Avances recientes en terapias cognitivas

Los avances y desarrollos recientes en las terapias cognitivas, son la aparición con fuerza del constructivismo; la expansión de las intervenciones con terapias cognitivas a todo el campo clínico; la reaparición del inconsciente; las nuevas perspectivas del self y las propuestas de integracionismo con otras orientaciones teóricas.

El constructivismo

El constructivismo se apoya en una concepción activa de la mente humana basándose en tres principios básicos: 1) la afirmación de que el conocimiento es proactivo y participativo; 2) el reconocimiento de procesos tácitos (inconscientes) de todo aprendizaje y conocimiento; y 3) el reconocimiento de que el aprendizaje y el conocimiento se componen de procesos auto organizacionales complejos, en desarrollo y dinámicos.

La afirmación más relevante en el nivel teórico, como por sus consecuencias para el tratamiento, es la de que las personas “crean” activamente sus propias realidades y que los modelos de realidad que cada persona crea determinan a su vez el modo en que la realidad pueda ser percibida. Esto implica que la realidad no es estática e invariable, sino que es creada cada vez y de forma única según las estructuras cognitivas de cada persona.

El constructivismo no constituye en la actualidad un tratamiento o un modelo homogéneo, básicamente por su novedad y por su salto cualitativo sobre las previas terapias cognitivo-conductuales y por las implicaciones filosóficas que lo sustentan. El futuro nos dirá si el constructivismo queda como una base filosófica dentro de la que trabajar o si evoluciona con la aportación de nuevas técnicas de intervención.

Expansión de las aplicaciones de las terapias cognitivas a todo el campo clínico

En los últimos años se aprecia un vuelco en el interés de los clínicos, teóricos e investigadores sobre el campo cognitivo, y especialmente en el campo clínico. Esto ha traído como consecuencia un mayor énfasis en la aplicación de las terapias cognitivas a múltiples trastornos clínicos. En el momento actual uno de los objetivos centrales de las terapias cognitivas en general, y de algunas en particular, como la de Beck, es ampliar su campo de intervención a todos los trastornos, evaluando la eficacia de las mismas en ellos.

La terapia cognitiva de Beck, es eficiente para los trastornos de ansiedad y fóbicos, trastornos de personalidad, conductas adictivas, trastornos de ansiedad, en donde junto a las aplicaciones al trastorno de ansiedad generalizada, cobra gran relevancia por su eficacia su aplicación a los trastornos de pánico; y trastornos de la alimentación, especialmente a la bulimia. Igual que ocurre con la terapia cognitiva de Beck, año a año, con las distintas terapias cognitivo conductuales van apareciendo estudios analizando su utilidad y eficacia en distintos trastornos.

La reaparición del inconsciente

Uno de los desarrollos teóricos más sorprendentes en la psicoterapia cognitiva ha sido el reconocimiento reciente por los procesos inconscientes en la experiencia humana. Y así es. En los últimos años se aprecia un mayor interés por el estudio del inconsciente con una perspectiva distinta a la freudiana.

En la reciente conceptualización del inconsciente de Greenwald, éste es formulado bajo la denominación de “cognición inconsciente”, considerando que la suya es la tercera nueva visión del inconsciente, después de la clásica formulación de Freud. La primera nueva versión está representada por Bruner y Postman y sus estudios en el campo de la psicología de la percepción, la segunda por Erdelyi con la conexión teórica entre psicología cognitiva y las concepciones psicoanalíticas de las cogniciones inconscientes y, la tercera, la propuesta por Greenwald. Esta se basa en la cognición inconsciente, proponiendo un modelo en donde integra los procesos de atención y memoria, basados en una entrada (estimulación) y en una salida (acción) y donde habría tanto procesos conscientes como inconscientes. Su trabajo aporta evidencia empírica a su modelo, a veces más directa que indirecta. Sin embargo, su visión basada en el procesamiento de la información humana, significa el abandono de la teoría psicodinámica, recobrándose para la psicología el inconsciente, como afirman Kihlstrom, Barnhardt y Tataryn, ya que el inconsciente se ha estudiado tanto antes de Freud como con posterioridad bajo otras perspectivas, como la de la percepción subliminal. El “inconsciente cognitivo” difiere de modo importante del “inconsciente psicoanalítico” dado que “después de más de 100 años los psicólogos han pasado de la interpretación psicodinámica [del inconsciente] al experimento controlado”.

Las nuevas perspectivas del self

El estudio del self, o propium como le denominó Allport, como concepto sinónimo de Persona en sentido global y abarcante, se ha entendido de diversos modos en la historia de la psicología por parte de varios autores. Realmente, cuando hablamos del self como tal, nos estamos refiriendo a los conceptos que los individuos utilizan para definirse a sí mismos o a un grupo de características únicas dentro del individuo. En la clínica el concepto del self, aceptado o no, operacionalizado o inferido, es un concepto relevante por su implicación en distintos trastornos.

El integracionismo entre distintas orientaciones teóricas

Una consecuencia clara de la evolución que han tenido muchas terapias cognitivo conductuales, el actual constructivismo, y la distinta procedencia de muchos de los actualmente denominados terapeutas cognitivo-conductuales, tenía que ser el intentar integrar distintos modelos y sistemas de terapia incluyendo o partiendo de las terapias cognitivo-conductuales. Esta pretensión es vieja en la psicología clínica, desde Dollar y Miller hasta nuestros días, aunque ha cobrado de nuevo gran auge en los últimos veinte años.

La terapia cognitivo-conductual ha sido un claro ejemplo de integración teórica y práctica, en un sentido histórico, siendo actualmente esta orientación la más importante y relevante en los psicólogos clínicos de los países líderes en la psicología contemporánea.

Referencia: Luis A. Oblitas. “¿Cómo hacer psicoterapia exitosa?” Los 22 enfoques más importantes en la práctica psicoterapéutica contemporánea y de vanguardia. PSICOM Editores. Bogotá D.C. Colombia 2004. Pág. 134