de que la obesidad y la depresión están relacionados y que actualmente existen cientos de adolescentes y adultos que la padecen. Pero acaso ¿la depresión causa obesidad? O es que la ¿obesidad causa depresión?
Existen investigaciones que tratan de llegar al fondo de esa relación, esto con el objetivo de diseñar tratamientos efectivos para ambas condiciones.
Relación entre la obesidad y depresión
Existen teorías que explican que una tristeza profunda puede aumentar el peso de las personas por lo que una depresión conduce a la obesidad.
Aunque a mi parecer, la depresión y la obesidad tienen una conexión unidireccional en la que ambas se alimentan mutuamente formando así un círculo autodestructivo.
La obesidad y la depresión son como dos lobos hambrientos que encuentran en el campo a una oveja indefensa (persona) y entre los dos atacan a su víctima. La oveja (persona) no tiene escape alguno a menos que el cazador (terapeuta) intervenga en la situación.
La obesidad causa la depresión
Investigaciones han demostrado que las personas obesas tienen un 25% más probabilidades de sufrir un trastorno de estado de ánimo como la depresión en comparación con aquellos que no son obesos. La obesidad puede causar una mala imagen de sí mismo, baja estima y aislamiento social.
La depresión causa la obesidad
Un estudio sobre adolescentes en Cincinnati (USA) encontró que los adolescentes con síntomas de depresión tenían más probabilidades de ser obesos en el próximo año. El estudio también encontró que los niños que se encontraban en el límite obeso y deprimido se convirtieron en obesos sustancialmente durante el año siguiente.
Cuando una persona está deprimida tiende a comer en exceso o tener una mala práctica alimenticia y evita hacer ejercicios. Los investigadores descubrieron que las personas deprimidas con niveles disminuidos de la hormona serotonina tienden hacia la obesidad.
Factores de riesgo entre la obesidad y depresión
Los factores de riesgo que se comparten entre la obesidad y depresión pueden desencadenar una serie de psicopatologías más, cuando no se trata a tiempo. Uno de los factores de riesgo más predominantes y que impide darle un tratamiento a la depresión y obesidad es la condición económica. Pertenecer a una clase socioeconómica más baja y no hacer ejercicios aumenta el riesgo de desarrollar cualquiera de estas condiciones.
El tratamiento de la obesidad y la depresión
Para darle tratamiento a la depresión y por ende a la obesidad es necesario conocer los síntomas de la depresión, el tratamiento de la depresión puede ser mucho más fácil que la obesidad, por lo que lo que es recomendable que las personas con síntomas depresivos busquen tratamiento lo antes posible.
Un psicólogo puede ayudar a lidiar con los sentimientos de depresión y confrontar las de estrés, ansiedad, u otros factores desencadenantes que están conduciendo a la depresión y la obesidad. Por último, también es posible utilizar antidepresivos para el tratamiento pero esto dependerá de la situación del paciente.