El paciente con “su herida”

Me sorprende como cada día, miles de personas acuden a una terapia o durante un fin de semana cualquiera participa en alguno de los cientos de grupos terapéuticos existentes (yoga, grupos de apoyo, centros terapéuticos, etc.) y aún así no son sanos del todo de “su herida”.

¿Qué motiva entonces a un persona a ir a terapia?

En realidad todos buscan la sanación en el sentido amplio de la palabra, es decir, llegar a ser personas sanas e íntegras. Sin embargo, una de las situaciones muy comunes hoy en día es escuchar al paciente decir: “es que mi enfermedad no me permite ser yo misma” o “mi pasado no me deja ser libre”.

Pensando en esto, comprendí que la sanación es un proceso en el que algo excluido, rechazado o no percibido encuentra el lugar que le corresponde en una persona, y gracia a ello viene la calma.

Cuando una persona está sana adquiere la capacidad de tomar una distancia sana frente a algo que está demasiado próximo y opresor, pero cuando existe una  herida (enfermedad, circunstancias pasadas,) el paciente deja de hacer el esfuerzo necesario para mantenerse sano.

El paciente y “su herida”

En ocasiones no es tanto el pasado del paciente el que le afecta, más bien es que el  paciente no quiere soltar el pasado. No estoy seguro de que esto suene bien, pero de alguna manera el paciente crea un lazo afectivo con una circunstancia patológica, en pocas palabras el paciente abraza aquello que le causa dolor, algunos dirán que el paciente es sadomasoquista y que le gusta sufrir pero a mi parecer no es así.

La verdad es que el paciente quiere dejar esto que le causa dolor y sufrimiento pero por alguna razón no logra desprenderse de esta situación patológica. En una ocasión, escuche decir a una paciente: “es que mi cáncer, no me deja vivir” y en el momento pensé, claro no la deja vivir porque ella no quiere dejar al cáncer al contrario ella dice que es suyo y no tiene intenciones de desprenderse de él.

Como consecuencia de no desprenderse de una herida, el paciente logra sentir una tensión cada vez más fuerte que le impide vivir plenamente.

¿Cómo poder sanar “la herida del paciente”?

Para poder comprender cómo sucede esto, primero se debe conocer la naturaleza de las diferentes heridas. A continuación enumero cuatro orígenes diferentes de nuestras heridas y problemas:

  1. Heridas propias como consecuencia de nuestra historia personal.
  2. Heridas del campo familiar.
  3. Situaciones actuales dolorosas.
  4. Las heridas de nuestra sociedad.

Estos cuatro orígenes serán explicados en artículos publicados en los siguientes días ya que cada uno de ellos necesita de una explicación avanzada y bien desarrollada, hasta entonces.