Psicodiagnóstico infantil es una palabra muy utiliza en psicología. A pesar que sea muy conocida su concepto difiere respecto a cada autor y teoría. A continuación explicare la definición de psicodiagnóstico infantil desde diferentes puntos de vista.
Psicodiagnóstico infantil
Desde la visión psicodinámica el proceso de psicodiagnóstico se define como una situación bipersonal, de duración limitada, cuyo objetivo es lograr una descripción y comprensión lo más profunda y completa posible de la personalidad total de la persona evaluada.
Desde la corriente humanista, claramente, desde la Gestalt, si bien, se tiende a desestimar la validez e importancia del proceso diagnóstico, incluso se ve como un posible obstáculo en la futura relación terapéutica, no todos los autores de esta línea coinciden en aquello, utilizando algunos la evaluación con distintos fines.
El verdadero proceso de evaluación, plantea Violet Oaklander, 1992, necesita hacerse sobre la marcha, ya que nada permanece igual eternamente. Los niños están en cambios permanentes, influenciados por los variados sucesos que les rodean. Loretta Cornejo, 1996, plantea que el niño está en continuo desarrollo de todas sus capacidades tanto físicas, como emocionales y el modo de hacer un seguimiento bastante objetivo y científico es tener algunos datos de evaluación antes de empezar el tratamiento, para que luego, durante el proceso, se pueda ir contrastando con evaluaciones posteriores.
Desde el punto de vista clínico se puede considerar el psicodiagnóstico como el estudio de la personalidad que busca llegar a conocer y comprender a la persona que solicita ayuda. En ese sentido, se plantea la necesidad de que el evaluador no solo vaya más allá de la recolección de información, sino que se interese en aprehender la individualidad del niño por atender; el proceso de psicodiagnóstico debe incluir preguntas que apunten a conocer también cuáles son sus cuáles son las personas valiosas para él, sus sueños, temores, sus gustos musicales, juegos y pasatiempos predilectos, su interés por las mascotas, etc.
Es importante, considerar que cuando la petición de evaluación viene dada por otro profesional que solicita la aplicación de alguna prueba en particular o el examen de alguna característica o aptitud psicológica específica, no se debe olvidar que la labor del psicólogo clínico es mucho más que administrar tests, por tanto, es aconsejable, no abstraer la propia mirada clínica y que, si bien, se debe responder al pedido realizado, también será valioso que se entregue la propia impresión que podrá ser contrastada con la visión del profesional solicitante.
Al ampliar la mirada del proceso de psicodiagnóstico es posible encontrar otras aplicaciones a este proceso, como por ejemplo como medio para evaluar los posibles avances en psicoterapia a modo de retest; de todas maneras habrá que tener precaución respecto de la atingencia de la aplicación, es decir, que esta no se realice hasta no haber visto avances fuera de sesión o hasta que el niño los reporte.
Referencia: Julia Cortés y Mariavictoria Benavente. “Manual de psicodiagnóstico y psicoterapia infantil”. Editorial RIL. Santiago, Chile. 2007. Pág. 37