El juego en la terapia cognitiva

El juego es una conducta innata, con funciones evolutivas de adaptaciòn y supervivencia. Tiene propiedades terapeuticas que favorecen cambios cognitivos y conductuales. Varios autores sostienen que el juego no es solamente un medio para aplicar otros procedimientos terapeuticos, sino que es terapeutico en si mismo. En terapia cognitiva con niños, se establece una relaciòn positiva entre niño y terapeuta, se utilizan las actividades de juego para comunicarse con el niño y se concibe el ambiente terapeutico como un lugar seguro. Pero se diferencia de otros enforques en la teoria que sustenta su interpretaciòn, el tipo de actividad promovida, asi como en el establecimiento de metas terapeuticas, estrategias para lograrlas y el posicionamiento màs educativo y directivo por parte del terapeuta. Nos resulta ùtil para transmitir nuestra experiencia la clasificaciòn del juego se diferente entre los dos siguientes conceptos:

Se caracteriza por sus reglas, normas, instrucciones y excepciones preestablecidas con claridda. Puede incluir juegos de mesa diseñados con fines terapeuticos (orientados al desarrollo de las habilidades sociales, el control de la ira, entre otros.) No obstante, estos juegos son de dificil acceso en nuestro medio, por lo cual en el mejor de los casos se terminan implementando de modo artesanal.

También se puedne incluir juegos de mesa no diseñados con fines terapeuticos como ajedrez, damas, dominò, naipes. Estos pueden utilizarse terapeuticamente con propositos muy diversos. Pueden servir para iniciar una actividad cualquiera con un niño poco verbal, resistente o desmotivado. Puede ser un distractor o una actividad reforzante, placentera, que permita al niño bajar las defensas. En el contexto de un juego resulta màs facil hablar de cualquier cosa. El juego llega a ser sòlo una excusa, una actividad mientras se analizan los problemas y sus posibles soluciones

  • El juego no estructurado:

En primer lugar el juego no estrucutrado y no directivo. Requiere de un ambiente con muchos juguetes, de manera que el niño pueda escoger tanto el tipo de juguete como el juego que desee realizar, proporciona las condiciones para que se presenten las conductas de mayor probabilidad en el repertorio del niño.

En un tratamiento cognitivo se suele utilizar fundamentalmente con fines diagnosticos, aunque se pueden implementar en este contexto lùdico diferentes intervenciones dirigidas a la reorientaciòn, reorganizaciòn y reinterpretaciòn de sucesos e interacciones que resultan conflictivos.

Màs utilizado es el juego no estructurado y directivo. Una vez que el niño manifiesta temas de conflicto, el terapeuta puede reorientar el juego en una direcciòn terapèutica. Puede tomar el muñeco que representa la figura materna y proporcionarle una explicaciòn, confrontraciòn o elementos racionales que le permitan una reestructuraciòn cognitva, o introducir un personaje adicional de fantasìa, y de ayuda terapèutica, como un mago, un amigo, o un hèroe que le ayude a entender hechos, relaciones o aspectos de su pensamiento y desarrollar habilidades sociales o de afrontamiento.

Referencia: Eduardo Bunge, Martin Gomar y Javier Mandil. “Terapia cognitiva con niños y adolescentes: aportes tècnicos” Editorial Akadia. Buenos Aires, Argentina. 2009.  Pàg 16

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