¿Para qué sirve el psicoanálisis?

En la actualidad el psicoanálisis se utiliza para tratar los siguientes trastornos: 

En algunos casos, como los trastornos mentales graves, (trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo…) es imprescindible combinar el psicoanálisis con el tratamiento farmacológico.

Entonces, ¿para qué sirve el psicoanálisis?

Trastorno de ansiedad

Es uno de los principales motivos de consulta.

Trastorno de pánico

Es una variante  del trastorno de ansiedad, con síntomas  más agudos. El paciente modifica su vida, por miedo a que le repita la crisis. 

Fobia social

Ansiedad excesiva y patológica en diferentes situaciones de exposición de tipo social. Es una timidez excesiva y patológica,  que condiciona de forma importante la vida de la persona.

Trastorno de estrés postraumático

Aparece como respuesta a una situación traumática, lo suficientemente intensa como para poder poner en riesgo la vida del paciente o la de otros.

Como consecuencia de ello, se ponen en marcha una serie de mecanismos psicológicos que condicionan la vida del paciente, predominando la angustia y las conductas de evitación secundarias. 

Trastornos de depresión

En el lenguaje común esta palabra se usa como sinónimo de tristeza.

Se debe distinguir entre una tristeza normal frente a una situación negativa vital (proceso de adaptación normal a un conflicto o una pérdida) y una tristeza patológica, que impide al paciente experimentar placer incluso en situaciones favorables y con actividades que siempre habían sido agradables para él.

Trastornos de personalidad

Se dice que una persona sufre un trastorno de la personalidad, cuando su estructura personal, su forma de ser, es diferente al patrón habitual.

Significa que su comportamiento, su percepción de los demás, su manejo ante la vida y su autoestima, es decir, los grandes ámbitos en los que nos desenvolvemos todos con nuestro carácter, están desenfocados, provocando sufrimiento en uno mismo y en los otros. 

Trastorno paranoide

Desconfianza, suspicacia

Trastorno esquizoide

Introversión, solitarios, poco afectivos, insensibles, indiferencia.

Trastorno histriónico

Hipersensibles, elevada afectividad, superficialidad, etc. 

Trastorno antisocial

Maldad, violencia, agresividad, sin sentimientos de culpa, frialdad.

Trastorno dependiente

Pasividad, indecisión, falta de autoestima, dependencia.

Trastorno narcisista

Alta autoestima, falta de empatía, explotación interpersonal, arrogancia.

Trastorno evitativo

Hipersensible, retraimiento social, evitación de situaciones, ansiosos y temeroso. 

Trastorno obsesivo

Perfeccionismo, obstinación, rigidez, necesidad de control.

Trastorno límite de la personalidad

Se trata de un patrón de carácter en el que predominan las conductas impulsivas, la inestabilidad emocional, los sentimientos de vacío y cierta tendencia a las conductas autoagresivas.

Trastorno bipolar

El trastorno bipolar es una enfermedad en la que se alternan episodios de disminución del estado de ánimo (depresiones) con episodios de exaltación del estado de ánimo (manía).

Clásicamente se denominaba psicosis maniaco-depresiva. Es uno de los trastornos más frecuentes.

Afecta a un 2% de la población.

En ocasiones es difícil de diagnosticar.  Si tras tratamiento continuado con fármacos y apoyo psicológico, los síntomas no remiten, se puede pensar en esta patología. 

Otras veces se ve con más claridad, ya que  las alteraciones de conducta son muy graves, generando  una disfunción importante en el día a día de la persona.

En ambos casos la medicación debe ser continuada ajustándola en función de los síntomas. 

Algunos casos tienen buen pronóstico,  siempre con la ayuda de la psicoterapia de apoyo.

Trastorno obsesivo compulsivo

El Trastorno obsesivo compulsivo se caracteriza por dos tipos de fenómenos, las obsesiones y las compulsiones.

Las obsesiones son pensamientos recurrentes e intrusivos.  El paciente los  reconoce como absurdos, pero que no puede dejar de pensarlos.

Esto genera una importante ansiedad por la imposibilidad de quitarse estas ideas.

En ocasiones, estas ideas hacen que la persona realice diferentes actos para compensar la ansiedad que provocan las obsesiones.

Estos actos se denominan compulsiones, alivian la ansiedad solo durante unos minutos y pueden condicionar muy seriamente la vida del paciente. Las obsesiones más frecuentes son de limpieza, contaminación, orden o agresividad.

Como se ha señalado anteriormente, estos trastornos son abordados por el psicoanálisis con muchas probabilidades de éxito.

En algunos casos (trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo…) es necesario combinar el análisis con el tratamiento farmacológico.