Ficha Técnica:
Nombre original: Clinical Analysis Questionnaire
Autor: Samuel E. Krug Adaptación española: TEA EDICINES
Administración: individual y colectiva
Duración: variable entre 30 y 45, minutos
Significación: Evaluación de doce variables clínicas de la personalidad
Tipificación: Baremos en decatipos para adolescentes y adultos de cada sexo.
Material para la aplicación
• Manual
• Cuadernillo del CAQ
• Hoja de respuestas (de diseño especial si posteriormente se utilizan procesos de mecanización y lectura óptica)
• Plantilla de corrección, única para las 12 escalas clínicas.
Desarrollo:
Cuestionario de analísis clínico
Fundamentación y descripción del CAQ original En los años 60, R.B.Cattell y sus colaboradores emprendieron una serie programada de investigaciones para fusionar dos importantes vías en el desarrollo de la investigación de la personalidad:
1. Evaluación de síndromes patológicamente importantes y modelos de conducta desviada determinados por la observación clínica.
2. Medida de rasgos identificados y consistentemente replicados mediante procedimientos y técnicas factoriales en adultos normales.
El “Cuestionario de Análisis clínico (CAQ)” fue construido para cubrir esa necesidad de un único instrumento que pudiese medir simultáneamente rasgos normales y patológicos y permitir un perfil completo y multidimensional del sujeto.
Originalmente consta de dos partes (la versión española del CAQ recoge únicamente la parte I, la específicamente cínica) y 28 escalas; la primera (CAQ-1) recoge los 16 rasgos de personalidad previamente medidos por el 16PF y la segunda incluye 12 rasgos, siete de los cuáles miden manifestaciones primarias de la depresión y las cinco restantes han sido desarrolladas para evaluar rasgos factorialmente identificados en el conjunto de los elementos del MMPI. De esta forma, el CAQ combina datos de tipo patológico con información sobre la estructura misma de la personalidad; así pues, sirve tanto para el diagnóstico como para la planificación de un tratamiento.
El CAQ original tiene 272 elementos, 128 en la parte I (que cubre la estructura de personalidad normal) y 144 en la parte II (para apreciar la depresión y los rasgos patológicos). Como se ha indicado anteriormente, la adaptación española de CAQ centró sus esfuerzos en la parte II, y el resultado se denominará CAQ, sin especificación de la parte a que pertenece originalmente. Se consideró que cualquiera de las Formas del 16PF podría sustituir a esos 28 elementos de la parte I del CAQ original para apreciar las 16 escalas primarias. Sin embargo, antes de pasar a describir el CAQ (parte II) conviene que el usuario español conozca la composición de esa parte I.
Su validez se ha apoyado en las numerosas investigaciones factoriales que previamente se habían realizado con muy diferentes muestras, y también en seis nuevas investigaciones con respecto a la depresión y rasgos patológicos (con sujetos estudiantes y adultos así como con casos hospitalizados y ambulatorios). Se partió de un conjunto de más de 4.000 elementos procedentes de investigaciones anteriores con las Formas del 16PF. Las 128 cuestiones finalmente incluidas en la parte I tienen la siguiente procedencia:
• La mitad se tomó, sin ningún cambio, de la Forma A
• Un 10% procede también de la Forma A, pero incluyen pequeños cambios; así, por ejemplo, el 177. “Me gusta un trabajo que presente cambios, variedad y viajes, aunque implique algún peligro”, aparece en el CAQ-I como 177. “Me gusta un trabajo con variedad, aunque tenga un poco de riesgo”. Cambios como éste fueron introducidos generalmente para acortar la redacción y simplificar e nivel de lectura exigido. • Un 20% fue sacado de otras Formas (B, c o D) del 17PF.
