El crecimiento de la mente del niño según Piaget

Para Piaget, la mente del niño aparentemente es ilógica y carece de sentido, mas no es así. Piaget demostró mediante experimentos muy sencillos que el pensamiento de los niños es sorprendentemente complicado. Mientras que Freud se ocupó de los instintos, Piaget se ocupó de los pensamientos.

Estadio sensoriomotor (0-2 años)

En los “errores de los niños”, Piaget logró encontrar indicios para comprender mejor los procesos intelectuales que son precursores del pensamiento de los adultos. Por ejemplo, un niño puede chupar cualquier cosa que se acerca a la boca, luego aprende a perseverar únicamente cuando los labios se cierran sobre el pezón de la madre. Su reconocimiento del pezón es su primer uso del proceso lógico del ensayo y del error. Piaget considera que este proceso es la primera fase de cuatro que se superponen.

Estadio preoperacional

Durante la segunda fase, que ocurre entre los 2 y los 7 años, el niño es egocéntrico por su inmadurez intelectual, piensa siempre en función de sus propias actividades. Por ejemplo, puede pensar que “la luna le sigue” o que “los sueños se le meten por la ventana”. Estas ideas erróneas le ayudan a comprender que las acciones tienen causas. Es por esto que el preescolar hace continuamente preguntas a los adultos.

Estadio de las operaciones concretas

En una tercera etapa, usualmente de los 7 a los 11 años, el niño alcanza el umbral de la lógica. Antes de esto, puede pensar que un vaso alto y delgado contiene mayor cantidad de agua que otro más bajo de la misma capacidad. La razón de su equivocación es que el niño sólo presta atención a los rasgos estáticos de su ambiente más no a las transformaciones.

Cuando el niño alcanza lo que Piaget llama la actividad intelectual concreta, puede deducir que la cantidad de agua es la misma en uno y en otro caso. Ha comenzado a razonar y a captar el principio esencial de la educación.

Estadio de las operaciones formales

En un cuarto estadio, que va de los 11 a los 15 años, el niño comienza a hacer abstracciones y en una forma metódica, aunque primitiva, establece hipótesis y las pone a prueba como un científico.

Un experimento típico de Piaget consiste en dar a un niño una cuerda en cuyo extremo está atado un peso y pedirle que aclare qué es lo que determina la velocidad de las oscilaciones del péndulo. Piaget observa que los niños consideran espontáneamente todas las posibilidades: cambiar el peso, dejarlo caer de alturas crecientes, cambiar la longitud de la cuerda… Lo importante es que, sin haber visto antes un péndulo, al final de sus exploraciones los niños encuentran que únicamente el acortamiento o el alargamiento de la cuerda da resultado.

Una característica que acentúa la diferencia intelectual de los adolescentes en contraste con los niños es su habilidad para visualizar alternativas y ponerlas a prueba.

La cronología en el desarrollo de las habilidades en los niños ha convencido a Piaget de que la capacidad del hombre para el pensamiento lógico no es algo que se aprende sino algo que está embebido en los humanos como parte de su dotación biológica. Sin embargo, estas tendencias racionales innatas no maduran a menos que sean usadas.

Las observaciones de Piaget han permitido a los educadores extraer algunas conclusiones aplicables a la enseñanza; por ejemplo, no se puede forzar a un niño a que comprenda antes de la maduración de su capacidad específica. Además, lo que padres y maestros pueden lograr, aun con la mayor tenacidad, tiene siempre un límite. Sin embargo, si un niño no tiene la oportunidad de aplicar sus habilidades en desarrollo y de poner a prueba sus limitaciones, puede no alcanzar nunca su capacidad intelectual total.

Piaget ha observado que los niños exploran su mundo con ambición, y sus hallazgos respaldan los métodos de enseñanza basados en el “descubrimiento” propuesto por John Dewey y María Montessori, entre otros.

Por otro lado, algunos de sus críticos piensan que sus conceptos son demasiado difusos y de poca ayuda para explicar o para diagnosticar las motivaciones y los logros de los niños como casos individuales. Branes expresa un punto de vista, generalmente compartido, cuando dice que los conceptos generales de Piaget sobre la mente en desarrollo son muy atractivos y que han capacitado a los adultos para aproximarse a los niños en forma sensible y realista.

Referencia: De la fuente. Ramón, “Psicología médica” El ciclo vital. 1era. Edición. Editorial Fe. España. 2009. Pág. 100