Naturaleza a brincos.

Introducción:
Un niño es un lienzo que un artista claramente plasmaría una gran obra al trabajarla. Alas y ganas de volar un niño canta cuando sus juegos son la primordial manera de crecer y conocer el mundo. La infancia duerme en los laureles del balcón de los sueños, si tu ilusión se rompe no ha sido el sol, no ha sido la luna.

Desarrollo: Correr detrás de un balón o de un amigo para alcanzarlo connota la predisposición “inconsciente” en alcanzar los sueños a pesar de que esto implique luchar para conseguirlos. Hablar del desarrollo infantil integrando cada área como la intelectiva, psicomotríz, afectiva, social, sexual, humana, espiritual, entre otras, movería el paisaje natural del infante hacia el paisaje científico, lo cual es llevadero en asignaturas determinadas encargadas de desglosar la integridad del ser humano en las primeros trazos de vida. El candor que un niño inicia con la exploración a bocanadas grandes de su alrededor creando las mejores partituras musicales que danzan sobre los símbolos que los juegos acompañan a su crecimiento es la esencia que tiene como motor impulsar las huellas sobre el césped que esta creciendo. Los terrenos de la mentira no fecundan grandes raspones cuando la desilusión no hace su aparecimiento en el musical de la vida.
Cada aspecto del desarrollo del niño lo podemos asemejar con una máquina de un gran apetito que engulle información insaciablemente, llegan las preguntas del que? como? cuando? por que? para que? de cada objeto, situación o persona. Las inquietudes no resueltas pagan la rentan en el edificio mental del pensamiento infantil, lo cual aumentará las ansias de apagar el fuego del hambre de información, que inclusive en ocasiones en este intento puede obtener información errónea, lo cual reflejará conductas no apropiadas a las esperadas en el niño. Una gran ayuda para moldear procesos mentales ingeniosos en los niños es utilizar la mayoría de recursos que disponemos como tecnología pero una clave, conjugarlos también con la motricidad que brindan los juegos dinámicos y el infante percibe el entusiasmo fluyendo en cada célula de su cuerpo en desarrollo.Expertos en el desarrollo de un niño refieren que existen ambientes propicios para que el niño pueda crecer con respuestas adecuadas a las exigencias del mundo, pero no existe lugar adecuado que un espacio donde los derechos del infante se puedan respetar, que aberquen un techo que proteja sus sueños y sea el refugio de las tormentas que la vida forma; una educación con dignidad fomentando la libertad de pensar conociendo lo que nos ofrece este mundo; derecho una salud física y psicológica donde la única enfermedad sea determinada por una obsesión a la solidaridad hacia el prójimo. Cuanto podemos añorar de esta etapa que nos moldeó hacia la persona que somos y enrumbando al camino que hoy transitamos.

Conclusión:

Hoy no tenemos la divina máquina que rompe las leyes de continuidad entre espacio y tiempo para regresar hacia un pasado que quedó atrás y retomar con otro punto de vista la manera en que a brincos íbamos por el mundo. Hoy en día tenemos la expléndida posibilidad de elegir entregar el espacio y el tiempo adecuado para que el niño que llevamos dentro y/o observamos a nuestro al rededor pertenezca a su naturaleza sabia que se encarga de desarrollar su integridad como ser humano y no detenerlo con el afán de mostrarle quien es el depredador en la selva de cemento. Cuando el balón por el que corres detrás en la vida, se escapa de tu cancha, si te fijas bien puedes regresarlo al juego o habrá uno de repuesto para continuar jugando. Lanzarse y rasparse las rodillas por aprender y vivir es lo primordial de la infancia, al final la naturaleza cicatrizó los raspones.“Si no nacemos de nuevo, si no volvemos a mirar la vida con la inocencia y el entusiasmo de la infancia, no tiene sentido seguir viviendo.” Coelho, Pablo.