Son personas social y emocionalmente aisladas. Además, desarrollan pensamientos, percepciones y comunicaciones insólitas. Algunos muestran signos de pensamiento mágico (la idea de que una acción particular puede controlar algo que no tiene ninguna relación con ella).
Por ejemplo, una persona puede creer que va a tener realmente mala suerte si pasa por debajo de una escalera o que puede causar daño a otros teniendo pensamientos de ira.