• El 20% restante reúne elementos no publicados (o muy cambiados frente a los ya existentes en el 16PF). Las cuestiones de la parte II no fueron tomadas de ningún instrumento previo; el conjunto inicial fue elaborado basándose en la sintomatología clínica, y durante el curso de seis estudios de validación factorial se fueron depurando en su redacción y seleccionando en su número hasta llegar a los 144 finalmente elegidos. Cada elementos tiene tres alternativas de respuesta (A, B y C); generalmente la alternativa B es “Termino medio” o “No estoy seguro”, para posibilitar un punto medio entre las alternativas A y C; sin embargo, en las instrucciones de aplicación se pide al sujeto que utilice la respuesta B lo menos posible. Se examinó cuidadosamente cada elemento y se utilizaron varios criterios de selección, aunque el primordial fue su validez (operativamente considerada como la correlación entre el elemento y el factor subyacente); también fueron depurados en cuanto a la claridad y contenido potencial ofensivo (relación con actitudes políticas o religiosas). En la versión final, las cuestiones se distribuyeron de forma cíclica, para presentar un contenido variado, mantener el interés y evitar efectos de sensibilización. En el Manual original, el autor “reconoce que “como la parte I define rasgos del 16PF, es posible que otra versión de éste pueda substituir la información contenida en la parte I.
De hecho, bastantes clínicos han procedido de esta manera, aplicando el 16PF como una rutina más de primera aproximación al caso e introduciendo la parte II del CAQ cuando el perfil del 16PF sugiera la presencia de una desviación psicológica seria” Normas de aplicación Las instrucciones para la aplicación están impresas en la portada interior del Cuadernillo, con cuatro ejemplos de práctica para explicar la forma de dar las respuestas y lograr la cooperación de los sujetos. Estas instrucciones pueden ser leídas en voz alta por el examinador, cuando se trate de exámenes colectivos, mientras los sujetos las siguen mentalmente. En el caso de un examen individual, el sujeto puede leerlas en silencio, estando presente el examinador para aclarar cualquier duda.
Es muy conveniente que los sujetos hayan comprendido perfectamente la tarea de comenzar a prueba, y el examinador pondrá especial cuidado en la comprensión y aceptación de los cuatro puntos últimos de las instrucciones. Por estas razones, es aconsejable que, una vez comenzada la prueba y durante los primeros momentos, se compruebe el seguimiento de dichas instrucciones, evitando que esto signifique que una “fiscalización” de las respuestas concretas que se van dando. Como el CAQ es un test objetivo, puede ser aplicado por personal auxiliar. Sin embargo, queda bajo la responsabilidad del psicólogo, psiquiatra u otro profesional cualificado para esta tarea, la comprobación de que el personal auxiliar tenga la competencia necesaria para la aplicación de este tipo de pruebas, de modo que se logre un buen clima y se conteste adecuadamente a las dudas o preguntas del examinando. En el caso de un sujeto analfabeto, invidente o con cualquier otro impedimento, el examinador puede leer cada cuestión el voz alta y anotar la contestación dada por el sujeto; en ningún caso se puede cambiar la redacción de las cuestiones, ampliarlas o interpretarlas, ni aconsejar una de las respuestas.
Con algún tipo de sujetos (casos especiales de pacientes físicos o psíquicos), tal vez sean necesarias instrucciones adicionales para indicarles que contesten tal como se sienten “ahora” o como se sentían “antes” de su dolencia actual; la elección de una de estas alternativas dependerá de la naturaleza y finalidad del examen, pero se recomienda que una u otra sea seguida en todo el examen y se tenga en cuenta esta peculiaridad a la hora de interpretar los resultados. Una vez finalizada la prueba, y antes de que se retire el sujeto, convendría revisar su Hoja de respuestas, para comprobar que se han seguido las instrucciones dadas (una sola respuesta a todos los elementos y sólo un pequeño número de contestaciones B o de tipo “intermedio”); en caso contrario, tal vez sea posible pedirle que reconsidere esas deficiencias, puesto que una Hoja mal cumplimentada puede invalidar el esfuerzo de toda la aplicación.