Uno de los beneficios de la técnica de la caja de arena es que logra crear un puente entre la realidad intrapsíquica única del individuo y la realidad exterior.
En el año 1991 el psicoanalista Carl Jung afirmo que la psique humana se mueve en un proceso constante hacia la salud y la integridad denominado individuación. El proceso de individuación es único y propio. Los sueños, las experiencias somáticas, el arte expresivo y la imaginación son elementos a través de los cuales se construye la individuación. Todos estos elementos simbólicos son muy importantes en el proceso de sanación de un individuo y deben emerger del inconsciente. Sabido es, en la teoría Junguiana, que los contenidos que forman el inconsciente colectivo se denominan arquetipos.
Cuando Jung habla de Arquetipos en su libro: “Arquetipos e incosciente colectivo” explica que el arquetipo representa esencialmente un contenido inconsciente, que al consciencializarse y ser percibido cambia de acuerdo con cada conciencia individual en que surge.
(…) “Todos los procesos naturales convertidos en mitos, como el verano y el invierno, las fases lunares, la época de las lluvias, etc., no son sino alegorías de esas experiencias objetivas, o más bien expresiones simbólicas del íntimo inconsciente drama del alma, cuya aprehensión se hace posible al proyectarlo, es decir, cuando aparece reflejado en procesos naturales. La proyección es hasta tal punto profunda que fueron necesarios varios siglos de cultura para separarla en cierta medida del objeto exterior” (la negrita es nuestra).
Los niños en la elaboración de las cajas de arena imaginan escenas con facilidad y utilizan símbolos arquetípicos. Las bandejas de arena serían el equivalente a los sueños en el adulto. Además, los niños cuentan muchos cuentos, leyendas y utilizan símbolos mitológicos cuando hacen sus cajas (el sol, la luna, el invierno, las plantas…). Y la aprehensión, como dice Jung, se hace posible al concretarlo y proyectarlo en la caja que elaboran.
Una caja de arena es, entonces, una construcción simbólica que puede considerarse un puente entre la realidad exterior y el mundo intrapsíquico de cada individuo . Puente que interconecta ambas realidades. Puede ser un lugar a mitad de camino entre la realidad interna y externa del individuo.
Beneficios de la técnica de la caja de arena:
- El espacio de trabajo se adapta a cualquier situación
- El niño puede ser él mismo
- No es necesario dirigir la situación
- El niño mismo crea el escenario terapéutico
- Se puede trabajar con niños y adultos
- Es un tipo de terapia no dirigida
Casos que puede tratar este tipo de técnica:
- Conducta agresiva
- Traumas
- Problemas psicológicos y emocionales
- Trastornos psicosomáticos (enuresis/encopresis)
- Dolor crónico
- Trastornos alimenticios
Referencia: Gonzalo Marrodàn, Josè Luis. “Construyendo puentes: La técnica de la caja de arena” Editorial Desclee De Brouwer. Madrid, España. 2013. Pág. 44